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"No creo una huelga de inversiones por razones políticas"

«Aunque no se puede dar por cierto, todo parece indicar, y así se intuye, que para finales de junio las expectativas de la economía habrán cambiado de signo». En estos términos se manifestó el vicepresidente económico, Fernando Abril, en una reunión mantenida la noche del viernes, durante tres horas, con la Agrupación de Periodistas de Información Económica (APIE).

«No creo que exista huelga de inversiones o que la ausencia de las mismas obedezca a conspiración política», dijo el vicepresidente Abril Martorell a la Agrupación de Periodistas de Información Económica en una rueda de prensa informal mantenida durante más de tres horas la noche del viernes.Para el señor Abril hay hechos positivos que permiten intuir un cambio de expectativas para el mes de junio. En sus sucesivas respuestas, en algunos casos evasivas o generalizadoras, y en otros precisas e incluso brillantes, el vicepresidente insistió en la dificultad de superar inercias del pasado y moverse con soltura en un nuevo sistema más libre y por tanto más responsable. Empresarios, funcionarios y trabajadores aparecían como responsables de esas inercias. El señor Abril estimó como protagonista el hecho de que las huelgas han disminuido y la conflictividad laboral también. Los convenios se negocian mejor y más de prisa. El aumento salarial homologado hasta ahora se cifra en el 20-22% riguroso.

Entre los comentarios del señor Abril cabe destacar uno en el que aludió a su falta de vocación política. «Estoy aquí, aunque no lo van a creer, por mi estrecha amistad con el presidente. Estar en el Gobierno es duro. Estaría más cómodo, descansado e independiente fuera de él.»

Sobre el tema energético afirmó lo inexcusable de la opción nuclear, aunque sea discutible el grado de dependencia que haya que asumir respecto a esta fuente. Al hablar de este punto indicó que resultaba decimonónico pensar en sector público o sector privado respecto al control y gestión de lo nuclear.

La rueda de prensa del señor Abril, primera que mantiene desde que fue nombrado vicepresidente económico, se convocó días antes del Pleno del Congreso en el que intervendrá el presidente Suárez para tratar de explicar a la Cámara las razones de la crisis de Gobierno de enero, provocada por la dimisión formal del señor Fuentes. El presidente, en su informe al Pleno, realizará un balance de la gestión del Gobierno hasta el 31 de marzo.

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"Para junio, se intuye un cambio de expectativas"

La sesión informativa, primera que celebra el responsable de la economía desde que fue nombrado para tal cargo hace más de un mes, se anticipó en cinco días al Pleno del Congreso en el que el presidente Suárez tratará de explicar a la Cámaras las razones de la crisis del Gobierno. El presidente, según reconoció su más íntimo colaborador -el vicepresidente dos- hará un balance de realizaciones del Gobierno con cierre de ejercicio en 30 de marzo.El señor Abril, a lo largo de la rueda de prensa, que tuvo carácter informal, con cierta tensión en algunos puntos y pleno relax en otros, dio respuestas muy concretas en algunos puntos, los más comprometidos, y evasivas en otros. En algunos momentos estuvo brillante y ocurrente, en otros confuso y repitiendo los latiguillos: «¿Se me entiende?». «Jose Luis (se refería al secretario de Estado, Leal), corrígeme si no me centro». El señor Leal no intervino en ningún momento, aunque hizo algún leve intento. El señor Abril reiteró su voluntad de apertura informativa y lamentó que en algunas ocasiones la maduración de los temas era más larga de lo que los periodistas creen. Solarriente en dos ocasiones y en temas formales pidió la aplicación del off the record, que la APIE contempla en las reglas de juego de sus ruedas de prensa.

Temas dominantes

Las impresiones generales, coincidentes entre varios de los asistentes a la reunión, sobre el mensaje que Fernando Abril quiso transmitir eran tres. Primero, el talante negociador del Gobierno para enfrentarse a los problemas económicos concretos. Segundo, el optimismo sobre el cumplimiento y efectividad del programa del pacto de la Moncloa. Tercero, su preocupación porque se estén transmitiendo a la opinión expectativas «cinco puntos por debajo de la realidad», que sirven para empeorar la situación.

El vicepresidente reiteró que asumia las críticas sobre el funcionamiento de la Administración y sector público (burocratismo, descoordinación, ineficacia, falta de profesionalidad en empresas públicas y otras), pero que había que contar con la inercia de muchos años en una maquinaria compleja y numerosa. Cuando un periodista le pidió un titular resumen de lo tratado para publicar en un periódico independiente al día siguiente, el señor Abril, después de darle varias vueltas, dijo: «Esperanza», o «No existen absolutos, ni milagros, sino colores». «Estamos mal, pero vamos mejorando».

Hechos y datos

Su obsesión a lo largo de la reunión fue que se manejaran elementos reales y que le comprendieran posiciones claras de la filosofía para afrontar los problemas. «Los parados son -dijo- 831.800, según la definición de la OIT y según los datos de estadística, que mientras no se demuestre lo contrario son válidos y realistas. La cifra es alta, pero era la prevista. En las negociaciones del pacto de la Moncloa se habló de que iriamos a peor, que aumentaría el desempleo. Son hechos reales y previstos, que están en el programa.»

A lo largo de todas las preguntas el vicepresidente puso de relieve tener un buen conocimiento de los detalles de todos los problemas planteados (siderurgia, Babcock, plan energético, política monetaria, déficit presupuestario, Seguridad Social, precios agrarios, salarios y coordinación del equipo económico).

Al final, y en parte en conversación de corrillos, reconoció como posible que el Gobierno no haya comparecido suficientemente ante la opinión pública y señaló que no cree que existan inconvenientes para que comparezcan los miembros del equipo económico en ruedas de prensa en directo, transmitidas por televisión.

Resumimos algunos de los aspectos y comentarios más destacados de la larga rueda de prensa:

Prioridades: Siguen siendo la inflación y el equilibrio exterior, aunque los problemas del paro son un importante elemento de inquietud. La lucha contra el paro pasa no sólo por la reactivación de la inversión, sino también por el cambio de expectativas, por la claridad de las relaciones laborales, por el seguro de desempleo y por la distribución equitativa de rentas.

Salarios: En general los datos conocidos ponen de relieve que los aumentos están llegando justamente hasta los limites previstos del 20-22%.

Siderurgia: Existe un problema general del sector y otro concreto de Altos Hornos del Mediterráneo. El Gobierno apoyará para superar la crisis siempre que las partes implicadas (trabajadores, accionistas, acreedores y financieros) asuman la parte de sacrificio y responsabilidad que les corresponde. En AHM no se puede aceptar el sistema de incautación, utilizando una ley de 1939 que parece poco presentable en estos momentos. El pasivo en juego de esta empresa, 57.000 millones de pesetas, es demasiado importante para no tomar decisiones razonadas. Si la empresa se niega a pagar jornales tendrá que suspender pagos. El problema no es jurídico, sino político, y hay que resolverlo con sacrificios razonables y prudentes.

Precios Agrarios: La negociación se hizo de forma coordinada. El domingo 12 de marzo los ministros de Economía, Hacienda, Agricultura y Comercio, y sus más directos colaboradores, dieron un mandato negociador a Agricultura con un límite máximo. El resultado final está ligeramente por debajo del tope previsto.

Babcock: Los afectados son los primeros que tienen que hacer un esfuerzo para salvar la empresa. Todo parece indicar que si no hay acuerdos estamos ante una quiebra segura, donde el capital pierde todo, incluso la cara; los trabajadores se quedan sin empleo y los acreedores tendrán serias dificultades para cobrar. Toda esta situación está prevista en las reglas de la economía de mercado.

Plan energético: Hay un plazo incumplido y la letra está vencida por 90 días. Se espera que no llegue a 120; es decir, puede haber Plan Energético antes de acabar este mes de abril. Coordinar los intereses del Estado en el sector es una decisión que se puede tomar inmediatamente. Aumentar la presencia pública en lo nuclear, lo mismo. Intervenir en la red de transporte para evitar despilfarros, idéntico. En el tema nuclear hay que definir la política y las opciones y despejar incógnitas, incluida la de ETA. Los precios realistas o políticos para desanimar consumos no pueden hacer-. se a favor de las empresas, sino mediante fiscalidad.

Seguridad Social: Se está tratando de acortar el proceso de recaudación con objeto de conocerlo antes y mejor. A lo largo de toda la tarde del viernes el señor Abril se dedicó a trabajar en este tema. Para finales de junio se conocerá la evolución de la recaudación del primer cuatrimestre; si supera razonablemente el límite del 18% sobre el año anterior, puede decidirse una rebaja en los tipos de cotización.

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