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Bagnaia gana en Portugal, Ducati marca el paso

La fábrica italiana logra el título de constructores por segundo año consecutivo después de poner la innovación en primer plano

MotoGP Algarve 2021
Pecco Bagnaia, seguido de Joan Mir, en un momento de la carrera en el circuito de Portimao, en Portugal.Jose Breton (AP)
Nadia Tronchoni

El departamento de carreras de Ducati lo integran unas 110 personas. La cifra debe suponer una décima parte del volumen de HRC, la todopoderosa fábrica de MotoGP que tiene prohibido a su departamento de comunicación confirmar cuánta gente integra el de competición. Tanta debe ser la diferencia entre el gigante japonés y los otros constructores del Mundial. Especialmente significativa si se compara a Honda con Suzuki o Ducati. Con Marc Márquez fuera de la ecuación, bien por lesión como el año pasado, bien porque todavía no está recuperado del todo, como le pasó este, en el que además ha causado baja durante unas cuantas carreras, honda ha perdido a su gallina de los huevos de oro y Ducati ha brillado como nadie. A pesar de que el campeonato de MotoGP fuera en 2020 para Joan Mir (Suzuki) o el de este 2021 haya sido para un piloto de Yamaha, Fabio Quartararo. El título de constructores, sin embargo, se lo lleva este año, como el pasado, Ducati. Así lo ha certificado con su triunfo este domingo Pecco Bagnaia, subcampeón del mundo y ganador en el GP de Portugal.

Desde Bolonia, la innovación se abre paso en MotoGP. Los últimos siete u ocho años no ha habido otra fábrica capaz de revolucionar la competición como lo ha hecho la casa italiana. La llegada en 2013 del ingeniero Gigi Dall’Igna trajo los alerones a las motos y puso a la aerodinámica en un primer plano. Todos los contrincantes, con más o menos urgencia, copiaron sus pasos. Todas las motos empezaron a llevar alas, más grandes o más pequeñas. Con el tiempo -y a pesar de que este último año los cambios fueron mínimos, limitada la evolución hasta el año próximo por reglamento en año de pandemia- el carenado ha seguido evolucionando. Las Desmosedici de la fábrica boloñesa han incorporado transportadores de flujo de aire, deflectores e inventos varios para jugar con la carga aerodinámica; lo mismo que el revolucionario holeshot, un dispositivo que permite jugar al instante con las geometrías de la moto, bajar la altura de las máquinas y mejorar la tracción trasera. Fue diseñado para las salidas, pero con el tiempo se empezó a utilizar también en determinados momentos de una carrera. Otra vez, todas las fábricas siguieron la estela de Ducati. “He llevado la Ducati desde 2017 y el desarrollo que ha hecho en los últimos años nos ha permitido pasar de la noche al día. Hemos sido siempre los primeros con todo. Y el resto solo ha podido seguirnos”, decía Jack Miller, orgulloso, tercero en Portimao.

No ha sido capaz Bagnaia de ganarle a Quartararo el Mundial, pero la Ducati se ha confirmado como la moto más envidiada de la parrilla. Y ya no solo por su magnífica aceleración y excelente velocidad punta, características que la definen desde hace años. Hoy es además una moto menos crítica, más dócil, y hasta con buen paso por curva en manos del de Turín. “Somos más fuertes en frenada, y más fuertes en las curvas”, señala. Con ella Pecco ha ganado cuatro carreras y otras dos Miller –la pareja de pilotos con la que el equipo oficial renovó plantilla y sustituyó de una tirada a Dovizioso y Petrucci, movimiento muy criticado inicialmente–; ha debutado Jorge Martín (Pramac Ducati) con un triunfo y se ha estrenado Bastianini (Avintia) con dos podios. Además, Johann Zarco (Avintia), con cuatro segundos puestos, es el mejor piloto independiente de la temporada tras el quinto puesto de este domingo en Portimao.

Es, señalan fuentes del equipo oficial, “el momento más dulce de la historia de Ducati” desde que en 2007 Casey Stoner ganara el Mundial contra todo pronóstico. La semana que viene, en Valencia, los buenos resultados de Bagnaia y Pecco pueden darle al equipo oficial otro título, el único que queda en juego: el de mejor equipo del año.

La carrera en Portimao no tuvo más historia. A Bagnaia, el ritmo espectacular, solo en cabeza casi toda la carrera, le acompañaron en el podio Mir y Miller, que dejó fuera del podio a un acertadísimo Alex Márquez. Fabio Quartararo, flamante campeón del mundo dos semanas atrás en Misano, se cayó a las primeras de cambio. Liberado de toda presión, con el título en el bolsillo, el francés se fue al suelo y abandonó.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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