Federer, siete meses más en la reserva
El campeón de 20 grandes, parado desde julio, detalla en la prensa suiza su última operación de rodilla y dilata su reaparición hasta al menos el próximo verano
La última vez que se le vio a Roger Federer sobre una pista fue el pasado 7 de julio, en La Catedral de Wimbledon. Y la última vez que se dejó ver el suizo en un torneo de tenis fue en septiembre, cuando acudió a la Laver Cup –una especie de All Star en el que compiten tenistas europeos contra americanos– y desfiló por el TD Garden de Boston con muletas, ofreciendo una imagen nunca vista pero, a la vez, enviando un mensaje tranquilizador a aquellos que temen que el suizo, 40 años, no pueda empuñar de nuevo una raqueta y despedirse de su deporte como lo merece: “Creo que lo peor quedó atrás”.
Cuando Federer se refería a “lo peor”, apuntaba a ese lapso de tiempo que transcurrió entre el aquel partido que perdió contra el polaco Hubert Hurkacz en la hierba inglesa y mediados de agosto, cuando se vio obligado a pasar por tercera por el quirófano para reparar la rodilla derecha. Entonces, el campeón de 20 grandes ya anunció que estaría “fuera de juego durante muchos meses”, pero lo que el aficionado quizá no imaginaba es que el proceso fuese a dilatarse tanto y que su reaparición vaya postergarse, como mínimo, hasta el próximo verano, según ha adelantado esta semana a la prensa suiza.
“No podré correr hasta enero ni entrenarme hasta marzo o abril. Me sorprendería mucho que pueda jugar en Wimbledon”, anticipó en una entrevista concedida al diario TDG (Tribune de Genève). “No me importa si regreso en 2022 o 2023, con 40 o 41 años. Lo que me planteo es si podré torturarme todos los días para volver y mi corazón, hoy día, me dice que sí. Sé que el final está cerca, pero me gustaría jugar al menos un par de partidos importantes de nuevo”, prosigue Federer, que conquistó su último grande en Australia, a comienzos de 2018.
Aunque Federer es plenamente consciente de su situación y de que su carrera enfila la recta final, desea despedirse en las pistas a toda costa y no una salida en falso. Pese a que los jóvenes aprieten ya con fuerza y que sus opciones de lograr otro Grand Slam se circunscriban casi en exclusiva a Wimbledon, él no tira la toalla. No se rinde. “Yo conservo la esperanza”, dice en la citada entrevista, “pero mi mundo no colapsará si no vuelve a suceder. Mi sueño ahora mismo es poder volver y creo en este tipo de milagros, porque ya los he visto antes. Me gustaría regresar para comprobar qué puedo conseguir”.
“Ojalá pueda decidir yo mi retirada”
Las declaraciones de Federer vienen a confirmar que se ausentará del Open de Australia, Roland Garros y probablemente Wimbledon, renunciando por supuesto a torneos intermedios. El de Basilea ha disputado 19 partidos en las dos últimas temporadas –seis en 2020 y 13 este año– y por primera vez habla abiertamente de su última operación.
“Quería esperar al primer gran chequeo para hablar de ello, y ha ido bien. Será un largo proceso de rehabilitación, la situación no es la misma que en 2016 [cuando fue operado por primera vez, en marzo, y reapareció cinco meses después, en Londres]. Las pruebas que me hice tras Wimbledon [donde cedió en los cuartos de final] determinaron que el menisco interior estaba dañado de nuevo. Me lo tuvieron que coser y eso requirió de un periodo de inmovilización, y en ese punto los doctores también me trataron el cartílago”, expresó a TDG.
Como sucede en la pista, a Federer le gusta tener la sartén por el mango y se resigna a que el cuerpo determine su retirada. “Me cuesta mucho tomar la decisión, ojalá pueda ser yo el que decida el momento”, transmite. “Lo fácil sería decir: ‘paramos’. Pero creo que merezco algo mejor que la imagen que dejé en el último partido [encajó su primer set en blanco en Wimbledon]. Esta es mi forma de darles las gracias a los aficionados. Ellos se merecen algo mejor que eso”, cierra Federer, hoy día 16º en el ranking y por primera vez en cinco años fuera del top-10.
Djokovic evita a Medvedev en Turín
Novak Djokovic derribó ayer a Andrey Rublev en solo 68 minutos (6-3 y 6-2) y con dos triunfos en el casillero logró el pase a las semifinales de la Copa de Maestros que se celebran en Turín como primero del Grupo Verde tras la retirada por lesión de Stefanos Tstitsipas. Al griego le reemplazó el británico Cameron Norrie, que cayó ante Casper Ruud (1-6, 6-3 y 6-4). La primera plaza le garantiza a Nole evitar en el cruce a Daniil Medvedev, líder del Grupo Rojo y enfrentado este jueves (21.00) a Yannik Sinner tras el Alexander Zverev-Hubert Hukacz (14.00).
En la sala de conferencias, el serbio se refirió a la ausencia de Federer. “Es un icono de este deporte y todo el mundo lo ama. Es muy importante para el tenis tanto dentro como fuera de la pista. Por nuestro bien, espero que podamos verle jugar de nuevo”, expresó el de Belgrado. “Seguro que lo intentará una última vez. Creo que por todo lo que ha conseguido, se merece jugar y una despedida a su altura”, concluyó.
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