_
_
_
_
_

Arde un hospital en Belfast, en el que se guardaban armas de terroristas

Juan Cruz

El único hospital forense que la policía tenía en Belfast fue destruido ayer por un incendio que al parecer fue provocado. La policía guardaba en el hospital numeroso material relacionado con actividades terroristas llevadas a cabo en la provincia. Algunas de las pistolas y municiones almacenadas allí correspondían a sumarios pendientes de consideración, aunque la mayor parte de los detalles relativos a ese material habían sido ya recogidos y escritos por los expertos forenses.Si el incendio fue provocado por extremistas, esto indicaría que las organizaciones paramilitares católicas o protestantes vuelven a buscar objetivos bien estudiados para llevar a cabo sus atentados, abandonando los ataques indiscriminados que se han intensificado desde que comenzó el año, aunque las fuerzas armadas siguen siendo el blanco principal.

Ayer continuaron las manifestaciones violentas de miembros del UDA (Ulster Defense Association), de tendencia unionista, que protestan contra el trato que reciben compañeros suyos en la cárcel de Maze, en Belfast. Sus líderes han dicho que no cesarán en sus actividades violentas mientras el Gobierno no ordene una investigación en torno a esas acusaciones. Las actividades consisten en secuestrar e incendiar autobuses en el centro del área protestante de Belfast.

Por otra parte, en el Eire, el presidente de la República de Irlanda quiere asegurarse de la constitucionalidad de las leyes que acaba de aprobar el Parlamento para combatir la amenaza terrorista. El presidente O'Dole quiere que el Consejo de Estado estudie aquellas leyes y establezca si van o no contra la Constitución vigente en la República. El Consejo se reunirá el próximo jueves. No se espera que las leyes, que incluyen severas condenas para miembros del IRA y conceden poderes especiales al Ejército y a la policía para perseguir a sospechosos, sean revocadas, pero no cabe duda de que su puesta en vigor se va a retrasar considerablemente.

Entretanto, el estallido de varias bombas en el centro de Belfast, ayer, coronó la primera semana de Roy Mason en su nuevo destino de ministro para Irlanda del Norte.

Las bombas, que inician el habitual fin de semana violento del Ulster, explotaron en tiendas particulares y en dependencias de la policía, incendiando los laboratorios de esta última en el sur de la ciudad.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_