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Japón JAP
1 (1)
Daizen Maeda 42'
Croacia CRO
1 (3)
Perisic 54'
Finalizado

Dominik Livakovic, héroe croata ante Japón

El portero balcánico detiene tres penaltis en la tanda decisiva contra un equipo nipón mejor y clasifica a la vigente subcampeona a los cuartos del Mundial

Lorenzo Calonge

Se llama Dominik Livakovic, tiene 27 años, mide 1,88 y pertenece al Dinamo Zagreb. Ya es historia del fútbol croata y en los anales del Mundial también tendrá su página tras detener tres penaltis en la tanda decisiva de octavos contra Japón. Su portentosa actuación arruinó a un conjunto nipón que pesó más durante toda la tarde. Pero dio igual la trama anterior. En el duelo desde los 11 metros, se levantó como un gigante y disparó a su selección a cuartos, donde se cruzará con Brasil. Solo tres guardametas habían parado tres penas máximas en el desempate de una Copa del Mundo: precisamente otro croata, Danijel Subasic, por amargar a Dinamarca en 2018, y el portugués Ricardo, que frenó a Inglaterra en 2006. Livakovic ascendió este lunes a ese trono.

JAPJapón
1
Gonda, Maya Yoshida, Takehiro Tomiyasu, Shogo Taniguchi, Hidemasa Morita (Ao Tanaka, min. 105), Wataru Endo, Junya Ito, Yuto Nagatomo (Kaoru Mitoma, min. 63), Daizen Maeda (Asano, min. 63), Ritsu Doan (Minamino, min. 86) y Daichi Kamada (Hiroki Sakai, min. 74)
CROCroacia
1
Dominik Livakovic, Gvardiol, Lovren, Borna Barisic, Juranovic, Kovacic (Nikola Vlasic, min. 98), Brozovic, Modric (Lovro Majer, min. 98), Kramaric (Pasalic, min. 67), Perisic (Mislav Orsic, min. 105) y Petkovic (Ante Budimir, min. 61)
Goles 1-0 min. 42: Daizen Maeda. 1-1 min. 54: Perisic.
Árbitro Ismail Elfath
Tarjetas amarillas Kovacic (min. 89) y Borna Barisic (min. 115)

Este joven que no llega a un 1,90 negó de forma casi consecutiva a Minamino, Mitoma y Yoshida. No dio opción ni a llegar al quinto turno. Únicamente lo batió Asano. En el bando balcánico ya no quedaban para lanzar Modric, Perisic ni Kovacic, sus apellidos más ilustres, sin embargo, encontraron desde los 11 metros la pericia y el alivio que no tuvieron en toda la sesión, muy incómodos ante el despliegue asiático. Únicamente cedieron el fallo al palo de Livaja y un minuto después volvió a surgir Livakovic para zanjar la cuestión. El tanto final de Pasalic mandó al garete a Japón.

Otro trauma para los nipones, que siguen sin pisar los cuartos, y encima en Doha, su ciudad maldita, donde protagonizaron una “tragedia” en 1993 que no han parado de recordar estos días, cuando se quedaron sin Mundial de Estados Unidos en el descuento del último encuentro. Ya tienen otra para la colección. La vieja Europa representada por la vigente subcampeona sobrevivió a todos sus intentos. Hasta la exhibición de Livakovic, los balcánicos colgaron, sobre todo, de Perisic. Poco se supo de Modric. El madridista vivió en el filo de su última aparición mundialista, pero todavía le queda una penúltima bala. Como siempre en su carrera.

Desde el minuto uno, el choque palpitó al ritmo japonés, que de entrada exhibió un muestrario de su variado catálogo. La primera parte la empezó atrás y saliendo como perdigones a la contra, y la terminaron amasando posesión. Un equipo imprevisible. Capaz de figurar en los libros como el que menos balón tocó en un partido de una Copa del Mundo (17,7% ante España) desde que hay registros (1966) como de celebrar al borde del descanso después de un rato al toque. Así llegó el gol de Maeda, que se aprovechó de la quiebra de los dos centrales croatas. El veterano Lovren (33 años) y el emergente Gvardiol (20) no mandaron dentro del área como se les demandaba y el menudo atacante del Celtic (1,73) se lo hizo pagar.

Poco de Modric

De una forma u otra, todo transcurría por el carril que querían los nipones. ¿Qué se sabía de Modric? No mucho. O no le llegaba el balón o lo hacía de espaldas. Media hora tardó en filtrar un pase con el exterior. Los balcánicos no le encontraban el truco a la tarde y sus mejores opciones llegaron en un patinazo de Tomiyasu, que se la regaló a Perisic, y en una prolongación del zurdo del Tottenham que no cazó Kramaric. Incapaces de hacer daño al toque, probaron con un par de pelotazos.

En la otra orilla, los asiáticos no se habían demorado en amenazar de verdad. Para el minuto tres, Taniguchi ya dispuso de un cabezazo claro, al instante Maeda hostigó a Livakovic, poco después no atrapó por una micra un centro de Ito, y Kamada no atinó a colocarla al palo largo. Así que cuando Lovren y Gvardiol hicieron aguas, nadie se frotó los ojos.

Dominik Livakovic celebra junto a varios de sus compañeros el pase a cuartos.
Dominik Livakovic celebra junto a varios de sus compañeros el pase a cuartos.Ricardo Mazalan (AP)

El plan de gestión asiático no fue esta vez como frente a España. No hubo cerrojazo, como demostró Kamada en la primera acción tras la pausa. La segunda mitad, en realidad, discurrió movida. No sobraba el fútbol, pero no le faltó cierto brío. Seguía sin haber excesivas señales de Croacia, aunque los subcampeones no necesitaron avisar. Simplemente, golpearon. Sobrevoló un balón aéreo que no parecía ir a ningún sitio y Perisic se sacó un cabezazo poderosísimo para empatar. La acción multiplicó la figura del zurdo del Tottenham frente al resto. Modric apenas dejó un tiro desde la frontal.

Detectada la primera vía de fuga nipona, Zlanko Dalic dobló la apuesta con el osasunista Ante Budimir, un tipo de área, pero ese camino tampoco le sirvió y se corrigió en la prórroga retirando al osasunista. Pasado el tiempo, también prescindió de Modric, Kovacic y Perisic, casi nada. Sin ellos se jugó las barbas en un desenlace que necesitaba un héroe. En el bando que fuera, pero un héroe. Ese fue Dominik Livakovic.

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