Una explosión imaginaria

No se trata de un libro, totalmente, de Asimov, sino montado, estructurado y sólo parcialmente escrito por Asimov. Pero es un libro estupendo para todos aquellos que disfruten y les interese ese mundo de la explosión imaginativa que es la ciencia-ficción.En rigor, La edad de Oro de la Ciencia-Ficción es la primer parte de una antología de relatos del género, seleccionada por el propio Asimov. Son las historia leídas por él, de niño v adolescente. Un periódo anterior a 1938, fecha en que John Campbell se hizo cargo de la dirección de Astounding Stories. En ese momento se inicia la Edad de Oro con mayúscula, de la ciencia-ficción: una nueva forma de abordar y enfocar el relato, la relación entre ciencia e imaginación y entre la realidad y la utopía futurista. Pero Asimov se detiene precisamente en el umbral de esta etapa para hablarnos de su edad de oro particular, la que corresponde a su adolescencia y juventud, hasta los veinte años.

En cualquier caso, no se trata de una antología habitual. Es, ante todo, un relato autobiográfico del escritor, en el que se van salpicando los cuentos más intensamente ligados a su recuerdo, comentados a su vez con nostalgia o Ironía, según los casos. Las diez historias incluídas en este primer volumen abarcan el periódo 1931-33. Son sus autores, E. Hamilton, N. R. Jones, S. P. Meek, P. Schuyler, C. D. Simak, Ch. R. Tanner, J. Williarnson y L-Manning, nombres que no han alcanzado el esplendor rutilante de los grandes especialistas posteriores del género, pero que tienen esa mezcla de ingenuidad y tosquedad que caracterizó aquella época de la ciencia-ficción- americana.

La edad de Oro de la Ciencia Ficción, nos acerca en consecuencia a los pequeños clásicos de la época, nos da a conocer el ultramicroscópico mundo de Ulm, en Submicroscopio Y Awlo de Ulm, las épicas luchas entre terrícolas y Shawrnitas, en Thumithak de los corredores v Thumithak en Shawm, pero es una puntual aproximación a la biografía infantil y juvenil de Asimov, a la génesis de su personalidad, su trabajo, sus gustos y su trayectoria, cuando todavía no era uno de los más grandes escritores de este tipo de literatura.

La primera parte de la antología se cierra coincidiendo con el punto más bajo de la Gran Depresión económica, transparente en alguno de los relatos, y pocos meses antes del acceso a la presidencia de Fraklln D. Roosvelt.