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Escasas posibilidades de éxito para los partidarios del "sí" en el referéndum andaluz

Casi cuatro millones y medio de andaluces -concretamente 4.468.979, integrantes del censo de las ocho provincias- son convocados hoy a las urnas para decidir si el proceso autonómico de la región continúa o no por la vía prevista en el artículo 151 de la Constitución. La autonomía por este procedimiento sólo prosperará si votan sí más de la mitad de los electores en cada provincia. En Andalucía se respira un ambiente de apuesta difícil de calibrar, pero favorable a quienes esperan un resultado negativo.

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El tiempo, que puede ser decisivo en esta situación, se anuncia muy nuboso o cubierto en la mayor parte de la región, con chubascos, que serán más frecuentes y abundantes en el extremo oriental.El optimismo que en días pasados se traslucía en los medios próximos a la Junta de Andalucía, fundamentado en sondeos de opinión anteriores a la campaña proabstencionista de UCD, ha dejado paso a unos análisis que dan casi por imposible la victoria del sí y consideran un resultado aceptable que sólo una o dos provincias queden descolgadas, según informa nuestro enviado especial,

En las estimaciones de los partidarios del sí, el nivel más bajo se sitúa en la pérdida del referéndum en tres provincias, mientras UCD tiene la esperanza, aunque en absoluto el convencimiento, de que es posible hacer prevalecer su tesis, que abriría la vía del artículo 143 de la Constitución, hasta en cuatro provincias: Almería, Granada, Málaga y Huelva. Medios centristas daban sólo a Córdoba por totalmente perdida, aunque parece que Sevilla está también fuera de toda duda.

Anoche se encontraban reunidos en un hotel de Sevilla los interventores de UCD para el referéndum en esta provincia, llegados desde diferentes puntos de España. Gregorio Peláez, diputado por Toledo y colaborador de Arias-Salgado -secretario general del partido centrista- reconoció que en Sevilla y Córdoba va a ser prácticamente imposible que no salga adelante el referéndum, y les dijo: «Ojo, que habéis venido a la provincia más difícil, que es Sevilla.» Pasa a páginas 11 y 12

La Junta espera que la media de votos afirmativos de las ocho provincias superará el 50%

(Viene de primera página.)

De cualquier forma, las dificultades para adelantar el resultado son enormes, porque es imprevisible saber hasta qué punto la autonomía y la polémica que conlleva a nivel nacional es capaz de sacar a los andaluces del abstencionismo creciente registrado durante los años de la transición. Si así fuera, gran parte de la responsabilidad sería de UCD, por haber aumentado el sentimiento de agravio andaluz con su cambio de actitud ante el referéndum.

La incógnita reside más en saber en cuántas provincias no va a prosperar la iniciativa que en conocer si va a prosperar o no. Un portavoz de la Junta afirmó que es seguro que la media de la región arrojará más del 50% de síes.

Por lo que respecta a la jornada de ayer, la atención de los andaluces se fijó en el cielo, del que tanto los partidarios del sí como los de la abstención esperan que les eche una . mano, que, dado el estrecho margen en que se va a jugar, puede ser decisiva para el resultado final. No se sabe hasta qué punto el buen tiempo que ayer reinaba en casi toda la región puede favorecer el sí, pero nadie duda que un temporal de agua -y podría darse en la Andalucía oriental- sería el mejor aliado de la abstención, que cuenta ya de salida con una inflación media del censo del orden del 10% (en Almería llega aun 15 %).

El fin de campaña, al margen de algunos mítines importantes como los de Rafael Escuredo, en Almería; Felipe González, en Huelva; y Alejandro Rojas-Marcos fue de signo eminentemente radiofónico y centrista. UCD, que no ha hecho campaña en vallas, centró su atención en la prensa y, sobre todo, en la radio, medio de comunicación por excelencia en Andalucía, donde a cualquier hora del día debajo del olivo más remoto es posible oír un transistor.

En cuanto al despliegue propagandístico, cabe destacar el trabajo de la Junta de Andalucía, el del PSOE, que ha visto en el referéndum la posibilidad de una confrontación con UCD de interés nacional, el esfuerzo de la militancia del PC-PCA (los medios fueron muy limitados) y un trabajo del PSA inferior al que cabria esperar de un partido que dice tener cifrados todos sus objetivos políticos en Andalucía.

Los partidarios del evitaron en su campaña la confrontación ideológica con UCD y dedicaron sus esfuerzos a explicar, en contra de lo que sostienen los centristas, que la confrontación 143-151 no es de procedimiento, sino de contenidos. Su argumento fundamental es que el autogobierno por el 143 sería siempre fruto de un pacto y de la concesión, mientras que por el 151 tiene la inamovilidad que le dan las disposiciones constitucionales.

UCD, por el contrario, concentró toda su artillería argumental en sostener que por el 143 se obtienen las mismas competencias que por el 151, sólo que con menos riesgos y más deprisa, y en que no se comete discriminación con los andaluces. Y por encima de todo presentó una batalla totalmente ideologizada, hasta el punto de convertir en el centro de su campaña la idea de que el 151 es la autonomía de los marxistas, que, en palabras de Lauren Postígo, «te quieren engañar una vez más: ¡Andaluz, éste no es tu referéndum!».

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