“Tuvimos mentalidad de campeones”
Jasikevicius y el vestuario azulgrana valoran la conquista copera como el resultado de la cohesión del grupo y el inicio de un camino
Sarunas Jasikevicius y Cory Higgins comparecieron en la sala de prensa del WiZink Center con una felicidad serena, valorando la conquista de la Copa del Rey, pero dimensionando el trofeo como el inicio de un camino. El entrenador del Barça y el mvp de la final coincidieron en subrayar una palabra por encima de todas: mentalidad. “Hemos trabajado muy bien en esta Copa. Sufrimos muchísimo el primer día ante el Unicaja, pero eso sirvió para que los chicos entendiesen cuál era la mentalidad y la concentración necesarias para competir en un torneo así. Tenemos que aprender que tenemos que ser un poco más cabrones”, destacó Jasikevicius. “Como nos dice siempre el entrenador, para ganar hay que tener una mentalidad fuerte y tuvimos mentalidad de campeones”, reiteró Higgins (20 puntos y 3 rebotes en la final y determinante en cuartos y semifinales ante Unicaja y Baskonia, respectivamente).
El plan de partido de Jasikevicius fue un ejercicio de endurecimiento mental de su tropa, en la línea del viaje de cohesión que inició tras hacerse cargo del equipo el pasado verano. “Los chicos van asimilando lo que les vamos pidiendo”, prosiguió en su discurso el entrenador lituano. “Están entendiendo todos que tenemos que estar juntos, jugar juntos, ir a las guerras juntos... Estamos en un proceso y nos queda mucho por mejorar. Pero para el proyecto siempre es mejor ganar que perder. Esto no acaba aquí”, detalló Saras entre la perogrullada y la filosofía profunda.
Como un alquimista que calibra la mezcla, Jasikevicius aprovechó la ocasión para lanzar insistentes mensajes de futuro con los que hormigonar su vestuario. “Estamos consiguiendo muy buena química en el grupo. Eso se logra entendiendo que nadie está por encima del equipo, que se tienen que sacrificar igual las estrellas que los canteranos... Pero hay que seguir y seguir mejorando. Suena aburrido, pero es así”, desarrolló en un discurso en el que mezcló elogio, pedagogía y exigencia para sus jugadores.
“¿Puede suponer esta conquista un cambio de ciclo entre los dos grandes del baloncesto español?”, preguntaron a Jasikevicius. “No creo en los cambios de ciclo. En el Barça y en el Madrid hay que ganar siempre”, respondió sin alardes. “El club está pasando un momento difícil y hay que disfrutar esta Copa. Pero hay que seguir y seguir...”, insistió el entrenador azulgrana.
Preocupado por las desconexiones de su equipo, durante la temporada y en esta Copa, Jasikevicius se esmeró en tensar la cuerda durante toda la final, espoleando a los suyos desde la banda y recordándoles constantemente la lección. “En la segunda mitad, falló la disciplina, pero nos alcanzó con el talento individual y supimos aguantar”, recalcó Saras, siempre autocrítico. “Para ganar hay que estar muy cohesionados dentro y fuera de la pista”, refrendó Higgins, que relevó en el galardón de mvp de la Copa del Rey al madridista Facundo Campazzo, una de las piezas que ha ido perdiendo el Madrid a lo largo de la temporada.
No se acordó de ellas Laso. “Tengo la sensación de que no terminamos de entrar nunca en el partido. No pudimos hacer más. Hay que dar mucho mérito al rival”, explicó el entrenador del Madrid. “Ahora mismo no me comparó con ningún otro equipo. Debemos mejorar si queremos competir al más alto nivel”, prosiguió. El técnico vitoriano inauguró su currículo en el Madrid con una Copa conquistada en Barcelona (2012). Jasikevicius abre el suyo como técnico del Barça alzando la Copa en Madrid. Allí donde se cruzan los caminos, como reza el verso de Sabina que servía de eslogan al torneo, el conjunto azulgrana abrió las vitrinas para el lujoso proyecto que lidera Mirotic. “Mi primer título con el Barça ha tardado un poco en llegar, pero espero que sea el primero de muchos. Ahora debemos ser humildes, celebrar este triunfo y seguir trabajando”, cerró el hispano-montenegrino.
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