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El temor a una intervención armada de la policía se cierne sobre la embajada dominicana en Bogotá

La tensión crece por momentos en Bogotá, en espera de que el Gobierno colombiano y los guerrilleros del M-19, que desde el pasado miércoles mantiene como rehenes a catorce embajadores y diecisiete diplomáticos en la sede dominicana, inicien sus conversaciones para un posible arreglo de la situación.A primera hora de esta tarde, la situación continuaba estacionaria, pero, a juicio de periodistas y observadores, parecía ponerse más tensa según avanzaban las horas y crecía el peligro de una acción armada.

De acuerdo con el más reciente comunicado oficial, el Gobierno, del presidente Turbay Ayala continuaba examinando las exigencias de los guerrilleros, que se refieren a la puesta en libertad de 321 presos políticos, la entrega de cincuenta millones de dólares y el reconocimiento por parte del Gobierno de la exigencia de presos políticos y torturas en este país.

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Fuentes próximas a los guerrilleros que ocupan la sede diplomática dominicana, cercada por el Ejército y la policía, aseguran que éstos mantienen sus peticiones y no están dispuestos a ceder en absoluto.

Tanto en la noche del viernes como al mediodía de ayer no se celebró la anunciada entrevista, a bordo de una furgoneta, entre un portavoz del Gobierno y otro de la guerrilla.

El anuncio de la entrevista estuvo precedido por sendos ultimatums del Gobierno y los guerrille ros ocupantes; estos últimos ame nazaban con dar muerte «uno por uno » a los rehenes.

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Ante la tensa situación, portavoces del M-19 amenazaron, a primeras horas de la tarde de ayer, con emprender medidas terroristas contra diversos consulados establecidos en Colombia sí las autoridades de este país emprendían alguna acción contra los ocupantes de la embajada dominicana.

Según Radio Todelar, una voz anónima, que dijo pertenecer al M-19, dijo que la organización había establecido una lista de diversos consulados, a los que se atacaría en represalia por cualquier acción tomada contra sus compañeros asaltantes.

En relación con las dificultades para la celebración de una entrevista entre las partes que ponga en funcionamiento el proceso negociador, las diferencias parecen estribar en que los guerrilleros exigen que la misma se celebre a campo descubierto, mientras las autoridades exigen que los contactos se lleven a cabo en el interior de alguno de los edificios que rodean a la embajada ocupada.

Por otra parte, un guerrillero murió ayer en Bogotá, cerca del polvorín militar de Usaguen, en un confuso tiroteo, informó, en la capital de Colombia, la comisaría número 100 de policía.

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