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LIGA SANTANDER
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¿Qué será del Barça?

El club azulgrana vive atrapado en una situación perversa: su salud deportiva y social contrasta con su crítico momento económico en vísperas de cerrar el ejercicio 2022-2023

Xavi Hernández
Xavi Hernández, durante la rueda de prensa previa al Barcelona-Betis de este sábado.Enric Fontcuberta (EFE)
Ramon Besa

No se sabe qué será del FC Barcelona. El club azulgrana vive atrapado en una situación perversa: su salud deportiva y social contrasta con su crítico momento económico en vísperas de cerrar el ejercicio 2022-2023. La coyuntura exige una política de austeridad y reducción de gastos que afectará tanto al personal de la entidad como a unos equipos profesionales y a unas secciones amateurs que necesitan precisamente dinero para aumentar su competitividad y sostener una marca Barça que todavía permite negociar operaciones como la remodelación del Camp Nou.

Invocar a Messi permite ganar tiempo a la espera de que el equipo gane la Liga. Los azulgrana reciben este sábado al Betis (21.00 horas) después de una derrota en Vallecas que cuestionó el juego y abrió el debate sobre los fichajes que se precisan para regresar con garantías a una competición europea que está amenazada por la UEFA a causa del caso Negreira. La asistencia al estadio está condicionada por el puente del 1 de mayo y se duda sobre el número de asistentes al Camp Nou. Hay en cualquier caso un cierto descontento social por las consecuencias del Espai Barça.

La reducción y subida del precio de los abonos por el traslado la próxima temporada a Montjuïc a causa de la remodelación de Camp Nou ha generado tanta controversia que la directiva se plantea distintas alternativas, de acuerdo con el anuncio realizado el jueves por el vicepresidente económico Eduard Romeu. La necesidad de ingresos, condicionada por la reducción del aforo del estadio —de los 95.000 espectadores del Camp Nou a los 49.500 del estadio olímpico que incluyen a los 27.300 abonados del Barça— no permite demasiadas concesiones a la junta de Joan Laporta.

Las pérdidas que ocasionará el cambio de escenario se han evaluado en 55 millones, cifra de peso para un club que tiene un desajuste ordinario de 200 millones —900 de gastos por 700 de ingresos— y cuya deuda asciende a unos 1.400 millones brutos —700 netos— al tiempo que precisa reducir 200 millones de una masa salarial de 625 millones. El acuerdo de financiación por el Espai Barça, cifrado en 1.450 millones ya se vio acompañado por la noticia de que el Barcelona ha decidido no renovar el contrato con Telefónica y por tanto el 30 de junio dejará de emitir Barça TV.

Las medidas a la desesperada se aplicarán también con muchos empleados y en las nóminas —o salidas— de algunos jugadores de los distintos equipos profesionales que ahora compiten por los títulos —el Barcelona es líder en la mayoría de ligas y aspira a disputar los títulos europeos en baloncesto, balonmano, hockey patines y fútbol femenino, ya finalista de la Champions. La penuria económica ha fomentado la incertidumbre deportiva y social cuando todavía queda por resolver el Barçagate y Laporta intenta atenuar el impacto del caso Negreira.

El reto inmediato es evitar que el equipo sea sancionado por la UEFA antes de ser juzgado y no pueda participar en la próxima edición de la Liga de Campeones. La clasificación está asegurada en la cancha después de que el equipo sea líder con 11 puntos de ventaja cuando faltan siete jornadas para acabar la Liga. El objetivo es ahora ganar los dos próximos partidos en el Camp Nou, frente al Betis y el martes contra Osasuna, ahora que Xavi puede contar ya con Christensen y Dembélé —ausente 17 partidos— y alinear a los once que ganaron la Supercopa al Madrid: 3-1.

“Hay que recuperar sensaciones después de jugar nuestro peor partido futbolístico contra el Rayo”, expuso Xavi. “Necesitamos reaccionar y volver a nuestro modelo de juego y valores”, prosiguió el técnico, que solo tiene la baja de Sergi Roberto. El entrenador, sin embargo, se molesta si se le pregunta sobre si la Liga se le está haciendo larga: “No lo entiendo; la pasada temporada sí que fue una eternidad. Ahora veo la clasificación y estoy feliz, me lo paso bien en esta Liga. Lo que ocurre es que tienes que ganar y convencer, pero ¿a quién?”, acabó Xavi.

Los azulgrana aspiran a completar un buen encuentro para acabar con una semana complicada en el Camp Nou. El ambiente se ha enrarecido aún más cuando se supo que en la última encuesta encargada desde el club se pregunta a los socios qué modelo de club preferiría para el FC Barcelona. Las opciones incluyen la posibilidad de una Sociedad Anónima Deportiva u optar por una fórmula mixta en la que el 51% sea de los socios, la alternativa de la Bundesliga. La demanda ha sorprendido después de que la directiva repita que no se cuestiona el actual modelo del Barça.

La sombra de la SAD se presenta cada vez que se expone un proyecto —el más discutido ha sido el Espai Barça y la adjudicación de las obras a la empresa turca Limak—, se habla de fondos de inversión y se admite la dificultad para activar más palancas (hipotecas) de las cuatro ya puestas en funcionamiento desde la vuelta a la presidencia de Laporta en 2021 para afrontar las deudas millonarias heredadas del mandato de Josep Maria Bartomeu. ¿Qué valor tiene hoy el Barça? Las últimas cifras que se han barajado son del orden de 4.500 millones.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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