Acto socialista en Valencia
Cuatro libros de autores pertenecientes a la Federación de Partidos Socialistas sirvieron ayer de motivo y pretexto para organizar, uno de los actos políticos, en lo que va de año más importantes del País Valenciano. Representantes del socialismo catalán y gallego, organizaciones USO, Comisiones Obreras, y diecinueve partidos políticos del País Valenciano, adscritos a las líneas socialista y comunista estaban ayer tarde en el teatro de El Micalet.Cada grupo fue mencionado y aplaudido en la presentación -Comisiones Obreras y USO ganaron el cómputo de aplausos. En la mesa presidencial, en torno a la que lucían pancartas y banderas con textos catalanes, castellanos, vascos y gallegos estaba Alejandro Rojas Marcos, por Andalucía; Joan Raventós, por Cataluña; Joan Garcés y Alfons Cuco, representantes valencianos.
Las perspectivas de los socialistas presentes se fueron trasluciendo en las intervenciones de cada uno de los que presidían. Para Rojas Marco la justificación de su presencia radicaba en la existencia en el País Valenciano de doscientos mil andaluces, venidos por razón de la inmigración. Para alcanzar nuestros objetivos como socialistas -dijo Rojas Marco- es necesario, tener en cuenta dos exigencias: no perder nuestro espacio político y no olvidar el horizonte de solidaridad con los distintos pueblos del Estado español. Finalmente Rojas Marco indicó que su no presencia en Coordinación Democrática se debe a que, en dicho organismo, no tienen claro el reconocimiento de autodeterminación de los pueblos de España.
Joan Raventós, líder socialista catalán habló de la necesidad de ir a por un socialismo nuevo que transfiera el poder del Estado y la economía al pueblo trabajador, mediante la autodeterminación de los pueblos del Estado español y la autogestión como clave del sistema socialista.
Joan Garcés, asesor político del que fuera presidente de la república chilena, doctor Allende, insistió en la necesidad de establecer una estrategia consistente en un bloque social, integrado dentro del sistema político-militar-capitalista, para ello se tendrá que disponer de los medios materiales necesarios y de un mandato explícito del pueblo expresado democráticamente.
La concreción de esta estrategia la resumió en cinco puntos: establecimiento de libertades públicas; necesidad de negociar la apertura con los sectores propiamente aperturistas del poder; referéndum no manipulado; denunciar la ley de asociación política.
