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Clasificación Eurocopa - Grupo f - jornada 7
Noruega
Noruega
King 93'
1 1
Finalizado
España
España
Saúl 46'

Chasco merecido para España en Noruega

El equipo escandinavo salva un empate en el último suspiro y aplaza la clasificación de la Roja para la Eurocopa de 2020 tras un partido farragoso de los de Robert Moreno

King celebra el gol de Noruega. En vídeo, declaraciones de Robert Moreno tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: STIAN LYSBERG SOLUM (afp) / atlas
José Sámano

Un mal partido acabó de mala manera para España. Un gol de Saúl al inicio del segundo tiempo había maquillado un encuentro farragoso de la Roja, pero en el último parpadeo, a pocos segundos del final, Kepa se sumó a la algarada y arrolló a un contrario. El noruego King anotó el penalti y la selección de Robert Moreno tendrá que esperar. La multinacional Eurocopa del próximo verano está a la vista, pero no sellada. En Oslo no lo mereció. Por la capital noruega irrumpió una España borrosa, sin la gracia de los últimos partidos. Un equipo sin armadura, nada vertebrado, que terminó encapsulado por un adversario sin otro muestrario que el pelotazo al área y la carga del regimiento. Suficiente para que la Roja se sintiera a la intemperie, sin la pelota como sustento, y sin otra salida que capear las oleadas nórdicas.

Desde que rodara tras hacer cumbre, la Roja se busca y se busca, da vueltas y vueltas, gira que gira. Ya sea por las circunstancias imprevistas (Lopetegui, Luis Enrique) o porque no acaba de dar con el nuevo espinazo. Tan imprevisible puede ser esta España, hoy al súbito mando de Robert Moreno, que en Noruega dejó una huella histórica. Fruto de esta España babélica, en la que lo mismo se repescan treintañeros (Cazorla, Albiol) que se reclutan becarios (Pau Torres), en Oslo se alistaron de inicio once jugadores de once equipos diferentes. Lo nunca visto en esta selección casi centenaria. No resultó. El primer tiempo de la Roja fue decepcionante, de largo, el peor en la etapa de Moreno. Lo mismo que el último tramo de la segunda función. Una España chata. Sin ritmo, sin rumbo, sin un plan aparente. Como si ante la corneta infinita del plusmarquista Sergio Ramos todos se sintieran forasteros. Más de un desajuste defensivo. El medio campo como un mero apeadero. Y en el ataque, algún vuelo de Jesús Navas con centros hacia la nada, porque nadie anidaba en el área. No hubo un sector del campo en el que la Roja encontrara soluciones. Ni migas de Rodrigo y Oyarzabal, arietes postizos. Ni huella de los volantes, con Ceballos en tierra de nadie. Ni firmeza en defensa, donde Albiol, alistado por el poderío aéreo de los noruegos, nunca fue un dique. Demasiado desaliño ante un adversario tan raso. Ocurre que la selección nórdica es demasiado pedestre. Juega Odegaard. A su alrededor, un pelotón de buenos atletas con mucho forro físico, pero pies desobedientes. Con todo, con el ánimo local fue suficiente para adiestrar a España hasta el descanso. Una España dispersa y confusa. Y enredada ante cada pelotazo antediluviano de los nórdicos.

Nada corrigió Moreno en el intermedio. Pero al minuto del segundo acto, Saúl cazó un disparo con su bota derecha, la menos campechana, desde el balcón del área y el bote en sus morros fue demasiado para Jarstein, portero noruego. Un gol fulgurante que no fue hijo del juego. Pero anestésico durante unos minutos. España no subió la escala, pero sí se desinfló un rato Noruega, que por momentos no tuvo gancho, tan justita como es esta selección de Lagerbäck.

En ventaja, Moreno agitó el cotarro con la entrada de Cazorla por el desnortado Ceballos. De inmediato, en la primera intervención del asturiano del Villarreal, Fabián estrelló la pelota en el travesaño. El andaluz es un virtuoso del disparo cuando desde la derecha se perfila hacia su punzante zurda. De los noveles de Moreno, Fabián por encima de todos.

Con el guiño del marcador, a España le duró poco el gobierno. En cuanto la ramplona Noruega dio otro do de pecho, de nuevo se destartaló la Roja. Se sucedieron las pérdidas, ningún visitante era capaz de dar puntada. Todo era un atropello, con lo que se igualaron las fuerzas. En medio del fárrago, Sergio Ramos vio la tarjeta que le apartará del choque del martes en Suecia. Justo el partido siguiente a su récord de internacionalidades.

Con España embarullada, Moreno echó el lazo a Rodrigo como auxiliar de Busquets, movimiento que ya hizo en el partido entre ambos equipos en Mestalla. Pero en nada mejoró el equipo español, forzado a resistir como fuese ante los afanosos arreones de los noruegos. Sin nadie capaz de templar. Sin nadie capaz de estirar al equipo. Una España que cerró su paso en Oslo con un solo delantero (Rodrigo) y sin otra chispa que aquel derechazo de Saúl. Rebajado por el posterior descalabro de Kepa que obliga a retrasar un objetivo que está a un paso. Para nada peligra la clasificación española para la Eurocopa 2020. Pero hay otra finalidad a la vista: la definición de un equipo que aún debe cuadrarse. Moreno es un aperturista y su lista parece interminable. Pero llegado el momento, tendrá que ser concreto. Tiempo tiene y los resultados —incluso a veces el juego, no en Oslo— le acompañan.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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