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El monumental cabreo de Frenkie De Jong

El neerlandés, al que la directiva vuelve a desestabilizar, dispara contra la prensa por la filtración de su contrato

Frenkie De Jong, durante el entrenamiento del Barcelona en el Diego Armando Maradona.Foto: ALESSANDRO GAROFALO/LAPRESSE (LAPRESSE) | Vídeo: EPV
Juan I. Irigoyen

No es un escenario cualquiera para Frenkie de Jong, tampoco lo es el momento de su carrera. En el Diego Armando Maradona, en el que marcó su único gol en Europa, el neerlandés hizo catarsis. Y no tardó ni un suspiro en arremeter contra la prensa: “Estoy muy irritado, cabreado. Se escriben muchas cosas que no son verdad. No sé cómo no os da vergüenza decirlo”. De Jong estaba en la lista del departamento de comunicación del Barcelona para tomar la palabra en la previa del duelo ante el Nápoles. Esta vez, nadie en el club necesitó insistirle (como suele suceder) para que compareciera. Él pidió el micrófono. “Estáis hablando mucho de mi contrato, situación, salario... Todo es humo y mentira”, embistió. Xavi se solidarizó con el neerlandés: “Entiendo perfectamente a De Jong”.

“Dicen que cobro como 40 millones y está muy lejos de la realidad”, expuso De Jong. La conferencia de prensa duró menos de lo estipulado. El club optó por proteger al futbolista. Ya más tranquilo, en las flash-interviews, el 21 aseguró que se había “calentado” más de lo que correspondía. No es la primera vez que De Jong anda colérico con el Barcelona; la presa fácil, en cualquier caso, para el futbolista (también lo fue en su momento para Xavi Hernández) es la prensa. “No culpamos a la prensa de los resultados. No es nuestra excusa. Pero, a veces, sí se cuentan cosas que no son verdad. Cualquier futbolista y persona que está en el Barça siente injusticia. Se explican cosas que no son ciertas. Y lo llevas dentro”, insistió el técnico.

En el vestuario del Barcelona nadie olvida el proceso de desestabilización que vivió De Jong en el verano de 2022. Y hay jugadores como Araujo, Lewandowski, Koundé y Raphinha que creen que desde el club se puede comenzar algo similar para forzar su salida. En aquel momento, la dirección deportiva tenía como objetivo vender a De Jong. La primera alternativa fue hablar con el futbolista. No hubo caso, no quería saber nada de dejar el Barça. “Es el club de mis sueños”, decía. Además, había renovado en octubre de 2020, año y medio después de llegar al Camp Nou, para colaborar con el club durante la pandemia. No fue el único futbolista que había firmado un nuevo vínculo, también lo habían hecho Piqué, Ter Stegen y Lenglet. Sin embargo, los cuatro se habían separado de la lucha conjunta que lideraban los entonces capitanes Messi y Busquets.

Como la primera estrategia no funcionó, en agosto de 2022 el Barça amenazó a De Jong con denunciar esa renovación de contrato. Según el club, había indicios de delito. El asunto quedó en la nada. Sin embargo, el desgaste había alcanzado su pico. De Jong aguantó y hasta se convirtió en un jugador importante para Xavi, sobre todo el curso pasado cuando los azulgrana conquistaron la Liga y la Supercopa. “Para mí es fundamental. Con nosotros ha estado muy feliz y es capital para mi esquema”, describió el técnico. Y miró a los despachos: “Su situación depende del club”.

De Jong, como su entrenador, evitó apuntar a los directivos. “Solo un tipo como Messi puede hacer eso”, recuerda un empleado del Barça, en referencia a la frase del argentino “el señor Faus no sabe nada de fútbol”, cuando el entonces vicepresidente económico del club, Javier Faus, se negaba a revisar su contrato. De Jong fue menos beligerante (públicamente) con los directivos, pero más selectivo a la hora de señalar a quienes lo representan: “¿El club? Para mí el club son mis compañeros, la gente del día a día, el cuerpo técnico…”. Y, cuando le insistieron si era consciente de que la filtración de su contrato salía de los despachos, volvió a evitar la confrontación con Laporta y compañía: “No lo puedo decir porque no lo sé. Espero que no”.

Aunque Deco, el director deportivo, confía en De Jong, el área económica del club lo vuelve a poner en el escaparate. Y lo hace de la misma manera que en 2022. “Es el que más cobra. Y no tenemos fair-play”, se queja un ejecutivo. En los despachos del Barcelona ya no tienen ni idea de cómo arreglar el jeroglífico financiero en el que están perdidos. Cuando aterrizaron en el club, lo más fácil fue apuntar a la herencia recibida por Josep Maria Bartomeu. Después los apuntados fueron los capitanes y sus salarios. El primero en salir fue Messi (140 millones) a los que le siguieron Piqué (40), Busquets (40) y Alba (30). Pero el Barça de Laporta todavía no ha logrado solucionar el desajuste. Y ahora que LaLiga vuelve a desnudar sus limitaciones -según el último informe, el Barça gasta 200 millones más de lo permitido en la plantilla-, la junta azulgrana apunta a De Jong.

Nada nuevo, tampoco la resiliencia del neerlandés para quedarse en Barcelona. “Estoy de maravilla, de 10. Lo estoy disfrutando mucho”, cerró. En la sala de prensa, no se percibió. Hoy hablará en el césped del Diego Armando Maradona.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.
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