_
_
_
_
_
TEATRO

José Ruibal estrenará su obra "El hombre y la mosca"

Estaba retenida por la censura desde 1968

El dramaturgo José Ruibal estrenará su obra El hombre y la mosca el próximo mes de abril en un escenario madrileño. Dentro de unos días comenzarán los ensayos bajó la dirección del norteamericano Stephen Jay Wyman. La obra se estrenó en inglés en 1971, en la Universidad de Nueva York (Binghamton), con dirección de Alfred G. Brooks y del propio Ruibal. El hombre y la mosca ha estado retenida por la censura española desde hace nueve años.«Mi teatro se ha montado más y publicado en Estados Unidos que en España y es lógico que sea un norteamericano el que venga a dirigir El hombre y la mosca, escrita en 1968 y censurada hasta ahora, mientras era publicada en inglés y español por editoriales de Estados Unidos», declaró a EL PAIS José Ruibal.

Las obras de Ruibal llegan a los Estados Unidos a través de los departamentos de drama de las universidades. El crítico George E. Wellwarth, se interesa por el nuevo teatro español, publica varias piezas en revistas especializadas y dedica un estudio al Spanish underground drama (1972).

«En 1971 me invitaron para tomar parte en la dirección de El hombre y la mosca. Años antes se había estrenado Los mendigos en la Universidad de Pensylvania. En 1973 dirigí en español El asno, en el Barnard College de la Universidad de Columbia. Durante ni¡ estancia en Estados Unidos di clases y conferencias en unas setenta universidades sobre el teatro clásico y el teatro español actual. Cada vez que venía a España me retenía la policía porque había una multa que estaba girando sobre mi cabeza por unas declaraciones a la prensa internacional. Este modo de entrar en España felizmente se ha terminado.»

En la actualidad Ruibal es profesor contratado de la Escuela de Arte Dramático de Madrid, donde da un curso de teoría y práctica teatral. Hace unos meses se publicó Teatro sobre teatro (Ed. Cátedra), que incluye un ensayo del autor y el texto de ocho piezas. Fue el primer autor que escribió piezas de café-teatro. Algunos grupos independientes y vocacionales han montado algunas de sus obras cortas.

«Cuando entré en contacto con Estados Unidos comenzaron a considerar que mi teatro era underground. Las diferencias entre el underground americano y el español es que el nuestro es realmente subterráneo, mientras que el americano funcionaba libremente y su calidad underground era simplemente una actitud estética y de ruptura. Un teatro como el mío es también un teatro de ruptura estética con el teatro habitual, pero la peculiaridad de su época hizo que fuese realmente auténtico.»

Conflicto y lenguaje

«La diferencia esencial para mí entre el teatro tradicional y el teatro nuevo está en que el conflicto dramático, en el tradicional, reside en las pasiones, en los intereses, en las intrigas. En un teatro como el mío el área del conflicto se amplia y abarca al lenguaje, es decir, que la base del conflicto está en el lenguaje mismo. Esto implica una concepción del espectáculo distinta en la actuación, gesticulación y, plástica escénica; trato de fusionar la expresión verbal y la gestual, como si tratásemos de visualizar las palabras y verbalizar los objetos. Esto es complicado para el director y los actores, pero no presenta ningún, problema para el público.»El nuevo teatro español, que incluye autores como Francisco Nieva, José María Bellido, Luis Riaza, Martínez Mediero, García Pintado, Matilla, Miguel Romero Esteo, empieza a subir a los escenarios comerciales. «Creo que siempre he escrito para el público de mi tiempo. El tiempo que nos ha tocado vivir a mucha gente ha sido calamitososo, con un teatro que era difícil que pudiera funcionar aquí. Esto lo comprendimos más tarde. El movimiento del nuevo teatro, en el que estoy metido, es un movimiento de ruptura con todo el teatro anterior. Un utatro como el mío no refleja el hecho directo, ni hace indagaciones en la historia, ni es biográfico. La estructura de mis piezas es abstracta. Esta abstracción hace que pueda ser trasportable a distintos países, pero es una abstracción poética, donde los.temas y subtemas hacen que la obra funcione como una totalidad poética.»

«A veces, en este país se dice que mi teatro es simbólico. No quiero llevarlo la contraria a tanta gente. Esas mismas gentes no tienen en cuenta que el Quijote también es simbólico, Quevedo en sus Sueños hace juegos simbólicos, así como Calderón. Creo que toda la literatura es simbólica y que el símbolo es una especie de altos hornos poéticos.»

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_