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La propiedad del Grupo Mundo amenaza con el cierre iminente de sus publicaciones

«El Grupo Mundo se verá obligado al cierre definitivo de sus publicaciones sí los trabajadores no aceptan una reestructuración de plantillas», según anunció el empresario Sebastián Auger, presidente del grupo, en una amplia nota insertada ayer en los cuatro diarios de la empresa: Mundo Diario, Tele-Exprés, 424 y Cataluña Exprés. En la nota se comunicaba la decisión empresarial de suspender temporalmente la publicación de estos diarios hasta el próximo lunes, fecha en que la asamblea de trabajadores deberá decidir sobre las condiciones de la empresa. Estos siguen sin disponer de información sobre el alcance de la crisis, según denunciaron ayer en una nota a los medios informativos, en la que reiteraban su intención negociadora. El cierre patronal, según el inspector de Trabajo Suárez de Ávila, es ilegal.

La nota de Auger, titulada «Adiós» o «Hasta la vista», está redactada en términos muy duros y conminativos para con los trabajadores. «Como editor», dice Sebastián Auger, «no acepto seguir como hasta ahora. Come empresario, para proseguir exijo una normalidad laboral, la erradicación del abuso del sistema asambleario y una reestructuración de plantillas aceptada por el personal de la empresa, previa votación democrática.»Refiriéndose a las reivindicaciones de los trabajadores, Auger señala que «la independencia de un periódico podría quedar mermada por reclamaciones salariales que, aunque justas, al ser apremiantemente exigidas y dada la situación actual del país, significan siempre un entorpecimiento en la dirección de los periódicos y ocasionan una cierta manipulación de la información, dando lugar a la lógica servidumbre que nace de una financiación a corto plazo».

El texto de Auger especifica en una coletilla que la nota contaba con el conocimiento de Joan Agut, consejero delegado de Disconsa y Dopesa; Joan Benejam, gerente de Ilustración, SA (Mundo Diario); Manuel Brocal, gerente de Barcelona Press, SA (Tele-Exprés); Ricardo Campos, gerente de Ediciones Catalunya Exprés, SA; Manuel Estrada, gerente de Ingemesa; Tristán de la Rosa, director de Tele-Exprés; Carlos Marimón, director comercial y de promoción; Javier de Quintana, consejero delegado del Grupo Mundo; Joan Perich, gerente de Imusa; Mario Santonoli, director técnico; Jaume Serrats Ollé, director de Catalunya Exprés, Arturo Torrents, director de 424, y Josep Pernau, director de Mundo Diario. Precisamente este último presentó ayer, por escrito, la dimisión de su cargo como presidente de la junta directiva de la Asociación de la Prensa de Barcelona. Esta dimisión, según informa Efe, se relaciona con el conflicto del Grupo Mundo y será estudiada mañana, lunes, en una reunión extraordinaria de la junta.

Cierre ilegal

La publicación de la nota ha causado un fuerte impacto en medios políticos y sindicales. Al tener conocimiento de su publicación, el inspector de Trabajo Suárez de Ávila -inspector que en diversas ocasiones ha intervenido en conflictos del Grupo Mundo- citó a una representación de la empresa y de los trabajadores, a la una del mediodía de ayer, en la sede de la Consejería de Trabajo de la Generalidad. A la citación sólo asistieron los representantes de los trabajadores. Ante la incomparecencia patronal, el inspector de Trabajo optó por ponerse en contacto telefónico con el gerente de Mundo Diario, Juan Benejam, a quien comunicó la ilegalidad del cierre y le recordó que los trabajadores, aun a pesar de que el cierre se lleve a cabo, deben cobrar su salario íntegro. Asimismo le comunicó que, a pesar de ser hecha por teléfono, convocaba de nuevo a la empresa en la Consejería de Trabajo de la Generalidad el próximo lunes a las doce y media de la mañana.Según informaciones facilitadas por los propios trabajadores del Grupo Mundo, el editor Sebastián Auger se negó ayer y anteayer a recibir a los representantes de los trabajadores, pese a que se le formularon dos peticiones por escrito. De igual manera señalaban las citadas fuentes que el alcalde de Barcelona, el socialista Narcís Serra, había conversado telefónicamente con Auger en un intento de evitar el cierre.

Por otra parte, es de señalar que los trabajadores de Mundo Diario y 424 estaban trabajando ayer tarde con normalidad. Portavoces de la redacción manifestaron que en su opinión no había existido orden expresa de no confeccionar el periódico y que, por tanto, continuarían su trabajo como si éste fuera a salir.

La nota del editor Sebastián Auger ha sido publicada un día después de que los trabajadores del Grupo Mundo llevaran a cabo una huelga de veinticuatro horas de duración, como protesta por no haber percibido una paga extraordinaria correspondiente al mes de octubre. Para el próximo martes se ha anunciado un nuevo paro -esta vez de 48 horas-, cuya convocatoria sólo sería anulada en el caso de que se cobre antes la citada paga.

Los trabajadores, sin información

Por su parte, los trabajadores, en un comunicado hecho público ayer, aseguran que «desde el inicio de las negociaciones del convenio actualmente en vigor (finales de 1978), la dirección de la empresa ha insistido, de forma reiterada, en la que la crisis era inexistente».Ante la sucesión de rumores e informaciones oficiosas en sentido contrario, la representación sindical -dice el escrito- comunicó a la dirección su disposición a negociar los aspectos más conflictivos de una eventual crisis, sobre la base de mantener la totalidad de los puestos de trabajo y la continuidad de las publicaciones. Pero a pesar de hacerse más patentes las dificultades financieras por las que atravesaba, «la empresa siguió negándose a abrir esta vía negociadora».

«Mientras todo esto sucedía», dicen los trabajadores, «pasaban a formar parte del Grupo Mundo los periódicos Informaciones, de Madrid, y Diario Regional, de Valladolid, con el consiguiente desembolso economico que la operación supuso.» «Los trabajadores del Grupo Mundo nos hemos mantenido siempre», aseguran, «en la más escrupulosa legalidad, y buena prueba de ello es que además de estar dispuestos anegociar la crisis, también lo estamos a aceptar el retraso en las percepciones salariales (recuerdan en este sentido que la paga extra del verano ya se les liquidó en varios plazos).»

Explican que la huelga del pasado jueves es, de hecho, la primera acción encaminada a cobrar las cantidades que se les adeudan. «Esta huelga contó», aseguran, «con el apoyo del 80% de las firmas de los trabajadores y del ciento por ciento de los representantes sindicales. Si el jueves por la tarde hubo una asamblea en los locales de la iglesia de San Ramón, ello se debe a que el comité quiso someter a la consideración de los trabajadores las gestiones para poner fin al conflicto: cobro de la mensualidad de octubre (que se hizo efectiva tan sólo una hora antes de iniciarse la huelga), percepción de la paga extra de octubre y la falta de información sobre la situación económica real del grupo.»

Paralelamente al conflicto, los trabajadores aseguran que ha llegado a su conocimiento la baja de la Seguridad Social de varios trabajadores de las diferentes plantillas, aun cuando no se ha esclarecido si la dirección de la empresa ha cumplido con los plazos del Ministerio para acogerse a la correspondiente moratoria y poner al día el pago de la cuota empresarial y obrera (ponen como ejemplo el caso de un trabajador de Ingemesa, que, precisado de asistencia médica, no pudo ser atendido por estar dado de baja en la Seguridad Social).

Al final del comunicado, los trabajadores reiteran su disposición al diálogo con la empresa, a pesar de que sus últimos ofrecimientos no hayan sido atendidos, y lamentan que Barcelona se quede sin un buen número de sus periódicos el domingo y el lunes.

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