Coplaco no quiere edificios de más de cuatro plantas en el Area Metropolitana
La altura de los edificios en los municipios que hoy componen el Area Metropolitana de Madrid puede verse reducida en una planta en el curso de los próximos años, de acuerdo con la filosofía que anima a Coplaco. San Sebastián de los Reyes se ha convertido en pionero en esa reducción de las alturas, según acuerdo de Coplaco del miércoles pasado.
La Comisión de Planeamiento y Coordinación del Area Metropolitana de Madrid (Coplaco) aprobó, en la reunión de su comisión delegada, celebrada el pasado día 14, una modificación de las ordenanzas de edificación de San Sebastián de los Reyes. Esta modificación consiste, en síntesis, en eliminar la posibilidad de que en todo el casco urbano se construya por encima de las cuatro plantas de altura.La noticia, desconocida hasta ayer por la mañana (véase EL PAÍS), ha sido recibida con distinto talante, según el sector consultado. Pero lo importante no está en el hecho de que en San Sebastián de los Reyes no se puedan construir a partir de ahora edificios de cinco plantas. Puede que lo realmente importante esté en que lo que ahora ha pasado en este pueblo, al norte de la capital, puede empezar a pasar en un buen número de los pueblos que conforman el Area Metropolitana: la quinta planta en los edificios es algo que ha de desaparecer en el futuro, toda vez que su construcción no estaba prevista en el Plan General del Area Metropolitana.
La historia de la quinta planta en los edificios a construir en los cascos urbanos de los municipios integrados en el Area arranca a partir del momento en que los planes generales de cada término comenzaron a desarrollar el Plan General del Area Metropolitana. Este preveía la construcción, en el casco de los pueblos, de edificios que sólo tuvieran «tres o cuatro plantas», según las condiciones de la calle en la que se hubiera de construir.
Pero los planes generales de cada municipio comenzaron a hacer un «añadido» a lo que determinaba el Plan del Area: las ordenanzas que desarrollan los planes generales de los municipios establecían que, dentro del casco urbano, podrían construirse edificios de tres o cuatro plantas -a semejanza de lo que decía el Plan del Area- y que Coplaco podría autorizar, discrecionalmente, la construcción de una quinta planta en aquellos casos en que lo considerara conveniente. Es decir, a pesar de que el Plan General del Area no contemplaba la posibilidad de construcción de la quinta planta de los edificios, las ordenanzas municipales -dentro del ordenamiento administrativo, con inferior rango- dejaban en absoluta libertad a los miembros de Coplaco para autorizar una quinta planta.
Pero lo cierto es que lo que aparecía en las ordenanzas municipales como una excepción se convirtió casi en norma general. Si no, cualquier observador puede echar un breve vistazo a las calles de cualquiera de los municipios incluidos en el Area: lo realmente extraño, hoy por hoy, es ver un edificio con menos de cinco plantas.
Por supuesto, quedan fuera de esta norma general de la altura máxima de las cuatro plantas los polígonos de ensanche y de reserva urbana de los municipios. En ellas, las alturas pueden ser muy superiores. Tal es el caso de las típicas ciudades-dormitorio, al estilo de Alcorcón o de Coslada: su casco urbano permanece inalterado, con sólo cuatro alturas, en tanto que sus polígonos de ensanche se han convertido en colmenas.
Factores económicos
La desaparición de la quinta planta en los pueblos de la provincia que pertenecen al Area Metropolitana aparece, en principio, como una norma que ha de redundar en beneficio de los habitantes de cada una de las zonas de esta provincia: cuanto menor sea la altura, menor será la masificación de los pueblos madrileños. El volumen correspondiente a esa quinta planta será repartido entre las otras plantas, con lo que, teniendo el mismo volumen de construcción, el espacio de cada vivienda será mayor.Pero, evidentemente, el promotor del edificio en cuestión no querrá perder dinero con respecto a lo que había calculado que ganaría. O sea, el intento de ese promotor será el de hacer repercutir en el resto de las viviendas el valor de la planta que ha dejado de construir.
De todas maneras, tal pretensión la previó ya Coplaco en el momento de aprobar la modificación de las ordenanzas de San Sebastián de los Reyes. Pero la propia Coplaco considera que tal intento sería un error por parte del promotor: «No están los tiempos para hacer eso», aseguró a EL PAÍS un miembro de la Comisión. «De todas maneras», añadió, «si intenta alguien hacerlo, el mercado se encargará de desengañarle.»
En el caso concreto de San Sebastián de los Rey es, el pueblo que se ha convertido en pionero de la desaparición de la quinta planta, el alcalde, el socialista Alfredo Conde, está convencido de que podrá encontrarse una solución en base al hecho de que los locales comerciales -normalmente construidos en la planta baja de los edificios- puedan convertirse en vivienda. Con ello, el promotor podrá construir el mismo número de viviendas -no sólo de metros cúbicos- y no tendrá que gravar los otros pisos por valor de lo que pueda perder con el que deja de construir.
De todas maneras, los promotores todavía no han reaccionado ante la filosofía que parece que va a guiar a Coplaco en los próximos meses -desaparición de la quinta planta, bien a instancias de los ayuntamientos, bien por imposición de que el planeamiento ahora existente sea revisado- y no tienen prevista, según pudo detectar ayer EL PAÍS, ningún tipo de reacción concreta. Quién más, quién menos, aseguró su oposición tajante, en el caso de que la medida le afectara a él directamente. Sin embargo, las licencias ya concedidas seguirán en pleno vigor, aunque lo hayan sido con la quinta planta incluida.
Pero lo cierto es que, en el plazo de unos cuantos años, la no construcción de la quinta planta en el Area Metropolitana puede conducir a cambiar la fisonomía urbanística de esta provincia.
