Así hemos contado la victoria del Real Madrid sobre el Chelsea en los cuartos de final de la Champions League
Un doblete del brasileño en la vuelta de cuartos confirma el pase a los de Ancelotti, que ya esperan a City o a Bayern en semifinales
El Real Madrid ha sellado ante el Chelsea su pase a las semifinales de la Champions League. Los blancos, que ya gozaban de una renta de dos goles de la ida, se han impuesto por 0-2 también en Londres y ya están en la penúltima ronda de su competición fetiche. Ancelotti ha repetido el mismo once del partido de ida. Rodrygo ha abierto el marcador al inicio de la segunda mitad y ha sentenciado la eliminatoria en el tramo final, al culminar una gran jugada coral. En el conjunto londinense, Joao Félix y Sterling han entrado en la segunda mitad tras ser suplentes. Kanté y Cucurella han tenido las más claras de los ingleses, que podrían haberse metido en la eliminatoria pero se han encontrado con Courtois en todo momento. El partido ha llegado horas después del polémico vídeo publicado por el club donde habla de ayudas del franquismo al Barcelona, como respuesta a Laporta, que habló del Real Madrid como “el equipo del régimen” en su rueda de prensa sobre el Caso Negreira. El Rey emérito, en Londres antes de su visita a Sanxenxo, está en el estadio londinense para presenciar el encuentro. Rodrygo, autor de los goles, se ha mostrado pletórico tras el encuentro: “Somos el mejor equipo del mundo. No sé explicar lo que siento en esta competición. Es muy especial para mí”.
Hasta aquí el directo
Esto ha sido todo por hoy. Ha sido un placer seguir el partido con ustedes. Hasta la próxima.
Al inicio de la velada, Carlo Ancelotti y Frank Lampard volvieron a fundirse en un abrazo, aunque esta vez con la seriedad que impuso la tensión del momento. Nada que ver con esa noche de mayo de 2011, cuando la vieja guardia del Chelsea de entonces se llevó a Carletto a cenar y a tomar unas copas por Londres para agradecerle los dos años que habían pasado con él tras el despido fulminante de Roman Abramóvich. Fue la primera vez que al técnico italiano le ocurría algo así.
Cuando el público mira a Vinicius, el rival echa la mirada inquieto a la izquierda y el Madrid manda a sus obreros a la derecha a cavar zanjas. Así fue como llegó el gol del Madrid. Había un páramo por recalificar cuando Rüdiger, con maneras de concejal de urbanismo de ciudad de costa, mandó una comisión de gobierno a Rodrygo para que levantase una torre. El brasileño arrancó como un balín mirando de reojo a su marca, calculando su velocidad y su fuerza, calculando las ganas que tenía de tirarse al suelo, que eran muchas. Hay en la carrera por un balón mortal entre un delantero y un defensa tantas pequeñas batallas psicológicas que dan ganas de que no lleguen nunca, pero allí se citan. Llegó Rodrygo de tal forma que, para cuando se fue con el balón, su rival estaba desparramado, batido.
Entre las costumbres del Real Madrid en esta época está la de presentarse en la semifinal de la Champions, tanto da si lo hace con la agonía milagrera del curso pasado, con la seguridad con la que se deshizo del Liverpool en octavos y con la que solventó la ida de cuartos contra el Chelsea, o agazapado mientras los ingleses le buscaban las vueltas en Stamford Bridge. Da igual. Ya está en semifinales, a la espera de si el Manchester City recoge en Múnich lo que sembró con el 3-0 en casa y vuelven a verse en el escalón anterior a la final. Como el año pasado. También como entonces, apareció Rodrygo para desatascar un encuentro contra el Chelsea, de nuevo el enamoramiento del brasileño y la Copa de Europa para impulsar al Madrid.
El terror de los equipos ingleses: el dato
El poderío del Madrid pasa por encima de la Premier League.
La alegría de Carvajal
Buen partido del lateral derecho. Carvajal rindió a un gran nivel.
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