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Renault también cortocircuita a McLaren

Tres averías lastran los ensayos de la escudería inglesa y aumentan las dudas

Oriol Puigdemont
El coche de Vandoorne es arrastrado fuera de la pista.
El coche de Vandoorne es arrastrado fuera de la pista.J. MEDINA (REUTERS)

La andadura de McLaren y Renault no comenzó tan bien como se preveía la semana pasada en Montmeló, donde las escuderías que se miden en el Mundial de Fórmula 1 se reencontraron ya con sus monoplazas de 2018. En la primera jornada de las cuatro que se celebraron entonces, Fernando Alonso no pudo dar ni 40 vueltas en el MCL33 por culpa de una tuerca defectuosa que le dejó sin una de las ruedas traseras de su coche en la cuarta vuelta.

Tras un receso de cuatro días, los equipos se reencontraron este martes en el Circuit, pero la puesta en escena de McLaren fue prácticamente la misma a la del debut: hasta tres averías en el monoplaza de Stoffel Vandoorne limitaron su kilometraje a 38 vueltas, 13 menos de las que dio su compañero en su estreno (51). El tiempo del piloto belga le dejó el penúltimo, a 1,6 segundos de Sebastian Vettel, el más veloz con su Ferrari.

La tuerca y el sobrecalentamiento del motor fueron los principales contratiempos que tuvo que enfrentar la tropa de Woking en su toma de contacto con el trazado. Esta vez, el origen de los problemas en el monoplaza de Vandoorne fue eléctrico en el caso de las dos primeras paradas, e hidráulico en la tercera. La incertidumbre que ya de por sí acompaña últimamente a la segunda estructura más exitosa de la historia de este certamen debía de terminar de golpe con el cambio de Honda por Renault como suministrador de motores, y sin embargo las dudas y las certezas se calculan a día de hoy en proporciones muy parejas.

Con esta nueva alianza, McLaren aspira a volver a pisar el podio, algo que no logra desde el Gran Premio de Australia de 2014, la última temporada en la que sus bólidos incorporaron propulsores Mercedes.

Este miércoles rueda Alonso

Ron Dennis decidió por aquel entonces romper el acuerdo con el fabricante alemán y convenció a sus socios de que la única posibilidad de optar a volver a coronarse —su último título data de 2008, con Lewis Hamilton— pasaba por convertirse en el primer cliente de Honda, evocando los éxitos cosechados a finales de la década de los ochenta y de principios de los noventa. Sin embargo, la complejidad de las unidades de potencia híbridas, la inexperiencia de Honda y la poca cintura de McLaren llevaron el proyecto hasta un callejón sin otra salida que la ruptura. La llegada de Renault debe suponer, además de una patada a los principios que en su día propiciaron el adiós a Mercedes y el acuerdo con Honda, la estabilidad necesaria que el constructor británico necesita para rearmarse. No obstante, a la vista de estos primeros kilómetros, no tiene pinta de que la reacción pueda llegar de una forma inmediata.

Este miércoles será el turno de Fernando Alonso, que afrontará su penúltima jornada de entrenamientos (la última será el viernes) antes de que el Mundial de Fórmula 1 dé comienzo en el circuito australiano de Melbourne el próximo día 25.

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