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Una mujer entrará hoy a formar parte de la Real Academia Española de la Lengua

Hoy, por primera vez desde hace 194 años, una mujer (Rosa Chacel, Carmen Conde o Carmen Guirado) ocupará un sillón entre los «inmortales» de la Real Academia Española. La mujer que consiga la mayoría de los votos de los 32 académicos romperá con la tradición, casi ancestral desde que se fundó la Academia en 1713, de impedir el paso a las mujeres. Ha sido únicamente Isidra Guzmán, académica por imposición de Carlos III, en 1784, la excepción que confirma la regia.Ahora, en 1978, en sustitución de Miguel Mihura, otra mujer abrirá las puertas de la Institución a las lingüistas o literatas españolas que por méritos propios merezcan el honor de figurar en la Real Academia.

Hace pocos meses Dámaso Alonso declaraba: «Las mujeres tienen siempre posibilidades de llegar a la Academia. Basta con que las presenten tres académicos. No hay misoginia alguna -añadía- por parte de la Academia como corporación». Sus palabras se han tomado al pie de la letra, y nueve académicos han presentado a las candidatas: Julián Marías, Luis Rosales y Antonio Tovar apoyan la presentación de la novelista Rosa Chacel; Antonio Buero Vallejo, Guillermo Diaz-Plaja y el señor García Valdecasas, la de la poetisa Carmen Conde, y José María Pemán, el cardenal Tarancón y Rafael Lapesa, la de la médica Carmen Guirado.

Terna femenina

La terna de candidatas femeninas ha sido presentada con la finalidad de que, necesariamente, salga elegida una mujer. «Convenía por el ambiente general, y además, para acabar con esta discriminación», argumentó a EL PAÍS Antonio Tovar. Buero Vallejo matizó: «Esta discriminación no se debe a nada especial, sino a la inercia». Esta inercia ha sido la que ha vetado la entrada en la Real a mujeres que en su día aspiraron al puesto de honor: Gertrudis Gómez de Avellaneda, Emilia Pardo Bazán, Blanca de los Ríos, Concha Espina y María Moliner, vetadas por los «inmortales» de entonces por el mero hecho de haber nacido mujeres.Bienvenida, pues, por todas las mujeres, la ruptura de prejuicios. Muchas feministas han protestado en repetidas ocasiones por el machismo que parecía rodear a los miembros de la Real Academia, quienes, pese a su buena voluntad, no han podido ocultar su condición de varones a ultranza. Resulta significativo recordar la publicación del libro de Alvaro G. Meseguer Lenguaje y discriminación sexual, en el que se analiza el contenido sexista de 1.500 vocablos del Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española, uno de los cuales es suficientemente explicativo. El diccionario define así la palabra gozar: «Conocer sexualmente a una mujer». La feminista Pilar Yzaguirre manifestó: «Es muy importante que una mujer ingrese en la Academia por la sensibilidad que puede aportar para cambiar el contenido sexista del lenguaje.»

Para Carmen Conde, su elección como académica «me honraría y dignificaría como escritora -explicó a EL PAÍS-, y además, el nombramiento de una mujer demostraría que los académicos actuales son hombres que viven la historia al día». Uno de los académicos que apoyan su presentación, Antonio Buero Vallejo señaló que Carmen Conde posee «méritos evidentes» para ocupar este puesto.

Antonio Tovar, por su parte, explicó que su adhesión a la presentación de Rosa Chacel obedece a «la gran admiración que siento por ella y a la gran amistad que nos une. Julián Marías dijo: «Ya en 1953 escribía un artículo sobre Rosa Chacel en el que señalaba su particular carácter innovador y creador como novelista en medio de una generación de ensayistas y poetas. Después, cuando se publicó en España su novela La sin razón, escribí la introducción del libro. Yo pienso que Rosa Chacel es uno de los escritores vivos más importantes por su originalidad, dominio extraordinario de la lengua y capacidad de anticipación en cuanto a la técnica de sus novelas.»

Para Carmen Guirado, su nombramiento significaría «un gran honor y satisfacción», aunque le dolería entrar en la Academia por su condición de mujer. «Me gustaría más resultar elegida por méritos propios como persona, sin tener en cuenta la condición sexista».

Carmen Guirado ha sido la primera mujer que ha ingresado en la Real Academia de Medicina, de la que es, desde 1976, miembro de número. La señora Guirado comenzó a escribir a los quince años y ha ejercido el obre la «fiesta nacional» y artículos sobre el arte.

Rosa Chacel nació en Valladolid en 1989. Desde muy pronto perteneció al grupo de intelectuales reunidos en torno a la Revista de Occidente. Es viuda del pintor Timoteo Pérez Rubio, y vivió en el exilio desde la guerra civil hasta 1971. Entre sus novelas se encuentran La sinrazón, Memorias de Letica Valle y Barrio de las Maravillas. En cuanto a la poetisa Carmen Conde, nació en Cartagena en 1907. Fundó, con Miguel Hernández, Ramón Sijé y Oliver Más, la revista literaria El Gallo Crisis, y posteriormente se casó con el último de ellos. En 1967 recibió el Premio Nacional de Poesía.

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