El Valencia aparta momentáneamente al futbolista Rafa Mir, en libertad acusado de agresión sexual

El Valencia ha decidido apartar a Rafa Mir de la plantilla, que esta tarde (18:00) reanuda los entrenamientos después del fin de semana libre por el parón de la competición, y estará sin jugar de manera indefinida. Un castigo, según informa la Cadena Ser, de al menos dos partidos y adoptado personalmente por su entrenador. Rubén Baraja le ha transmitido su decepción por lo sucedido el 1 de septiembre en la reunión que esta mañana han tenido varios representantes del club con el jugador, al que se le ha informado que también tendrá que pagar una multa. Eso sí, la entidad no rescindirá el contrato con el delantero cedido por el Sevilla hasta el 30 de junio. Rafa Mir está acusado de un delito de agresión sexual cometido el pasado 1 de septiembre. El jugador, el refuerzo más importante del Valencia esta temporada, fue detenido por la Guardia Civil y puesto en libertad provisional con cargos.

El futbolista de 27 años, que está en libertad provisional con medidas cautelares, ha comenzado esta mañana a acatar las premisas del club y por eso ha compartido en sus redes sociales un comunicado en el que, básicamente, proclama su inocencia y pide perdón al Valencia y a la afición “por incumplir, aunque fuera en un día libre, con el rigor de los horarios que se espera de un profesional y más si cabe tras un inicio de temporada alejado de nuestras expectativas”. El equipo es colista de LaLiga tras cuatro jornadas de competición, en las que solo ha sumado un empate.

El Valencia ha emitido también un comunicado en el que condena la violencia, pero, al mismo tiempo, defiende la presunción de inocencia de su futbolista. “Es solo la Justicia la que debe marcar los tiempos y las actuaciones al respecto del fondo de los presuntos hechos por los que se investiga a Rafa Mir”. Y añade que sanciona al jugador dentro de los límites legales. “El Valencia CF ha analizado la situación desde el punto de vista del régimen sancionador aplicable al ámbito del fútbol profesional y ha decidido acometer medidas disciplinarias”.

La Guardia Civil detuvo al jugador el pasado 3 de septiembre tras la denuncia presentada por una mujer, que relató que fue con una amiga de 21 años a la casa del futbolista y allí fueron agredidas sexualmente por Mir y otro hombre. El jugador pasó la noche en las dependencias del cuartel de la Guardia Civil en el barrio de Patraix, en Valencia, y el juez le dejó en libertad provisional con cargos.

Mir, que dice “confiar plenamente” en la justicia, pidió perdón en el texto que publicó este lunes en X. “Quiero expresar mi más sinceras y profundas disculpas a mi Club, el Valencia CF, al cuerpo técnico, a mis compañeros y principalmente a la afición valencianista, por incumplir, aunque fuera en un día libre, con el rigor de los horarios que se espera de un profesional y más si cabe tras un inicio de temporada alejado de nuestras expectativas”, ha declarado el delantero cedido por el Sevilla —con quien tiene contrato hasta 2026— al Valencia hasta el 30 de junio del próximo año.

El Valencia tiene una situación compleja en sus manos, para la que tiene que contar con la aprobación del propietario del club, Peter Lim, residente en su país, Singapur, y alejado habitualmente de la gestión del día a día. Responsabilidad, esta, que recae en la presidenta, Layhoon Chan, una persona que llegó a pedir en la sede de la ONU “respeto” para las mujeres. El club debía sopesarlo todo y ha consultado con expertos legales las posibles consecuencias de negarle la vuelta a su puesto de trabajo a un profesional al que le asiste la presunción de inocencia, pero que es imposible ignorar la gravedad de los hechos que se le imputan y las posibles repercusiones que puede tener la presencia de un jugador acusado de violación en los diferentes estadios de la Liga.

La culpabilidad o la inocencia del cartagenero Rafa Mir, que en la mañana de este lunes ha estado hora y media reunido en las instalaciones de Paterna, es algo que decidirá la titular del juzgado número 8 de Llíria que lleva la instrucción del caso. El Valencia ya vivió un precedente con Santi Mina, quien tras cinco años de proceso en los tribunales —de 2017 a 2022— fue condenado a cuatro años de prisión por agresión sexual. En su momento, hasta conocer la sentencia, el futbolista siguió jugando (83 partidos en dos temporadas) y llegó, incluso, a ser fichado por el Celta.

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