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Una España al punto descose a Dinamarca

La selección, estructurada a través de las brújulas Aitana y Alexia, explica en el sólido triunfo ante las danesas (0-2) que tiene argumentos para competir ante cualquiera

Jordi Quixano
Mundial Femenino
Paralluelo pugna por el balón ante Stava en el amistoso de España contra Dinamarca.Pablo García/RFEF

Una España para relamerse, una España al punto. Hay mimbres y equipo, también una idea clara para afrontar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, ya a la vuelta de la esquina. Centrales con poderío, laterales de focos largos, un eje que podría ser la palanca que mueve el mundo, extremos rápidas y generosas, además de una nueve inescrutable. Balón por bandera, la táctica aprendida al dedillo en las fases de transición y hasta un repliegue exquisito en caso de apuros. Mucho fútbol y un triunfo sólido ante Dinamarca (0-2), que también estará en el Mundial, penúltima parada antes de atarse las botas en las antípodas.

Sacó el seleccionador un equipo que bien podría salir de la partida en el Mundial —quizá con la inclusión de Irene Paredes, con molestias, por Laia Codina—; sacó, también, una conclusión: España tiene dos brújulas, dos trampolines, dos quarterbacks, dos crupiers que reparten el juego de forma equidistante, desbrozadoras sin igual. Alexia y Aitana, asistentes de escuadra y cartabón, son de lo que no hay, jugadoras que capitalizan todos los ataques, fronteras exigidas para destilar fútbol de salón con frac incluido.

Advertía Jorge Vilda que quería una España reconocible y en Copenhague se aclaró que argumentos no le faltan. Además de ejecutar una presión alta de lo más eficaz, siempre jugó el equipo con la idea de sacar limpio el balón desde la raíz, con Teresa Abelleira insertándose entre las centrales para provocar desajustes en el rival, para encontrar a Alexia o Aitana.

Y desde ahí España desplegaba las alas. Bien lo podían hacer las laterales reconvertidas a carrileras para que las extremos ocuparan su hueco; bien podían encontrar directamente por la derecha a Paralluelo —una sprinter reconvertida pero con buen pie, no como Usain Bolt, que intentó hacerse un hueco en el planeta fútbol tras su retirada— o a Mariona por la izquierda; o bien podían saltarse una línea y encontrar a Jennifer Hermoso, una nueve muy completa porque tanto le daba salirse de zona para hacer arrastres y generar espacios que quedarse en el sitio para absorber rivales y jugar de espaldas a portería.

ESPAÑA, 2 - DINAMARCA 0

Dinamarca: Christensen; Sevecke, Ballisager, Gevitz (Madsen, m. 64), Stava (Snerle, m. 77); Hasbo (Veje, m. 77), k. Holmgaard, Moller Kühl; Thomsen, Pernille Harder (Bruun, m. 77) y N. Sorensen (Gejl, m. 64).


España: Misa; Ona Batlle, Laia Codina, Ivana (Rocío, m. 73), Olga (Oihane, m. 58); Aitana, Abelleira (María Pérez, m. 79), Alexia (Esther González, m. 58); Paralluelo (Redondo, m. 73), J. Hermoso y Mariona (Athenea, m. 58).


Goles: 0-1. M. 7. Ona Batlle. 0-2. M. 53. Paralluelo.


Árbitro: Maral Mirzai (Suecia). No mostró ninguna amonestación. 


Gladsaxe Stadion. Unos 6.000 espectadores.

En una de esas, tras un taconazo suyo, Paralluelo la enganchó desde fuera del área, pero el balón se marchó alto. Pero Aitana y Alexia tenían para todas. Como ese pase de Aitana a Ona que sacó un centro que Jenny no pudo rematar por los pelos; como ese de Alexia para Olga que no supo definir ante la portera; o como ese centro frontal de Aitana que acabó por dejar sola a Alexia ante la guardameta, situación fallida porque remató al bulto. Pero siguió la jugada y Mariona lanzó un par de recortes en el costado izquierdo para dar el pase al balcón del área, para encontrar a una Ona Batlle que estaba fuera de sitio pero no de juego, pues soltó un disparo raso y seco, con el interior del pie para batir a Christensen.

No encontró Dinamarca la hoja de ruta hacia el otro lado de la red, que de inicio trató de jugar desde atrás —cambió de táctica ante la presión española— y después se apoyó en Thomsen para sacar centros por la izquierda, nada que incomodara a Codina e Ivana, nada de lo que pudiera sacar provecho la fabulosa Pernille Harder —elegida mejor jugadora europea de la década por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol—, infructuosa en su lucha contra los molinos de viento, también en el marcaje-lapa de Codina, desatinada al rematar una falta lateral en la única ocasión danesa, amén de un disparo lejano de Gejl.

España tenía más pegada y eso explicó Alexia —con el pelo rosa a lo Rapinoe para cumplir la promesa que hizo si el Barça ganaba la segunda Champions— a la salida de un córner, control y zapatazo que solo el poste se atrevió a escupir. Lo mismo le sucedió a Esther González con un remate al palo. Y se subrayó de nuevo Alexia con otro desmarque de ruptura en una contra catapultada por Jenny, pero le falló de nuevo la mirilla. No así a Paralluelo en otro contragolpe impulsado por Jenny, quiebro ante una portera indecisa en la salida y gol para definir que esta España tiene muy buena pinta, que antes del Mundial está para chuparse los dedos.

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