Mañana expira el acuerdo pesquero transitorio hispano-marroquí
El acuerdo transitorio de pesca hispano-marroquí expirará mañana, 31 de marzo, sin haber sido renovado. A partir del martes, pues, unos 1.300 pesqueros españoles que faenan en las aguas marroquíes y en el banco sahariano se encontrarán, en principio, en situación ilegal y correrán el riesgo de ser apresados.
Las negociaciones que llevó a cabo sin resultados positivos, hace dos semanas, en Rabat, el secretario de Estado para las Relaciones Exteriores, Robles Piquer, tenían que haberse reanudado el miércoles pasado. Las autoridades marroquíes, sin embargo, solicitaron a la parte española que pospusiera su viaje a Rabat porque Abdelhak Tazi, subsecretario marroquí para las Relaciones Exteriores y jefe de delegación de Rabat a estas conversaciones, estaría ausente de la capital del reino.
La fecha de las próximas conversaciones no está aún decidida, además de que ya se anuncian como unas de las más difíciles. Marruecos se niega a negociar exclusivamente sobre la pesca y solicita que sean enfocados globalmente todos los problemas de la cooperación hispano-marroquí.
Sus tres exigencias básicas son que se autorice el paso de 50.000 toneladas de agrios marroquíes por España, cantidad que el reino de Marruecos considera puramente simbólica, ya que, en realidad, exporta hacia la CEE 300.000 toneladas que quisiera hacer transitar por España; que se regularice la situación de los obreros marroquíes en España (estimados en más de 30.000), y que se reduzca el balance comercial negativo par Rabat, ya que Marruecos importó, en 1979, 30.000 millones de pesetas de España, prácticamente sin contrapartida.
Aunque esta vez no existe ningún barco español apresado, la tirantez que siempre rodeó las negociaciones hispano-marroquíes está simbolizada ahora en las restricciones impuestas por las autoridades de Rabat en las fronteras con Ceuta y Melilla.
Buques españoles pertenecientes a las flotas atunera, marisquera, merlucera y de cefalópodos, podrán faenar en aguas bajo soberanía o jurisdicción de Angola, en condiciones a determinar, según se contempla en el acuerdo suscrito ayer entre ambos países.
