A propósito del Modernismo
Planetario, paratáctico. Polifónico, caótico. Cinético, hermético. Fabulador, destructor. Manierista, maquinista. Laberíntico, pasional, doblemente absurdo: positivo en cuanto libera, negativo en cuanto descubre la insignificancia del existir. Tales son algunas de las características que el argentino Saúl Yurkievich, poeta, crítico y catedrático en la Universidad de París, atribuye a la revolución poética modernista en caótica sucesión de adjetivaciones. Y añade con extrema perspicacia: contraposición entre profundidad y conciencia, influjo de la literatura finisecular: Rilke, Pessoa, Kafka, Joyce, Musil, Svero, Strindberg, Thomas Mann. Por otra parte, ruptura del sistema representativo tradicional (analogía clásica, causalidad, mímesis); identificación de lo incognoscible con el inconsciente, de la originalidad con la anormalidad; relieve de la fantasía y de la ilusión frente al positivismo finisecular; aproximación de lo bello a lo feo a través de lo caprichoso; predominancia del yo textual frente al empírico de los románticos; visión turística de la realidad y estética asistemática.Estamos ante uno de los mejores estudios críticos del modernismo. Saúl Yurkievich es un especialista en el tema. Aquí nos da una visión completa del citado movimiento y abre la puerta a posibles reconsideraciones de encuadre literario. Pienso en las que pueden afectar al marco de nuestra literatura de anteguerra.
Saúl Yurkievich:
Celebración del modernismo. TusquetsEditor, Barcelona.
La finalidad de este estudio es el análisis de la renovación poética llevada a cabo por Rubén Darío, Lugones y Herrera y Reissig, así como la conexión causal con la inmediata vanguardia: Huidobro, Vallejo, Neruda.
Rubén Darío inauguraba la conciencia crítica en el poema, introduce una poética de transición y establece las bases de la vanguardia al desconfiar de la lógica e intercalar lo imprevisible en el orden del discurso. Técnicamente, a más tensión interna, más distancia entre el plano poético y el de uso. Magia, misterio, vuelta a las raíces del arte. Sexualidad pánica, humor y prosaísmo en orden al extrañamiento o sorpresa intencional de cara al lector.
Leopoldo Lugones supone frente a Darío una diferencia de realización verbal, Establece la macropoesía y el regionalismo poético. Al dar más importancia al medio artístico, abisma todavía más la separación entre el lenguaje natural y el literario. En él «la forma se gesta a la par y en función del mensaje», máxima suprema de la función poética. Textual y referencial a un tiempo, es decir, antagónico, incorpora los temas del turismo, deporte y moda, añadiendo en aras de la sorpresa la expansión y la imaginería verbal. Su poesía, es una estructura abierta.
Con Herrera y Reissig se toca el paroxismo. Aquí las técnicas de extrañamiento se potencializan al máximo mediante la teatralidad, el humor, la fantasía y la objetivación textual. La materia poética adquiere importancia por sí misma y el texto disminuye su bagaje referencial acentuando la conciencia operativa del arte. Ideológicamente, « el principio de placer desplaza por completo al principio de realidad », como respuesta a la creciente tecnología del cientificismo.
En resumen, los tres poetas suponen un paulatino avance hacia la objetualización poética centrada en el replanteamiento del significante y el revoleo axiológico de la semántica.