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Los países de la Alianza Atlántica tomarán medidas de represalia contra la URSS

Soledad Gallego-Díaz

Los países miembros de la OTAN decidieron ayer, en Bruselas adoptar individualmente las «iniciativas» que consideren necesarias contra la Unión Soviética, como represalia por su invasión de Afganistán, y «tomar en cuenta» las medidas que cada uno de ellos adopte en este sentido.

Hasta el último momento, la delegación francesa y las de Noruega y Dinamarca intentaron, y consiguieron en parte, que el comunicado final de la Alianza Atlántica no estableciera tajantemente la obligación de cada país miembro de no proporcionar a la URSS los alimentos, tecnología o cualquier otro abastecimiento que haya sido, o sea en el futuro, suprimido por otro de los países miembros. Esta era. la pretensión de Estados Unidos, que envió a la capital belga al secretario de Estado adjunto, Warren Christopher, para explicar a sus aliados europeos la posición del Gobierno de Jimmy Carter en el affaire de Afganistán.El comunicado de la OTAN está redactado en términos duros: «Los Gobiernos de los países miembros del pacto para la defensa del Atlántico, Norte expresan sin reservas su apoyo a la resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y denuncian la acción de la URSS como una violación de los principios fundamentales que rigen las relaciones internacionales. La acción soviética», añaden, «atenta gravemente contra los esfuerzos desplegados por la Alianza para establecer un cuadro de relaciones constructivas con la URSS.»

Los Gobiernos de los quince países miembros de la OTAN afirman que han tomado «ciertas» medidas para hacer saber claramente a los soviéticos la profunda inquietud que les causa la invasión de Afganistán, su concepción de la detente como algo indivisible y recíproco y su convicción de que acciones de este tipo no pueden quedar impunes. En una velada advertencia sobre cuáles pueden ser las consecuencias de la entrada de tropas soviéticas en Afganistán, la OTAN afirma que «todos los esfuerzos en pro de la detente estarán gravemente comprometidos tanto tiempo como dichas tropas permanezcan en suelo afgano».

Sin concretar

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Sin embargo, a la hora de especificar cuáles son las acciones que adoptarán los Gobiernos aliados contra la Unión Soviética, el comunicado señala que cada país tomará las iniciativas que individualmente le parezcan bien, comprometiéndose a «tomar en cuenta» -expresión más suave que la de «respetar», propuesta por la delegación norteamericana- las iniciativas de sus otros compañeros del Pacto Atlántico. Joseph Luns, secretario general de la OTAN, en una minirrueda de prensa ofrecida ayer por la tarde en el cuartel de Evere, señaló que esto significaba que los países miembros de la Alianza no suministrarán a la URSS los abastecimientos que cada uno de ellos decida suprimir.

El señor Luns afirmó que los delegados de cada país, llegados expresamente desde sus respectivas capitales, habían recibido una explicación muy completa por parte de los norteamericanos respecto a las medidas que tienen en mente. Expresó igualmente el propósito aliado de continuar las consultas sobre el desarrollo de la crisis. Interrogado sobre si se había estudiado la posibilidad de boicotear los Juegos Olímpicos de Moscú, el secretario general de la OTAN dijo que existen «distintas posturas al respecto», sin precisar más. Un portavoz de la delegación de Alemania Federal explicó, por su parte, que una decisión de ese tipo no podía ser tomada por los gobiernos, sino por los comités Olímpicos.

Joseph Luns señaló también que todos los países aliados habían estado de acuerdo en apoyar a Pakistán.

Declaración de la CEE

Por su parte, los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE reunidos también ayer por la tarde en Bruselas, aprobaron un comunicado en el que subrayan «el carácter inaceptable» de las explicaciones concedidas por la Unión Soviética para justificar su invasión de Afganistán.

«Su acción constituye una injerencia flagrante en los asuntos internos de un país no alineado del mundo islámico, así como una amenaza para la paz, la seguridad y la estabilidad de la región, que comprende el subcontinente indio, Oriente Próximo y el mundo árabe», afirman.

Critican a la URSS por su veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y expresan su «gran preocupación» por la escasa reacción que la condena universal de su acción ha provocado en la Unión Soviética». Invitamos a la URSS a que cumpla la resolución de la ONU y retire inmediata e incondicionalmente todas las tropas extranjeras de Afganistán». Esta última expresión, «tropas extranjeras», ha sorprendido en los medios comunitarios, porque podría dar a entender que no existen sólo tropas soviéticas, sino también de otros países.

Los nueve señalan que la CEE sigue estando convencida de la necesidad de proseguir los caminos de la detente, pero ésta debe ser interpretada como algo global. Finalmente, la Comunidad Económica Europea se declara consciente de los sufrimientos soportados por el pueblo afgano y «notablemente» por los afganos, que no desean abandonar su país, en un intento por contrarrestar el mal efecto causado en los países del Tercer Mundo por la supresión de la ayuda alimenticia a Afganistán.

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