Charla con Talant, Álex y Dani Dujshebaev: “Mis hijos no matarán a nadie en la pista. Yo lo necesité”
EL PAÍS charla con la leyenda del balonmano y sus descendientes, referencias de la selección española en el Mundial que arranca este miércoles
Álex Dujshebaev (Santander, 30 años) y su hermano Dani (Santander, 25) regresan en el Mundial de balonmano que empieza este miércoles en Polonia y Suecia (hasta el 29 de enero) a un gran torneo con la selección después de sus lesiones en el Europeo de hace un año. Referencias del presente y futuro del equipo, ambos son hijos de la leyenda Talant (Frunze, Kirguistán; 54), que además los entrena en el Kielce (Polonia), el subcampeón de Europa en busca de patrocinadores para seguir en la élite. Los tres aseguran que nunca buscaron juntarse, pero, según el padre, es “un regalo de Dios” que haya sucedido. EL PAÍS ha charlado con los tres sobre sus orígenes, su convivencia y su forma de entender el deporte.
Pregunta. Talant, ¿ha querido que sus hijos se parecieran a usted como jugador?
Talant. Nunca. Les he podido decir cómo era, pero no les he exigido eso. Ellos tienen unas condiciones muy diferentes. Álex se parece más, aunque es zurdo y piensa distinto.
Álex. Los zurdos, en general, desarrollamos otras partes del cerebro. Nos hemos criado en un mundo para diestros y ha tocado reinventarse.
T. Yo era un hijo de puta en la pista, pero fuera fui diferente a la imagen que había de mí. Dani siempre fue muy grande (ahora 1,97). No tenía la necesidad, era demasiado bueno. Álex (1,87) tuvo que luchar un poco más, pero era zurdo y el juego lo entendía diferente. Creció en Ciudad Real y yo en Kirguistán, donde no había balonmano. Álex, tácticamente, es mil veces mejor que yo. Y Dani, a su edad, es mejor que yo. ¿Se acuerda cuando un periodista le preguntó a Johan Cruyff si Jordi podía ser un megacrack? Respondió que no, porque nunca había tenido la necesidad. Mis hijos podrán ganar más que yo, pero nunca van a tener ese carácter por la necesidad. Ellos son gente bien educada, no van a matar a nadie deportivamente. Yo sí. Son mucho mejor personas que yo en el campo porque nunca han tenido la necesidad de partirse los cuernos.
Dani. Ahora la época también es diferente. Es imposible encontrarse a un Dennis Rodman, de matas o te matan. Está claro que no tenemos ese carácter, pero es algo que se ha perdido, en general, por las normas. Ahora provocas una tangana y lo ven todas las cámaras, te caen sanciones y te come la prensa.
T. Se ha civilizado todo. Esto no lo puedo decir porque está mal visto, esto tampoco… El juego sucio ya no existe. No es la forma de competir, sino de vivir y ser. Ojo, ellos son muy competitivos, han ganado mucho, pero esa chispa del juego subterráneo ha desaparecido.
Á. A mí estar con mi padre me ha hecho entender muchas cosas de otra manera. Él es un poco diferente, más enérgico, y a mí me encanta. Más allá de la táctica, sus equipos son muy luchadores.
“No me quiero imaginar lo que viviría mi padre en la URSS”Dani Dujshebaev
P. Talant, ¿ahora puede decir lo mismo que le decían a usted?
T. Yo digo de todo, la sangre no me permite otra cosa. Si me enfado con alguien, al principio me callo porque he aprendido que en caliente se cometen muchos errores, pero luego, de una forma más civilizada, se lo digo. Y me molestan las cámaras que se meten en todo, nos quitan muchas cosas que queremos decir. Te obligan a ser el Dalai Lama. Oye, por favor, que no todos somos el Dalai Lama. Pero en el vestuario, a solas, no. Ahora todos quieren 22 jugadores al tiki taka, limpios, jugando… Yo te tengo que ganar y, si soy peor, debo hacer otras cosas. Eso sí, sin hacer daño. Ahora se mandan mensajes por redes. Venga, hombre…
D. Habrá gente que le gusta Mourinho y otros, Guardiola. A mí me gusta Mourinho. Y admiro a Simeone. Los primeros años te llevaba al límite. Lo admiro por el sacrificio [de sus jugadores] por su entrenador. He coincidido con pocos técnicos muy diferentes a mi padre. Supongo que luego vendrá la siguiente generación. No le puedes pedir a alguien al que no han parado de insultar para sacar lo mejor de él que sea otra cosa. No me quiero imaginar lo que viviría mi padre en la URSS.
T. Todo lo que es bueno para un escandinavo o un alemán es muerte para un ruso. Y viceversa. Daneses o suecos, todos sonriendo, cuando a mí muchas veces me parece ridículo.
Soy bastante más calmado que mi padre, pero cuando sale ese pronto, lo hace en picos muy altosÁlex Dujshebaev
Á. Mi padre es muy duro, pero también sabe medir cuándo el vestuario necesita manga ancha. No puedes tener a 20 tíos toda la temporada en su pico de forma. Hay altibajos. En eso lo pongo de ejemplo.
T. Dentro del 40x20, todos son mis hijos. Pero fuera, en la familia, y eso me gusta, no hablamos mucho de balonmano. Eso sí, de pequeño, a Dani era al que más broncas le echábamos mi mujer y yo. Nació grande, era demasiado bueno. Ahora se está convirtiendo en un pitbull. Antes era cachorro de yorkshire.
Á. Mi padre quiere ese jugador al que le dice que debe tirarse contra esa pared para romperla, y lo hace sin rechistar. Busca ese perfil. Yo soy bastante más calmado que él, pero cuando sale ese pronto, lo hace en picos muy altos.
P. Álex, Dani, ¿cómo han vivido la mezcla de orígenes? Han crecido en España y sus padres, en la antigua URSS.
Á. Cuanta más diversidad, mejor. Te da una forma personal de ver las cosas. Yo me he criado en España y tu familia no siempre ve la vida de la misma manera. Son experiencias diferentes.
D. Nunca he pensado en eso. He estado en ambos lados y también nuestros padres nos han contado muchas cosas, pero esa mezcla es algo normal para mí.
T. Cuando eran niños, íbamos allí, nos quedábamos en casa de mis suegros y, si les preguntabas qué tal, te decían que muy bien, pero que cuándo volvíamos. Ellos nunca han considerado aquello su casa.
P. Talant, ¿qué ha pesado más en la educación de sus hijos: sus orígenes o el mundo que conoció en España?
T. Yo me sentía muy feliz allí, pero luego, con 16, 17 y 18 años, con la Perestroika, empecé a ver muchos problemas. El deporte era una forma de salir. A mis padres solo los veía por la mañana y por la noche, trabajaban continuamente. Y cuando llegué a Santander, en el 92, podía estar todo el día con mi hijo [Álex]. Al principio, mi objetivo era estar tres o cuatro años, ganar dinero y volver a Moscú para montar un negocio. Pero el 95, 96, 97 fueron demasiado peligrosos allí. Nosotros, durante la desaparición de la URSS, ni nos dábamos cuenta. Estábamos concentrados en un bosque un mes y no sabías qué pasaba. La televisión no era como ahora, con 20 millones de canales.
La democracia es el primer paso hacia la anarquía. Me gustan los jugadores con opinión, pero hay un sistemaTalant Dujshebaev
P. Talant, usted le gustaba a Juan de Dios Román porque le discutía las decisiones. ¿Ahora lo permite?
Á. No le gusta tanto. No voy a decir que no escucha, pero es un entrenador de ideas muy fijas. Planifica y se prepara mucho.
T. Siempre digo: ojo, la democracia es el primer paso hacia la anarquía. La democracia tiene que ser una mezcla entre dictadura y democracia. Yo prefiero a los soldados. Me gusta tener jugadores con su opinión, pero hay un sistema. Cuando todos hablamos el mismo idioma, no hay problema. El mejor ejemplo es la federación española. A lo mejor los españoles no tenemos tanto talento, pero contamos con la escuela de entrenadores. Ves enfrente equipos muy grandes, pero no saben aplicar estos métodos, esa sabiduría de nuestros técnicos. En los ochenta, en España, se cogió información de entrenadores soviéticos, rumanos, yugoslavos, polacos, alemanes… Juan de Dios, Domingo Bárcenas, Juantxo Villarreal, García Cuesta fueron los pioneros. Y con los siguientes fueron haciendo una mezcla de todas las escuelas. Ahora veo una clara dominación de las ideas de España en el balonmano.
D. Los entrenadores extranjeros también preguntan a los jugadores que salen de aquí por situaciones concretas para saber cómo las resuelven. Es lo que está dando éxitos. Los nórdicos, a nivel físico, son mucho mejores, y eso también está llegando a España. Antes los veías levantando pesas y para nosotros era impensable.
P. Álex, ¿le cambió algo la última final de la Champions [falló el penalti que le dio el título al Barcelona]?
Á. Te duele mucho al principio, pero no me ha cambiado el carácter. Es parte del aprendizaje. Lo único es que al ser en la final de la Champions, hay un impasse muy largo hasta el regreso de la competición. Te queda esa espinita e igual le das más vueltas. Cuando pierdes en un Mundial, al día siguiente tienes otro partido. Todo esto te hace valorar más cuando lo has hecho bien.
Los 18 convocados por Jordi Ribera
Porteros: Gonzalo Pérez de Vargas (Barça), Rodrigo Corrales (Veszprém).
Centrales: Agustín Casado (Melsungen), Ian Tarrafeta (PAUC).
Laterales izquierdos: Daniel Dujshebaev (Kielce), Joan Cañellas (Kadetten).
Laterales derechos: Álex Dujshebaev (Kielce), Jorge Maqueda (Nantes), Imanol Garciandia (Pick Szeged).
Extremos izquierdos: Ángel Fernández (Limoges), Daniel Fernández (Stuttgart).
Extremos derechos: Ferran Solé (PSG), Kauldi Odriozola (Nantes).
Pivotes: Gedeón Guardiola (Lemgo), Adriá Figueras (Chartres), Iñaki Peciña (Chambéry), Abel Serdio (Wisla Plock).
Especialista defensivo: Miguel Sánchez-Migallón (Kielce).
Calendario
Primera fase: Montenegro (jueves 12), Chile, (sábado 14) e Irán (lunes 16). Todos a las 20.30. Se clasifican tres y arrastran los puntos logrados ante los equipos que también pasan.
Ronda principal: miércoles 18, viernes 20 y domingo 22. Contra los tres primeros del grupo B (Francia, Polonia, Arabia Saudí y Eslovenia). Pasan dos.
Cuartos: miércoles 25.
Fase final: Semifinales (viernes 27). Tercer y cuarto puesto (domingo 29, 18.00). Final (29, 20.30). Todo por Tdp.
El campeón obtiene el billete para los Juegos. Del segundo al séptimo, puesto para los preolímpicos
Todos los grupos
Grupo A: España, Montenegro, Chile e Irán.
Grupo B: Francia, Polonia, Eslovenia y Arabia Saudí.
Grupo C: Suecia, Brasil, Cabo Verde y Uruguay.
Grupo D: Islandia, Portugal, Hungría y Corea del Sur.
Grupo E: Alemania, Qatar, Serbia y Argelia.
Grupo F: Noruega, Macedonia del Norte, Argentina y Países Bajos.
Grupo G: Egipto, Croacia, Marruecos y Estados Unidos.
Grupo H: Dinamarca, Bélgica, Baréin y Túnez.
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