Raphinha, de la angustia con Xavi a la felicidad con Flick

En los entrenamientos del Barcelona, más físicos y extensos, igual de entregados al balón, Raphinha cambia de piel en los ejercicios que dibuja Hansi Flick. En algunos, calca el trabajo con Dani Olmo por el carril del 10; en otros, se viste de extremo. Hay algo, sin embargo, que no varía el brasileño: su sacrificio para atacar al espacio. “Me siento bien, vengo trabajando duro desde que volví de vacaciones. Sabía que esta temporada era importantísima para mí y trato de ponerme en mi mejor versión”, contó Raphinha, después de la goleada del Barça ante el Valladolid, la más abultada de los azulgrana en la Liga desde que vapulearon al Deportivo en 2016 (0-8), por entonces con Messi, Luis Suárez y Neymar en el once inicial.

No es casualidad que Raphinha hablé de su último verano. Desde que llegó al Barcelona siempre si ha sentido bajo sospecha. No lo ayudaba, según el entorno del jugador, Xavi Hernández. “Le molestaba mucho lo que pasaba con Xavi. Nunca jugaba más de 60 minutos. No tenía confianza del entrenador, ni cuando jugaba, ni cuando entrenaba”, explican fuentes cercanas al futbolista brasileño. Sin apoyo en el cuerpo técnico, Raphinha también perdió la confianza de un sector de los directivos: el club nunca escondió la idea de fichar a Nico Williams. “Por los temas de fair-play por cada jugador que llegue se va a tener que ir otro”, comentaban desde el área deportiva antes del mercado de fichajes.

No le era difícil deducir a Raphinha que su nombre estaba en el escaparate. Sin embargo, el jugador no estaba dispuesto a vender barata su salida, ni siquiera cuando Joan Laporta habló públicamente de la posibilidad de fichar a Nico Williams. Se encontró, en cualquier caso, con un aliado inesperado: Hansi Flick. “Está encantado con Flick. Sobre todo agradecido por la posibilidad de poder jugar más de 60 minutos y por la libertad de moverse en campo, ya sea como mediapunta o como falso extremo”, insisten las mismas fuentes del entorno del jugador. Y mostró su gratitud con goles, esencialmente con esfuerzo. “No me sorprende el nivel de Raphinha, quizás necesita tiempo para anotar otro hat-trick. Tiene nivel para lograrlos más a menudo. Se siente muy libre en el campo, es importante que se mueva para abrir espacios”, explicó Flick. Y Raphinha completó: “No sé si ha sido mi mejor partido, pero sí entre los mejores. Estoy muy contento, es el primer hat-trick de mi carrera y contento de ayudar a mis compañeros”.

La alegría no solo fue para Raphinha en el Barcelona. Dani Olmo, conocido como El Mago en Alemania, volvió a marcar por segundo partido consecutivo, mientras que Lewandowski continúa con su racha goleadora, cuatro goles en la misma cantidad de partidos. “El partido ha señalado que no hace falta que lleguen otros jugadores. El equipo está trabajando duro y este resultado habla mucho de lo que estamos haciendo en este momento. Siempre queremos hacer muchos goles, pero el máximo respeto al rival es marcar goles sin hacer bromas”, completó el Raphinha.

El jugador destaca a la plantilla; el entrenador, al trabajo del director deportivo. “Deco ha traído grandes expertos al staff, el trabajo médico es increíble, todo nos da mucha fuerza, los futbolistas creen que están bien entrenados y que pueden sacar su mejor nivel. Tenemos 12 puntos y no está nada mal, pero el fútbol cambia muy rápido”, expuso el técnico alemán, que recibió la primera ovación de Montjuïc. “Me hace sentir orgulloso que la afición coree mi nombre, pero estamos en el cuarto partido y las cosas pueden cambiar. Con nuestro trabajo queremos hacer felices a los aficionados, hay que seguir, se trata de mejorar tras cada partido, el camino es largo. Me gusta la conexión con la afición, el equipo está al 100% por el Barça, si lo ves en el campo se traslada a la grada, que ve buen juego y trabajo”, cerró el técnico del Barcelona.

Despierta el Barcelona de la mano de Hansi Flick, un alivio para Laporta y compañía, también para una parte del vestuario. Sino que se lo pregunten a Raphinha.

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