_
_
_
_
_
Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pocos presos

Bueno, pues ya han quitado la materia reservada, pero a mí me parece que estábamos mejor como estábamos, porque en seguida han empezado a saberse cosas que no conviene. Por ejemplo, lo de la población pena¡ española. O sea que tenemos pocos presos, que lo ha dicho don Landelino Lavilla en el Consejo de Ministros. Y se creerá que ha hecho una gracia.El día uno de este mes teníamos menos de diez mil presos en España. Habiendo tantos ladrones por la calle, tantas malesas, tantos soficos, tantos reaces, tantas redondelas, tantos piramidones y tanta Lockheed, a mí me parece un escándalo que seamos el tercer, país con menos población reclusa del mundo, o de Europa, o de donde aea. Pues don Landelino está tan satisfecho, ahí tienen, y lo ha soltado en el Consejo de Ministros como si hiciera una gracia, ya digo. En un país que cuenta con uno de los mayores índices mundiales de fuga de divisas, no sé como se puede envanecer un ministro de Justicia de tener las cárceles desalquiladas. Por eso digo que estábamos mejor con la materia reservada. No te enterabas de las cosas y no te llevabas estos sofocos.

Sólo dos países, en el panorama internacional, tienen menos presos que España. Pues no sé qué países serán esos, pero allí deben andar los bandidos subidos hasta en las copas de los árboles, porque ya no cabrán en los cafés. Aquí, y eso que sólo somos los terceros, te encuentras un defraudador de impuestos o un evacuador de capitales en cuanto sales a comprar el pan.

Que iba yo a comprar el pan, por cierto, y me encontré a un espía croata que tengo en la tele:

-Además de usted, están prohibidos en A Fondo los señores Bardem y Giménez Caballero. Y otros muchos que no recuerdo.

O sea la extrema izquierda y la extrema derecha. Las dos Españas. Entre las dos Españas, la televisión, ecléctica, se queda en Prado del Rey.

-Y yo, que no soy de ninguna de las dos Españas, pero que tengo el corazón machadianamente helado, también estoy prohibido. Congelado, que dicen en la tele, para mayor semejanza con la sentencia del poeta. Por el camino que vamos, van a ser más los congelados por la censura que los congelados en Carabanchel y otros frigoríficos nacionales.

¿Cómo habiendo tanto especulador por la calle, tanto agionista, tanta suspensión de pagos y tanto telar sin lanzadera, se atreve don Landelino a romper la materia reservada y decirnos que en España ya casi no quedan presos? Nueve mil y pico a lo que parece. He estado echando cuentas. Entre gitanos, robagallinas, proxenetas, chorizas, mecheras, toco-mochos, amnistiados en trámite y amnistiados sin trámite, más o menos me salen los números. O sea que de los grandes delincuentes nacionales, no hay ni uno en la cárcel. Quitando el Lute, que más que un delincuente es ya un daguerrotipo.

Lo que el país está esperando de la justicia es la lista de la Lockheed, en defecto de otras listas que nunca existieron, para quedarse de una vez tranquilo sabiendo que los famosos regalos navideños a los compradores españoles no fueron más que anguilas de mazapán. Y lo que se nos da, de pronto, es la noticia desoladora de que las cárceles están vacías. Pues que las llenen, que mano de obra criminal no falta. Y al señor Lavilla que le pongan otra vez la materia reservada para que no nos dé más estadísticas desmoralizadoras.

Me llama el gran realizador argentino Torre Nilsson, que quiere que hagamos una película. Ya sé el tema que le voy a proponer: el Lute, que está en el penal como el solitario de Spandau, en un país en el que no se puede dar un paso de tantos ladrones como andan por la calle. Sobre todo en las horas punta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_