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Pecco Bagnaia logra su primera victoria al esprint en el GP de Portugal

MotoGP estrena las carreras cortas del sábado por la tarde, puro espectáculo, con una competición a toda mecha donde las Ducati marcan el ritmo y Marc rescata a Honda con un sorprendente tercer puesto

Jorge Martín, Pecco Bagnaia, Jack Miller y Marc Marquez durante la carrera al sprint del Gran Premio de Portugal, este sábado.
Jorge Martín, Pecco Bagnaia, Jack Miller y Marc Marquez durante la carrera al sprint del Gran Premio de Portugal, este sábado.MARCELO DEL POZO (REUTERS)

La primera carrera a esprint de la historia del Mundial de MotoGP —la mitad de vueltas, la mitad de puntos a repartir, toda la emoción, y casi ninguna estrategia: fórmulas de puro espectáculo para recuperar el interés perdido por el público— la ganó el número uno, el vigente campeón del mundo Pecco Bagnaia. A lomos de su Ducati, la máquina que todos envidian en el paddock, el turinés tiró de galones para batir a su compañero de marca, Jorge Martín, con una pasada de superclase en la última vuelta. Marc Márquez, más pillo que nunca ante la falta de músculo de una Honda en horas bajas, capitalizó su pole position, esa que había logrado con otra pillería apenas unas horas antes, para aguantar el ritmo de los mejores y sacar petróleo de los errores ajenos.

En 12 vueltas a cuchillo, los pilotos exprimieron al máximo sus monturas y hasta siete corredores llegaron a las últimas vueltas con opciones de ganar la carrera. Hubo espectáculo y adelantamientos por un tubo, sin estrategia o ritmos guardados para conservar la goma. Era lo prometido y no decepcionó, nadie se reservó. Nadie se guardó nada. Hubo hasta cinco caídas, y el fuego amigo entre las Ducati de Luca Marini y Enea Bastianini, que acabaron por los suelos, abrió las opciones para el resto de marcas. El nuevo compañero de taller de Bagnaia se llevó la peor parte al fracturarse la escápula derecha en la caída y se perderá tanto el GP de Portugal como el GP de Argentina la próxima semana.

La lucha por la victoria fue más abierta de lo esperado en cuanto a fabricantes, con la irrupción de la Honda del 93 o la KTM del australiano Jack Miller. El ídolo local, Miguel Oliveira, acarició para Aprilia un podio que se dejó en la última vuelta, con una pasada de frenada que supo aprovechar un Márquez muy atento a los pequeños detalles. Lo que no puso la moto japonesa lo puso el de Cervera, a la postre gran protagonista y animador de la jornada con su inesperada primera posición en la parrilla y su rendimiento por encima de todo lo esperado. Una quinta posición era lo realista, como él mismo reconocía, pero al final subió al podio ante el jolgorio de los suyos.

Joan Mir, que se cayó en la primera vuelta y arruinó la carrera a Fabio Quartararo, definió a la perfección la doble cara de las Honda, tan solo arriba por el talento puro del ilerdense, capaz de sacar siempre un poquito más de lo que parece lógico. Casi sin tiempo para pensar, el espectáculo dejó ya los primeros puntos del campeonato más largo y duro de la historia. El ganador se llevó 12 y cerró con un puntito, en la novena plaza, un Álex Márquez rápido pero inconsistente en su estreno con Ducati. Los sábados repartirán este año un tercio de los puntos en juego en el campeonato del mundo, y visto lo visto prometen una dosis añadida de emoción pura

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