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La policía francesa interviene armamento a un refugiado vasco

Quince revólveres, tres metralletas y ochocientas balas fueron ocupadas al refugiado vasco Alberto Mendiguren al ser interceptado el coche en el que viajaba con dos compañeras, en un control aduanero volante en la localidad fronteriza de Cíboure. Detenido por la policía, fue ingresado en la prisión de Bayona, en tanto que sus dos acompañantes - una de ellas propietaria del automóvil- quedaban en libertad.Alberto Mendiguren, en calidad de refugiado político desde el año 1975, estaba domiciliado en Ciboure y cuenta, al parecer, con pasaporte. Tiene veinticinco años, está casado y con dos hijos.

Su detención, conocida el sábado, ha causado cierto malestar entre las autoridades francesas, cuyo deseo de desembarazarse en breve de los refugiados vascos es ya conocida. El Gobierno francés mantiene desde hace meses la política de negar el estatuto de refugiado a cuantos lo solicitan, para así forzarles a que regularicen su situación por medio de una carta de trabajo o bien tramiten el pasaporte

«No es cierto que el Gobierno francés quiera expulsar a los refugiados vascos -declaró ayer a EL PAIS el consul español en Bayona-, lo que pretenden es que o se vayan a otra parte, o logren situarse en la sociedad buscando un trabajo. Por otra parte, en el consulado español no negamos el pasaporte nadie. Aquí no hay gente vetada.»

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