Ceballos y De la Fuente se vuelven a enamorar
Tras su grave lesión en los Juegos de Tokio, que puso en riesgo su carrera, el madridista fue clave en el debut del seleccionador contra Noruega
Dani Ceballos ha vivido a las órdenes de Luis de la Fuente el momento que disparó su carrera y también el que estuvo a punto de acabar con ella. Después de esa montaña rusa extrema (del enamoramiento, al resquemor, y de ahí, a la paz), el futbolista del Real Madrid enderezó el sábado el debut del seleccionador cuando entró en el minuto 57 y destrabó el partido contra Noruega (3-0). Su reencuentro en la absoluta se produce en otro punto fundamental para el futuro del futbolista en el Madrid, donde termina contrato el 30 de junio. Aún no ha recibido una oferta de renovación, que es su preferencia si ve opciones de ser importante, pero sí le han llegado muestras de interés del Atlético y el Barcelona, según fuentes conocedoras del proceso.
En el Europeo sub 21 de 2017 en Polonia, Ceballos emergió como el jugador fundamental del equipo dirigido por De la Fuente. Perdieron la final contra Alemania (1-0), pero él fue ungido como mejor futbolista del torneo, lo que precipitó su salto al siguiente escalón. Su segunda temporada en el primer equipo del Betis ya había atraído la atención de los grandes, pero la exhibición en el escaparate europeo aceleró los movimientos.
El Barcelona y el Real Madrid se lo disputaban. Él dudaba. Hasta que le telefoneó el presidente del club blanco, Florentino Pérez: “Me dijo que yo era el futuro del mediocampo del Real Madrid, que quería que jugara en este club. Colgué la llamada y le dije a mis padres; ‘Mañana vamos para Madrid y firmamos”, contó el jugador hace unos días en una entrevista con Jorge Valdano.
El siguiente episodio determinante bajo la batuta de Luis de la Fuente sucedió cuatro años más tarde, en el verano de 2021. Ceballos confiaba en que el reencuentro para los Juegos Olímpicos de Tokio contribuyera a impulsarle definitivamente en el Madrid. Llegaba de un mal año allí con Zidane. No se entendían. Pero sabía que al volver de Japón le esperaba Ancelotti, que ya había intentado seducirle para alguno de sus equipos. Pero salió todo al revés.
“Ha sido el peor momento como futbolista”, dijo en la entrevista con Valdano. Ceballos aterrizó en Tokio en una forma fantástica y con la novedad ilusionante de tener la confianza del técnico. Sin embargo, después de solo media hora del primer partido, contra Egipto, recibió un pisotón de un compañero que le destrozó el tobillo derecho. Aunque al principio pensaron que no había sido para tanto.
Los médicos determinaron que se trataba de un esguince, lo que dejaba abierta la posibilidad de que volviera durante el torneo. “Yo quería intentarlo, quería jugar, y tomé decisiones que podían haber acabado con mi carrera”. Accedió a un programa de infiltraciones mientras la selección iba superando rondas. “Recuerdo que un día antes de la final intenté entrenar. Con casi un gramo de corticoides, me seguía doliendo. Decidí no jugar, y cuando llegué aquí a Madrid me dijo el doctor: ‘Dani, si llegas a haber jugado 20 minutos, tu carrera deportiva… No puedes jugar más, porque te haces un principio de necrosis en el hueso y no juegas’. A mí me infiltraron en la selección, pero no me dijeron los contras”.
Los efectos de aquel episodio resultaron devastadores. “Hasta después del Mundial de Qatar no he sentido liberación del tobillo. Creo que ha sido una lesión a nivel mental mucho más dura que a nivel físico”. Sin ese lastre, despegó por fin en el Madrid, en la última de las seis temporadas que firmó cuando deslumbró en el Europeo con De la Fuente. En los meses que siguieron al Mundial, en los que se ha observado cierto desplome general en el equipo, ha sido uno de los más destacados.
Además de dejar atrás las secuelas físicas del incidente de los Juegos, él, y también su gente, hace tiempo que han olvidado la rabia que les producía el riesgo extremo al que sintieron que le habían expuesto.
El nombramiento de De la Fuente como sucesor de Luis Enrique supuso una alegría para Ceballos, en su madurez con 26 años. Han mantenido una relación fluida, de mucha confianza. Ambos saben lo duro que ha resultado el trayecto desde su anterior encuentro, como recordó el seleccionador el día que dio su primera lista de convocados: “A él le costó entender que estas cosas pasan. Tenía mucha ilusión en esa competición. Seguro que con su colaboración podríamos haber ganado el oro. Lo bueno es que está de vuelta”.
Y ha vuelto a resultarle muy útil, esta vez en el momento clave de su debut como seleccionador. El efecto de su entrada en el campo lo describió este lunes Rodri, que lo tuvo muy cerca el sábado en La Rosaleda: “Dani es un jugador más de tenencia de balón, que trata muy bien la pelota y ocupa zonas para llevarla de un lado a otro. Y eso nos dio un poco más de control, un poco más de calma en ese último tercio, que a lo mejor nos estaba faltando”, dijo. “Fueron muy importantes los cambios para sentenciar el partido”.
Poco después de esas explicaciones, Ceballos correteaba por la hierba del mítico Hampden Park. Jugueteaba con la pelota mientras canturreaba flamenquito antes del último entrenamiento para el duelo de este martes contra Escocia (20,45, La1).
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