Joan Barreda: “No quería volver al hospital, es lo que peor llevo”

Joan Barreda (Torreblanca, Castellón; 39 años) se fracturó el dedo gordo del pie izquierdo durante la segunda etapa de motos del Dakar 2023, pero acostumbrado a batirse contra la adversidad, ganó este miércoles, dos días después, la cuarta especial. Imprimió un ritmo demoledor. Fue su victoria número 29, una cifra que le dejó a tan solo cuatro del récord absoluto de Stéphane Peterhansel y Cyril Despres. Su magnífica recuperación le situó a 4m30s del líder, Daniel Sanders, aunque él todavía no menciona el Touareg [el trofeo del ganador], que se le ha resistido en sus 13 participaciones. Este año, en la parte trasera de su casco luce un premonitorio last shot. Es su última oportunidad.

Pregunta. ¿Está ante su último Dakar?

Respuesta. Por naturaleza debería ser así. Aunque me vaya muy bien, también. Me gustaría seguir ligado a la competición. Quiero seguir haciendo motocrós y otras cosas, pero en el Dakar la exigencia es muy bestia. Tienes un riesgo muy alto de caída. Ese punto es el que más te hace pensar. Aunque vaya muy bien, creo que será mi último.

P. Si está aquí es que todavía tiene cuerda…

R. Es un tema puramente deportivo. Después de tantos años y lesiones, simplemente me hacía ilusión. Tenía ganas y quería correr uno más.

P. Es su primera carrera en un año, ¿dónde ha estado?

R. Cuando terminé el pasado Dakar ya pensaba en tomarme un tiempo. Fue muy intenso, y quería revisar todas las lesiones sufridas. Resulta que tenía la pelvis rota, así que estuve recuperándome y eso terminó de llevarme hacia un año más calmado. Lo cierto es que yo lo tenía bastante interiorizado, quería una primera parte del año más tranquila y ya lo había comentado con Honda.

P. ¿Por qué buscó esa pausa?

R. Es lo que te pide el cuerpo. Yo tenía la motivación para trabajar duro cuatro o cinco meses, pero no tanto para todo el año. Tengo otras cosas, y tener que dedicarte al 100% a algo es apartar el resto y dejarlo de lado.

P. ¿Qué pasó con Honda, por qué no está en el equipo oficial?

R. Honda sabía que yo me lo estaba pensando. Ellos me sentaron al terminar el último Dakar y me pidieron continuar. Insistieron, querían saber. Ya les dije que necesitaba llegar a casa y ver el físico, pero agradecí su interés. Desde el equipo estuvieron preguntándome hasta el último momento si podía ir a Abu Dabi para la Desert Challenge [en febrero de 2022]. Dije que no: físicamente no podía y, además, quería darme un tiempo. Allí tomaron, supongo, la decisión de coger un piloto más joven para poder seguir todo el Mundial de rally-raids. El equipo se ha quedado así, pero desde Japón siempre ha habido interés. Si quería correr tenían una moto preparada para mí, y así ha sido.

P. ¿El apoyo que recibe es el mismo que un piloto oficial?

R. Sí. He firmado un contrato con HRC como todos los años. Estoy en el equipo, pero la imagen es distinta por un tema logístico y de presupuesto. Esta opción de venir bajo otro nombre abría la puerta a estar aquí. Estuve probando estos últimos meses en California y desarrollando los nuevos elementos que llevamos algunos de los pilotos aquí.

P. Ha entrenado a tope, pero no ha acumulado kilómetros. ¿Cómo le afecta?

R. Sobre el papel no ayuda. La mayoría de los pilotos necesitan disputar carreras para no perder ritmo. Siempre he buscado encontrar sensaciones y ritmo durante los entrenamientos. He tenido siempre entrenamientos muy intensos, con GPS y roadbooks más exigentes que los de las carreras. Por esto creo que no debería notar tanto la falta de ritmo. Confío en los últimos meses de trabajo, las sensaciones son muy buenas.

P. ¿Qué pensó cuando vio que otra lesión podía fastidiarle la carrera?

R. Fue duro. Por la tarde fui al camión a conectarme, porque no había cobertura móvil, y estuve hablando con familiares. Me veía mal, lo veía feo. Tenía mucho dolor, el pie bombeando, hinchadísimo. Me puse una bolsa de hielo, me la anudé al pie y así dormí toda la noche. Bajó mucho la hinchazón. Cuando estaba probándome la bota ni entraba, tuve que pillar una talla más. Cuando terminé la siguiente etapa fue una sensación de alivio. Valoro el simple hecho de poder seguir, por encima de cualquier resultado.

P. ¿Qué es lo que más le cuesta de todo esto?

R. El hospital. No quería volver a ir, es lo que peor llevo. Haber estado tantas veces, pensar que puede volver ocurrir. El rally es un deporte increíble, te transmite sensaciones únicas, pero la parte de riesgo está muy cerca. Si quisiera bajar el nivel de exigencia quizás cambiaría, pero no soy así. De momento, sigue pesando más el momento en que me subo a la moto. Siento que estoy vivo. Fuerte, física y mentalmente. Me he ganado la vida así, y agradezco lo vivido, pero hay más cosas.

P. Es la cuarta incursión en Arabia Saudí, pero hay territorios nuevos, ¿Cuál cree que será la clave de la prueba?

R. Hay que prestar mucha atención a esta primera semana. Terreno entre valles, navegación complicada. Un solo error puede costar mucho. La segunda semana, con mucha arena, es un terreno que siempre se me ha dado bien. No será fácil marcar diferencias. Sobre las huellas todo el mundo va rápido.

P. ¿Cuál es el objetivo final?

R. Buf, faltan diez días. Este Dakar es una locura, el ritmo que llevamos todos los de arriba es altísimo, sin cometer errores de navegación, haciéndolo todo perfecto. El objetivo es estar ahí, al nivel de los mejores. Me gustaría que no hubiera ninguna caída grande ni grandes pérdidas.

P. Pero ya se ha hecho daño y roto el dedo, ¿cómo sigue?

R. Sacrificio. Nunca me han regalado nada, lo he luchado todo desde bien pequeño. Supongo que esto moldea la personalidad. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero así me ha ido y aquí estoy ahora. Además, lo del año pasado [compitió con la clavícula y la pelvis rota] fue mucho peor que lo de ahora. Al final, lo del dedo es solo una molestia.

P. Pese a la lesión, ha vuelto a ganar, y está a cuatro victorias de etapa igualar el récord, en moto, de Peterhansel y Despres. ¿Le motiva poder alcanzarles?

R. Nunca he pensado demasiado en estas cosas, pero cuando te fijas en ello te das cuenta de lo que significa. Me enorgullece. No será fácil conseguirlo, pero si sale es por una cuestión de estilo. Con la nueva normativa ni pensaré en frenar en alguna etapa. Ahora no te quedas con cara de tonto contra los que salen a la autopista [abrir pista conlleva ahora bonificaciones de hasta cinco minutos].

P. ¿Le interesaría cambiar de disciplina, pasarse a los coches?

R. No le he dado vueltas, porque disfruto tanto cuando me subo a la moto… Ese es mi problema. También depende de los proyectos. Si se abre el mercado y la competición, quizás pueda ser interesante.

P. ¿Qué planes tiene para la retirada? ¿Algún sueño o idea?

R. He empezado un proyecto de construcción de circuitos en Castellón. Allí tenemos a los mejores pilotos de motocrós entrenando. Ahora queremos ampliar el proyecto en una zona muy bonita cerca del mar. Es un no parar.

P. ¿Echa de menos un Touareg en la vitrina?

R. Me gustaría conseguirlo, pero estoy tan agradecido de poder haber cumplido el sueño de aquel niño de nueve años… Vengo de una familia súper humilde, y poder haber llegado hasta aquí lo valoro mucho. Uno siempre quiere más, pero en realidad no me falta de nada.

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