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Bozidar Maljkovic: “El baloncesto se ha vuelto loco”

El exentrenador, que este jueves ingresa en el Salón de la Fama español, repasa su filosofía, su etapa en la Jugoplastika, su paso por la ACB y el juego actual

Bozidar Maljkovic
Bozidar Maljkovic, este miércoles en el hotel Kempinski, en Estepona.Álvaro Cabrera
Juan Morenilla

Bozidar Maljkovic (Otocac, Croacia; 71 años) ingresa hoy en el Salón de la Fama del baloncesto español. La gala que celebran en Sevilla la Federación y el diario As premia al exentrenador de nacionalidad serbia, hoy presidente de su Comité Olímpico tras dejar los banquillos en 2013. Boza es una leyenda de la canasta, el técnico cuatro veces campeón de Europa (con la mítica Jugoplastika en 1989 y 1990, con el Limoges en 1993 y con el Panathinaikos en 1996) y que dirigió a cuatro grandes de la ACB: Barça, Madrid, Unicaja y Baskonia.

Pregunta. ¿Cómo es ahora su vida?

Respuesta. Presidir el Comité Olímpico de Serbia es una posición de honor. Somos un país de deporte y tengo 40 disciplinas diferentes a mi cargo. Hemos sido plata en el Mundial de baloncesto y estamos preparando los Juegos de París 2024. Es muy diferente a ser entrenador. Tengo menos estrés, pero trabajo mucho, como toda mi vida.

P. ¿Su mejor recuerdo como entrenador?

R. La primera Copa de Europa con la Jugoplastika, en 1989 contra el Maccabi. Éramos un equipo muy joven. Nunca olvidaré cómo nos recibió la gente en Croacia. Hace poco hablé con Toni Kukoc y recordábamos toda la gente que salió a la calle. Impresionante. Y luego cuando fui campeón con el Limoges en 1993. Fue la sorpresa del siglo. Ganamos al Madrid y al Benetton. Nunca más ha pasado algo así.

P. ¿Usted era duro?

R. Yo no conozco ningún jugador en el mundo, incluido Estados Unidos, que no sea duro. Y tampoco hay ninguno al que yo haya entrenado y con el que no hable. He trabajado en siete países y recibo muchas llamadas. Ser duro es trabajar mucho, no insultar a alguien. Yo nunca he insultado a ningún jugador, yo era su profesor. Aprendí el baloncesto de Ranko Zeravica y del profesor (Aleksander) Nikolic. Yo nunca chillaba. En 20 años jugué muchas finales y no recibí ni una falta técnica. Mi hija Marina sigue esa misma línea. Ha ganado dos veces el Eurobasket como seleccionadora de Serbia y la Euroliga con el Fenerbahçe y ni una falta. Yo no era duro, era trabajador. Entraba al pabellón el primero y me iba el último. Si eso es ser duro, ok. Antes si un entrenador le decía a un jugador que debía trabajar duro, todos le querían. Hoy no le quiere nadie. Los tiempos han cambiado.

P. ¿Y el baloncesto?

R. Hoy no hay tiempo para trabajar, hay demasiados partidos. Estamos copiando a la NBA. En Serbia, si no vas a la selección te atacan mucho, como este año a Jokic, Kalinic y Micic. Algunos no pueden ni casarse. Y el baloncesto se ha vuelto loco. Un jugador recibe hoy el balón y, aunque tenga tiempo, elige un tiro difícil, sin lógica ni razón. El baloncesto es una armonía, bella, bonita, entre buena defensa y contraataque. No me gusta ver un jugador que hace un tiro loco. Michael Young, Louis Bullock y Toni Kukoc nunca jugaban de esta manera. El baloncesto es un juego de inteligencia.

Bozidar Maljkovic, en Estepona.
Bozidar Maljkovic, en Estepona.ÁLVARO CABRERA

P. ¿Cree que los jóvenes hoy están menos acostumbrados al sacrificio?

R. En mi país, sí. Y hay otro problema, faltan entrenadores. Serbia siempre tenía a los mejores técnicos. Ahora hay entrenadores españoles y griegos muy buenos. Me gustan Xavi Pascual y Bartzokas. Piensan como yo. Sus manos se notan en sus equipos.

P. ¿Lo más importante para usted en un equipo?

R. Todo el mundo hablaba de mi defensa, que era muy dura, que había muy pocos puntos. Siempre digo que prefiero ver un partido con pocos puntos, 60, 70, de excelentes defensas, que ver un amistoso como son los encuentros de la NBA: canasta, canasta, canasta y 120-125. Para mí eso no es baloncesto. Mirando a un equipo yo puedo saber si tiene un entrenador serio o no. No quiero decir que yo sea el ídolo de todos, pero eso nos falta. En Serbia el último que ha salido ha sido Shasha Djordjevic.

P. ¿Había una escuela yugoslava?

R. Una escuela como tal, no. Nosotros no aprendíamos de un libro. Había un estilo especial, de pick and roll, pasar el balón… Teníamos entrenadores jóvenes y hablábamos mucho con ellos.

P. ¿Cómo era aquella Jugoplastika?

R. Un equipo increíble. Yo no podía dormir por las noches. Salía a pasear cerca del mar. Vi que había un gran talento en ese grupo y tenía como una especie de pesadilla, que era saber cómo jugar en ataque para aprovechar todas las cualidades que ellos tenían. Utilizar bien a Dusko Ivanovic, a Perasovic, a Dino Radja, a Kukoc… Salió bien.

P. ¿Los mejores jugadores a los que ha entrenado?

R. Michael Young en el Limoges era un jugador completo, fantástico, un chico al que solo le preocupaba el baloncesto, la familia, la iglesia y pescar. Louis Bullock, que lo llevé a Málaga y luego al Real Madrid, era excelente. Dominique Wilkins en el Panathinaikos. Yo comprendí muchas cosas de mis jugadores. Era una simbiosis.

P. ¿Y Toni Kukoc?

R. Un genio del pase. Él decía que una canasta hace feliz a un jugador y que una asistencia hace felices a dos. Hoy es un fenómeno del golf, hándicap cero. Michael Jordan y él jugaban en Chicago ocho horas al día. La mujer de Kukoc se quejaba porque decía que el golf era su otro amor. Hoy Toni y yo no hablamos de baloncesto, hablamos de golf. Yo lo dejé hace siete años cuando empecé como presidente del Comité Olímpico serbio. No tengo tiempo.

P. ¿Qué recuerda de España?

R. Sobre todo a la gente. Valero Rivera, Manolo Rubia, José Vendrell… somos como hermanos. Cuando fui a la Final Four de Belgrado (2022) invité a cenar a Juan Carlos Navarro, Petar Naumoski, Audie Norris, Dino Radja, Epi y Dejan Bodiroga. ¡No es mal equipo!

P. ¿Qué es el talento?

R. Es lo más importante. Si hay algo en lo que el baloncesto se parece al arte es en pasar el balón. Igual que en el fútbol. Un buen pase, leer el juego, eso es arte. Los cinco mejores entrenadores del mundo no pueden ayudar a un chico sin talento.

P. ¿Qué opina de la selección española de baloncesto?

R. No he visto en mucho tiempo una labor de entrenador como la de Scariolo para ganar el oro en el último Eurobasket. Se puede decir que sentó cátedra. Era dominante sobre todos, el mejor. España tiene la mejor Liga de Europa. Antes la italiana era más fuerte. Los mejores entrenadores de mi país iban allí, era Hollywood. Ahora es España.

P. ¿Echa de menos entrenar?

R. Sí, sí. Pero tengo 71 años y tuve unos pequeños problemas de corazón. Por eso acepté trabajar en un comité olímpico.

P. ¿Qué opina de los castigos a los equipos rusos?

R. Estoy en contra del embargo y de la sanción. Yo estudié Derecho. El deporte ha de estar por encima de la política. Cuando la OTAN bombardeó a mi país, Serbia, matando a miles de personas, ¿qué culpa tenían los deportistas de la política de Milosevic para no ir a los Juegos de Barcelona? ¿Qué tiene que ver una patinadora rusa con la política de Putin? Debemos dejar participar a todos, no sancionar, ser honestos. Hablé con el presidente de la UEFA, Ceferin, y piensa igual que yo. Tenemos una oportunidad histórica. Es deporte, no política.

El Salón de la Fama

La tercera edición del Salón de la Fama abre hoy sus puertas en Sevilla a 16 nuevos miembros. Entre ellos, 10 jugadores: Pau Gasol, Laia Palau, Felipe Reyes, Dirk Nowitzki, Wonny Geuer, Fernando Romay, Pilar Valero, Luis Scola, Predrag Danilovic y Natalia Zassoulskaya. Dos entrenadores, Bozidar Maljkovic y Pepu Hernández; dos árbitros, Vicente Sanchís y Ángel Sancha; la Liga ACB y la revista Gigantes del Basket.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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