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Vídeo | El galope triunfal de la mujer en el turf

La cántabra Julia Zambudio es el gran exponente de una generación de jóvenes jocketas que ha empezado a imponerse en el competitivo mundo de las carreras de caballos, tradicionalmente dominado por hombres

Julia Zambudio, durante una carrera en el hipódromo de La Zarzuela de Madrid.

Asociadas al costumbrismo de la alta sociedad, tópico contra el que se rebelan muchos de sus protagonistas, las carreras de caballos conforman un ecosistema hipercompetitivo que se detecta con un simple paseo un día de entrenamiento cualquiera. Los empleados de las cuadras y los jockeys se afanan desde el amanecer, bajo la presión de ganar o ganar, porque al animal, preparado como si de un atleta de élite se tratase, no le falte de nada. A 20 metros de los estilizados y relucientes purasangres, el simple ruido del rodar de unas maletas con material audiovisual perturba su paseo al trote y provoca las llamadas de atención de los jinetes y los preparadores a los reporteros por temor a ser descabalgados, como así sucede con alguno.

En ese mundo tan de hombres ganadores ha emergido una generación de jóvenes jocketas españolas que domingo tras domingo suman premios para propietarios de cuadras, y aficionados que empiezan a aceptar que el éxito en la monta puede no tener género. La victoria en el legendario y exigente Grand National de 2021 de la irlandesa Rachael Blackmore ha sido el hito reciente más significativo para anunciar que la igualdad también salta obstáculos en los hipódromos.

La temperamental cántabra Julia Zambudio, protagonista de este reportaje y ganadora de la temporada de verano de Madrid con diez triunfos, Vicky Alonso, Cristina Pérez o Nieves García, un poco más veterana esta última, están normalizando en La Zarzuela, Lasarte o Sevilla la victoria de la mujer en un deporte que, como muchos de ellos en España, tuvo pioneras relevantes. En este caso, Conchita Mínguez, una mujer de una pieza que en los albores del posfranquismo tuvo que hacer ver que, de verdad, la Constitución era ya la nueva y real autoridad que acababa con la prohibición de que las mujeres compitieran junto a los hombres de caballo a caballo.

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