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La Iglesia tiene que aprender a no ser impositiva

«En España ha dominado una situación de excesiva identificación entre la Iglesia y las realidades sociológicas, pero esa política no ha servido porque «sólo desde la fe personal se puede vivir libre y sinceramente una vida en verdad cristiana, diferente... Las Instituciones civiles tienden cada vez más a regirse por las convicciones racionales, que son patrimonio común de la población. La Iglesia tiene que aprender a no ser impositiva. El sistema de nacionalismo lleva sin remedio al empobrecimiento religioso de la Iglesia y al autoritarismo político».La imagen de una Iglesia que busca y que intenta salir de la actual situación del país es la imagen que dan del catolicismo siete teólogos de la vanguardia católica española en un documento que acaba de ver la luz pública: Afirmaciones para un tiempo de búsqueda.

Firman el documento Ricardo Alberdi, Rafael Belda, Olegario Fernández de Cardenal, Juan, Martín Velasco, Antonio Palenzuela, Fernando Sebastián y José María Setién. Lo que intentan con su documento es «hacer algunas afirmaciones claras y explícitas sobre lo que son realidades cristianas fundamentales, detectar las ambigüedades históricas de nuestra Iglesia y mostrar lo que "son imperativos mayores específicos dentro de una sociedad democrática, pluralista y secularizada».

Se denuncia claramente y sin ambages el continuismo que se quiere prolongar sin más formas y valores de la configuración cultural y eclesiástica propia de otras épocas» y también esa otra postura de «desconexión absoluta con la historia anterior, esperando que las nuevas situaciones culturales e histórico-políticas nos traigan automáticamente una especie de renacimiento de la fe, como resultado natural de los nuevos valores y conquistas".

Tras el no a la Iglesia, anclada en el tiempo perdido, y el no a una Iglesia desarraigada en el tiempo, los firmantes postulan una conexión con los orígenes «junto con la necesaria libertad para recrear una expresión contemporánea, que sea significante y que permita la integración de la experiencia histórica y de la experiencia creyente en el corazón del cristiano »

La afirmación del pluralismo es nota constante a lo largo del documento. «La confesión del verdadero Dios es fuente de libertad, se dice y la libertad genera el pluralismo. "No todas las situaciones son igualmente justas para el hombre, pero en todas ellas, en la felicidad y en el dolor, en la abundancia y en la pobreza, en la vida y en la muerte, tiene el hombre la posibilidad y la necesidad de invocar a Dios y de confiar en él».

Esta es la base teológica que permite al documento Afirmaciones para un tiempo de búsqueda transformase en su final en compromiso. «Para poder subsistir en una sociedad desarrollada, democrática y pluralista -dicen los firmantes- la Iglesia debe apoyarse en los elementos estrictamente religiosos de su propia identidad: aceptación del Evangelio y conversión a Dios, celebración sacramental de la salvación y vida fratema en el Espíritu Santo».

Es precisamente esa fraternidad la que se ve lesionada en la sociedad española. «Entre nosotros, y más marcadamente en estos últimos años del desarrollo, no hemos puesto suficientemente de relieve las contradicciones que existen entre algunos de los criterios del capitalismo y las exigencias primordiales del Evangelio». Por eso, en el ánimo, explícito, de los autores del documento está el recurso a la acción política.

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