La falta de gol aboca al Chelsea a una remontada
Un tanto de Adeyemi castiga al cuadro inglés en un gran partido de João Félix
Al Chelsea se le cae el dinero de los bolsillos, pero no le sonríen los resultados ni siquiera cuando eleva el listón de su rendimiento. Sumido en la mediocridad en la Premier, eliminado en la Copa y la Copa de la Liga busca redención en el gran escaparate europeo. Pero tras caer en Dortmund se aboca a una remontada.
Todo ocurrió a pesar de que el Chelsea jugó bastante bien, sobre todo si se considera que retomó la Champions después de ganar en apenas uno de los ocho partidos que había disputado en lo que va de año. Exprimida una vez más la chequera del propietario Todd Boehley, el equipo vuelve a reiniciarse. En Dortmund pareció bien engrasado, vertebrado en torno a João Félix, que brilla en la medida que se suelta. O que le dan carrete. La exquisitez ya la trae de fábrica, así que la mezcla cuando se combina en su dosis justa resulta deliciosa. El talento del luso brilló en un partido de transiciones, un tratado de fútbol contemporáneo, de ese que en el que se va y se viene para que el hilo del juego se trace en vertical. El Borussia seguramente no tenía la idea de entregarse a tanto ajetreo. Pero cada pérdida, cada acción ofensiva no finalizada le condenó a acumular esfuerzos, expuesto como se quedaba porque además a João Félix le han puesto al lado un pura sangre, el ucranio Mudryk.
Con todo, nunca faltó una respuesta germana. Mediada la primera parte Haller remató cerca del palo. El partido se explicaba, ya a esa altura, a partir de las conducciones, de una ruptura de líneas que no precisaba el recurso del pase. Pero si había un atisbo de control, o de comodidad en todo ese trajín, siempre pareció más cómodo el Chelsea, que creció con el paso de los minutos y en la antesala del descanso pudo marcar en dos apariciones estelares de Joao Félix, que marró en la definición, primero tras una combinación con Ziyech, después tras apoyarse en Havertz para ejercer de llegador y rematar al travesaño.
Sin noticias de Bellingham, sin apenas caminos hacia Haller, el Borussia se aprestó a sufrir. El Chelsea, cada vez más confiado en su superioridad, se lanzó a por el gol, pero tras un córner a favor se destapó y una serie de rechaces dejó la pelota en los pies de Adeyemi, que estaba a setenta metros de la portería defendida por Kepa. Echó a correr, obviamente. A Enzo Fernández, que se había quedado al cierre en una elección más que discutible, le arrancó las pegatinas, luego también dejó atrás al portero y empujó la pelota a gol.
Si el partido tenía que definirse de alguna manera debía de ser así, a toda pastilla, pero el Borussia tuvo que remar más de media hora para sostener su ventaja. A João Félix le habían puesto los grilletes, pero se los quitó y ayudó a montar un asedio. Emre Can sacó en la línea de gol un remate del central Koulibaly, el meta Kobel desvió en vistosa palomita un último intento de Enzo sobre la hora. Se quedó a centímetros del empate el Chelsea, que se ha complicado el pase a los cuartos.
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