El Ejército colombiano presiona a Turbay para asaltar la embajada ocupada
El presidente de Colombia, Julio César Turbay Ayala, está sometido, en las últimas horas, a fuertes presiones de los mandos militares para que autorice una operación armada de desocupación de la embajada dominicana en Bogotá, ocupada por el Movimiento 19 de Abril desde el día 27 de febrero último.
Esta eventualidad, que ha cobrado fuerza después de la ruptura de negociaciones entre los ocupantes y el Gobierno, podría ser, sin embargo, evitada si se pusiese en práctica un plan propuesto por el Gobierno cubano para encontrar una salida pacífica al secuestro de los diplomáticos en la embajada de Santo Domingo.La firme postura del M-19 de mantener sin variación su principal exigencia, la liberación de 311 presos políticos, ha convencido a las autoridades colombianas en el sentido de que los ocupantes de la sede diplomática están dispuestos a materializar su repetida consigna de «vencer o morir», en la que insistió claramente la guerrillera encapuchada que ha llevado a cabo, en nombre de sus compañeros, las negociaciones con los funcionarios colombianos.
Los mandos castrenses son igualmente inflexibles en su postura de no permitir la liberación de las personas que exigen los guerrilleros. En distintas ocasiones, altos oficiales del Ejército, han señalado que son muchos los años de esfuerzo en la lucha contra la subversión como para tirarlos por la borda en unos cuantos minutos.
La intransigencia de las dos posiciones, materializada dramáticamente en la quinta reunión entre el Gobierno y los ocupantes, es la que hace temer una acción armada de rescate, que, sin duda alguna, produciría un trágico final a este episodio. El presidente colombiano, sujeto al grave deterioro que la situación le produce, enfrenta la seria posibilidad de ser destituido, por el Congreso o por un golpe de Estado, si cede a las exigencias del M-19, única fórmula que ahora se vislumbra para salvar la vida de los rehenes.
