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El INI y Mercedes Benz negocian sus respectivas participaciones en Mevosa

Fuentes del Instituto Nacional de Industria han confirmado que estos días se mantienen conversaciones con Mercedes Benz sobre el futuro de Mevosa, en la que cada parte posee el 45 %. Según estas fuentes, precisamente esta paridad de participaciones puede ser motivo de tiranteces en el curso de las conversaciones. «Se estudia la remodelación de participaciones -ha agregado-, pero de momento no hay nada definitivo. El INI quiere replantear su actuación en el sector de los vehículos industriales desde una perspectiva global, del camión grande al vehículo ligero.»En fuentes próximas a la dirección de Mevosa se ha manifestado a Europa Press que permanecen al margen de las negociaciones entabladas sobre el futuro de la entidad por los dos socios mayoritarios (el Instituto Nacional de Industria y Mercedes Benz, cada uno con el 45 %). No obstante, creen saber que las conversaciones no son ni tensas ni dramáticas.

Según estas fuentes, la marcha de la empresa es muy tranquilizadora. Lo único que hacen sus dos grandes accionistas es revisar el contrato de colaboración, firmado hace dos años, dentro de la revisión periódica de planes de futuro.

Por otra parte, en medios económicos cercanos al INI, que posee la mayoría en ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones), competidora de Mevosa, se ven las negociaciones con una óptica de sedimentación de mercado. El vehículo industrial ligero -se indica- es muy concreto, y lo que están haciendo las grandes firmas es re partirse el mercado. En este sentido, se tiene la sospecha de que Mercedes Benz no está sola ante el holding estatal español. Sin embargo, aunque parece no estar muy interesada en su retirada, que le haría perder la red comercial crea da en los últimos años, plantea la disyuntiva de ella o el INI.

Mevosa produjo el pasado año unos 15.000 vehículos industriales y 30.000 motores. En sus fábricas de Barcelona y Vitoria tienen 4.000 trabajadores. El año 1976, debido sobre todo a la incidencia de las huelgas, perdió cuatrocientos millones de pesetas. En 1977 cerró el ejercicio con unos beneficios de doscientos millones, erosionados por la devaluación de la peseta.

Parece que los socios están dispuestos a renovar y modernizar las dos factorías, que trabajan con vehículos de dos a seis toneladas. Según rumores procedentes de Alemania Federal, las inversiones necesarias -cien millones de marcos en cinco años (cerca de 4.000 millones de pesetas)- desean aportarlas los socios por partes iguales.

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