Desestimada una querella contra altos cargos de Crédito y Caución
La querella por el supuesto delito de estafa interpuesta por José María Gil-Robles, en nombre de la Asociación de Proveedores de Matesa, contra José Ramón Benavides, Fernando Benzo y José María Latorre, en su calidad de directores de la Compañía Española de Crédito y Caución, que aseguró los préstamos concedidos por el Banco de Crédito Industrial a Matesa ha sido desestimada por la sala segunda del Tribunal Supremo, por auto de fecha 26 de abril pasado.
La parte querellante ha interpuesto contra dicha resolución recurso de súplica, el cual ha sido admitido a trámite con fecha de 6 de mayo pasado por la citada sala del Tribunal Supremo. En el auto por el que se desestima la querella, se afirma que «el incumplimiento posterior de las obligaciones de resarcimiento es conducta inexcusable, sin duda, para la aseguradora, por la circunstancia de que los contratos presentados por Matesa no eran verdaderos y lícitos, sino falsos y simulados, habiendo sido creados como elementos más de la mise en scene destinada a simular importantes ventas en el extranjero, consiguiendo así de los órganos rectores del Banco de Crédito Industrial la concesión de unos créditos de miles de millones de pesetas, con el inicial y decidido propósito de no pagarlos».El auto especifica, además, que lo que la empresa Matesa aseguró en Crédito y Caución «no fue un contrato de préstamo, sino un delito de estafa ya consumado, con lo que desnaturalizó el contrato aleatorio del seguro, puesto que la compañía aseguradora no estaba garantizando al Banco de Crédito Industrial la concesión de unos créditos contra un futuro y eventual perjuicio, sino que lo que aseguraba era un daño ya causado de carácter delictivo, faltándose además por el asegurado al preceptivo deber de información, lo que pone de manifiesto una mala fe, al momento de celebrarse el contrato.
