Paro en Brown Boveri
Ayer se celebró en la Magistratura de Trabajo número 13 de Barcelona la vista de la demanda por despido improcedente presentada por el ingeniero Joaquín Boix, contra la empresa multinacional Brown Boveri Española.
Boix fue despedido de la empresa a principios de diciembre. Brown Boveri justificaba el despido en dos viajes que el ingeniero -que ocupaba el cargo de jefe del departamento de informática- realizó sin permiso de la empresa. Sin embargo, según informa el despedido, los viajes eran uno a la central de Madrid y el otro a unas reuniones de informática en Palma de Mallorca.
Joaquín Boix había sido elegido representante sindical por parte de los trabajadores. Boix tiene tras de sí una larga trayectoria sindical y política. Ya en 1966 fue detenido por la policía por actividades antifranquistas en el seno del clandestino Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB). Su estancia en la jefatura policial motivó una movilización ciudadana y una manifestación de sacerdotes ante el edificio de la jefatura de policía, manifestación que fue duramente reprimida.
Durante su estancia en la empresa se había distinguido por su actitud reivindicativa, y era considerado por los trabajadores como un defensor de sus intereses.
Al juicio de ayer asistieron alrededor de doscientos trabajadores de los centros de Brown Boveri en Sabadell y Barcelona, quienes han iniciado una huelga para presionar sobre las negociaciones del convenio y en apoyo de la readmisión del ingeniero despedido.
Cabe señalar que en el juicio la propia defensa de la empresa solicitó la calificación de improcedente para el despido, al parecer, según fuentes de la defensa del ingeniero, ante la posibilidad de que pudiera aplicarse la nulidad del mismo, ya que Boix es representante sindical.
En Madrid, donde Brown Boveri tiene su sede central, 35 compañeros del despedido realizaron en solidaridad una huelga de hambre durante el día de ayer.
