Copa del América: Tres años de preparación y tres problemas de última hora
El Orient Express renuncia a su regata por problemas en el sistema de vuelo, el Alinghi Red Bull compite con un mástil viejo tras romper dos veces su palo mayor y Luna Rossa se recupera de un fallo electrónico
“Es una pena no haber podido competir porque necesitamos experiencia de competición”. Quentin Delapierre, uno de los pilotos del Orient Express (Francia), se lamentaba tras la segunda jornada de la Regata Preliminar de la Copa del América de Barcelona. Unos problemas en el sistema de vuelo al inicio de su regata echaron por la borda sus posibilidades. “Nos retiramos”, anunciaron cuando quedaban pocos minutos para iniciar su carrera contra el Team New Zealand. El barco flotaba sobre el agua y los navegantes observaban el interior de unos de los cubículos del AC75 sin reaccionar. Nada que hacer.
Los percances se propagan a las puertas de la Copa del América, que empieza el día 29. Primero fue el mástil roto el martes del Alinghi Red Bull Racing (Suiza) que obliga al equipo a competir con un palo mayor antiguo; el jueves, el Luna Rossa (Italia) perdió el control de su AC75 por un fallo electrónico; y este viernes los problemas de vuelo noquearon al Orient Express. “Es habitual que antes de la Copa del América aparezcan problemas en las competiciones previas”, relativiza Xabi Fernández, medallista olímpico y entrenador del Ineos. Los propios equipos afectados también lanzan mensajes de tranquilidad. “Mejor que ocurra ahora que durante la prueba oficial”, se suma Jimmy Spithill, timonel del equipo italiano
El ajetreo estructural en los primeros días de competición en la capital catalana aflora la fragilidad de unos veleros tan veloces e imponentes sobre el agua como delicados en su interior. Cualquier desequilibrio es un riesgo. Y en la alta competición, los AC75 van permanentemente al límite. “Es alta tecnología y cada día se te rompe algo”, simplifica Sílvia Mas, campeona del mundo de 470 en 2021 y miembro del equipo Sail Team BCN, el equipo español que competirá en categoría femenina. Tras tres años de un meticuloso y secreto trabajo de desarrollo tecnológico e industrial, a los equipos se les aparecen obstáculos en el peor momento: solo falta una semana para el inicio de la Louis Vuitton Cup, la prueba clasificatoria de la que saldrá el finalista que se enfrentará en octubre al Team New Zealand (el Defensor del título, clasificado directamente para la regata decisiva) en el Match final, y el tiempo de corrección se agota. Solo los neozelandeses y el American Magic (Estados Unidos) han esquivado de momento la desgracia, mientras que el Ineos (Reino Unido) admite que aún tienen que descubrir su potencial real.
La parte positiva es que los equipos cuentan con grandes herramientas para encontrar soluciones. El Luna Rossa compitió este viernes a un gran nivel un día después de perder el control del barco y el propio Delapierre se mostró convencido de que el sábado su AC75 volverá a volar. “Esta noche trabajaremos con ello y seguro que estará bien para mañana”, avanzó.
También el Alinghi Red Bull Racing ha encontrado la clave de sus problemas en sus mástiles nuevos. En junio quebró un palo mayor que estrenaba aquella misma jornada, y el martes se volvió a romper una nueva pieza tras pasar únicamente 20 minutos en alta mar. El AC75 apenas había empezado su calentamiento y el mástil se vino abajo arrastrando con él toda la doble vela. La tela cubrió a cuatro de los ocho tripulantes, que tuvieron que salir de sus puestos como pudieron. “Es una suerte que nadie saliera herido”, explican desde el equipo, en referencia a las partículas cortantes de fibra de carbono con la que está construido el componente. Una vez se confirmó que no había daños personales, el equipo priorizó dos cuestiones: por qué se rompen sus mástiles nuevos y si el casco había sufrido afectaciones por su fragilidad, cuestión que se descartó tras las primeras exploraciones.
El análisis de los suizos descubrió que el mástil se rompió en la misma altura, aproximadamente, de la que se quebró en junio. Y siendo una estructura acabada de estrenar, consideran que el accidente tiene su origen en la empresa neozelandesa que suministró el material. “Íbamos a unos 12 nudos, a poca velocidad, y los indicadores que avisan de un exceso de tensión no saltaron”, remarcan. “No fue un problema de navegación nuestro”, sostienen, dando a entender que su proveedor tendrá que dar algunas explicaciones. Sin capacidad para construir una nueva estructura, el Alinghi Red Bull Racing tendrá que usar durante la Copa del América un mástil viejo, como ha hecho en sus dos regatas preliminares. El jueves superaron con facilidad al Orient Express francés y este viernes perdieron con claridad contra el American Magic, uno de los claros aspirantes a llegar lejos.
¿Condiciona la navegación haber roto dos mástiles? “No”, responde contundente Arnaud Psarofaghis, piloto del equipo. “Ya hemos utilizado el actual y estamos seguros que aguantará”, cierra.
Tras el segundo día de competición, el Team New Zealand se sitúa líder de la Preliminar, con tres victorias en tres duelos, por delante del Luna Rossa y el American Magic (dos victorias y una derrota). Alinghi Red Bull Racing (un punto), Ineos y Orient Express (ambos sin puntuar) cierran la clasificación de la prueba, que terminará el día 25. Los neozelandeses superaron a los británicos, el American Magic venció al Alinghi Red Bull y el Luna Rossa pasó por encima del equipo norteamericano antes de que los franceses se retiraran.
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