La Renfe y sus viajes surrealistas
Utilicé recientemente el expreso Madrid-Hendaya, con salida de Madrid a las diez de la noche. Lo que tuve oportunidad de presenciar allí me obliga a ponerle estas líneas.Los vagones de segunda clase estaban rebosantes de gente que se agolpaba en los pasillos y plataformas. Abundaban niños de corta edad y ancianos, que hubieron de hacer el viaje hasta Hendaya (de 6 a 10 horas, según las estaciones en que se incorporaban) de pie y sentados o tirados entre maletas en los pasillos. La casi totalidad de estos viajeros eran trabajadores españoles en Europa, algunos de los cuales llevaban dos días de viaje y a los que, en todos los casos, esperaba luna segunda parte de desplazamiento, bien es verdad que para su fortuna en ferrocarriles no españoles, a diversos puntos de Francia y Alernania.
Usted sabe bien lo que el esfuerzo de estos trabajadores representa para España. ¿Qué razón puede justificar esta actitud por parte de una empresa pública cara a uno de los sectores mas sacrificados del mundo laboral español?
Donostiarra, habiendo estudiado en Madrid, he conocido viajes «surrealista$» en ese tren. Pero nunca había sentido la vergüenza de palpar tan directamente el desprecio,. desinterés e ineptitud (lo demás son disculpas de departamentos de Relaciones Públicas) hacia la clase trabajadora por parte de Renfe.. ¿No era previsible el aumento de viajeros? ¿ No er ' a posible el aumento de'vagones? ¿No se podía, llegado el caso, formar un nueVó tren?
En honor a la verda d, debo señalarle que el regreso en la noche del día 5 ha sido normal. Con casi dos horas de retraso en la llegada a Madrid, es verdad, pero con los viajeros en sus asientos.