Zidane: “La segunda parte nos costó, igual nos relajamos”
Carvajal y Ramos se retiran tocados, y Hazard es relevado a la hora de juego por precaución
El Madrid sacó el martillo en la primera mitad y pasó momentos de inquietud en la segunda, cuando el Eibar apretó y encimó a Courtois. Una mutación para la que Zidane no encontró explicaciones claras, o no las quiso detallar en rueda de prensa, aunque sí apuntó a una posible caída de tensión. “Empezamos bien, pero nos costó después. No hubo un motivo en concreto, no creo que fuera por un aspecto físico porque estamos preparados. A lo mejor con el 3-0 nos relajamos un poco. Me quedo con la primera parte, que ha sido muy buena y contundente”, señaló el entrenador blanco, al que sí se vio elevar el tono durante la pausa de hidratación del minuto 75, con los armeros comprometiendo la paz de los blancos. “Es normal haber dado más facilidades tras el descanso”, confesó Sergio Ramos a pie de campo, en referencia a la falta de rodaje.
Más allá de los arreones del Eibar, los sustos vinieron por las consecuencias físicas del reestreno. La mayor preocupación en todos los vestuarios que han vuelto este fin de semana a la competición es la supervivencia tras dos meses en casa y con un calendario extremo en el horizonte. El Madrid no fue la excepción. Carvajal se retiró tocado en el tobillo; Sergio Ramos acabó sustituido por Militao debido a una sobrecarga; Hazard, cambiado por precaución; y Marcelo, protagonista por hincar la rodilla en homenaje a George Floyd en la celebración del 3-0, también se mostró indispuesto durante un tramo del segundo acto. Unos percances que se suman a las bajas de Nacho y Lucas Vázquez, caídos la pasada semana.
“Es inevitable que nos pase algo. Lo bueno es que podemos hacer cinco cambios”, señaló Zidane. Del susto no se libró Hazard, inédito casi desde noviembre. Se mostró activo en todo el frente de ataque en la hora que estuvo en el campo antes de ser relevado por Vinicus, le regaló el segundo a Ramos, aunque se le vio también preocupado tras un golpe. “Está bien que no tuviera miedo después de eso. Sabíamos que a Eden le faltaría un poco de ritmo si jugaba los 90 minutos”.
Ya en el descanso, Carvajal enfiló la ducha y se produjo el primer cambio en una posición muy delicada, la del lateral derecho, porque, con Nacho lesionado, esta demarcación se encuentra sin fondo de armario. Y sorprendió que en su lugar entrara Mendy, un lateral izquierdo cerrado. Estaba la alternativa de Militao, que ocupó esa zona en la derrota en el Villamarín en el último encuentro antes del parón, pero esta vez el dedo apuntó al ex del Lyon. “Ya jugó ahí en el pasado, aunque no con nosotros. No tiene problemas con la pierna derecha”, justificó escueto el técnico.
Le preguntaron también por Rodrygo, titular después de desaparecer incluso de las convocatorias y que contra el Eibar pasó sin levantar la voz, por Bale y Asensio, y sobre ninguno quiso particularizar. No evitó, eso sí, un nuevo surtido de flores a Benzema, que volvió a ejercer como un base desde la posición de delantero. “Está fino. Que siga así, lo necesitamos”.
Respecto a la experiencia de jugar sin público, Zidane, que este domingo cumplió 200 partidos en el banquillo blanco, reconoció lo evidente, que era “raro”, pero advirtió de que “los jugadores son campeones y se adaptan bien”. “Esto será así hasta el final y hay que sacar lo mejor”, zanjó sobre la cuestión estrella de este fin de semana en todos los campos.
Antes de que el francés compareciera en la sala de prensa desierta de Valdebebas, se procedió a su desinfección, según marca el protocolo sanitario de LaLiga. Por ahí había pasado un José Luis Mendilibar tranquilo, resignado y con algunas dudas sobre lo que había visto en el césped. En el intermedio, con 3-0, se temió un chaparrón de goles, algo que luego estuvo lejos de suceder. “Quizás ellos, en lugar de querer machacar, han bajado los brazos. Nuestra gente nueva ha entrado fresca y les hemos apretado. Pero no sabes si ha ocurrido por lo que has hecho tú o por el Madrid”, se preguntó.
“El 1-0 no pareció ni una ocasión. El 2-0 sí nos hizo mucho daño y con el tercero lo das por perdido y tienes miedo de que te puedan meter más”, relató el preparador vasco. “Tal vez los equipos con más calidad tengan más ventaja en esta situación. Ayer [por el sábado] con el Barça y hoy [por el domingo] con el Madrid vimos que sin hacer un gran fútbol han ganado fácil”, explicó.
El entrenador armero avisó de que no hay mucho tiempo para lamentos en este nuevo escenario y confesó que todos trabajan a ciegas. “Esto es nuevo para todos. Porque no hay gente en los estadios, que siempre te ayuda a mantener la concentración, y por no haber jugado antes amistosos. Este partido nos debe servir como tres o cuatro test de pretemporada”, concluyó.
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