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El Real Madrid desarbola al Valencia en un partido marcado por la expulsión de Doncic

Los de Laso, sostenidos por Campazzo y Tavares, se sobreponen a la descalificación de su jugador franquicia en el segundo cuarto y dejan a los taronja casi desahuciados en el torneo

Faustino Sáez
Doncic golpea a Pleiss en la acción que le costó la antideportiva
Doncic golpea a Pleiss en la acción que le costó la antideportivaJuanJo-Martin (EFE)

Elevándose sobre el ruido de los silbatos, superando la expulsión de su jugador franquicia y sorteando la oposición de un correoso Valencia, el Madrid se apuntó su séptima victoria en la Euroliga (91-72) y endosó a su rival la novena derrota consecutiva para dejarlo casi fuera de combate en el torneo. De punta a punta, del 1,79m de Campazzo (14 puntos, ocho asistencias y 23 de valoración) al 2,21m de Tavares , el conjunto de Laso demostró su solidez competitiva, a prueba de contratiempos, y ajustó cuentas con su expediente europeo y con el equipo que le ganó el último pulso liguero. Al conjunto taronja no le bastó con un notable Dubljevic para gobernar un partido marcado por la prematura descalificación de Doncic. La defensa blanca fue un muro; los rebotes, la estadística del hambre, se decantaron para los locales por 31-19. El Madrid también gana sin Doncic.

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Con 33-30 en el marcador, a falta de 4m 11s para el descanso, y con las chispas saltando sobre el parqué del WiZink Center, un esloveno quiso convertirse en el protagonista del encuentro. No fue Luka Doncic. El trío arbitral encabezado por Javor Damir expulsó al mejor jugador de la Euroliga tras pitarle una antideportiva y una técnica cuando apenas había disputado seis minutos de juego. El exceso de celo de los colegiados, por los que ningún espectador paga la entrada, incendió a la parroquia madridista y abocó a los de Laso (sin Llull, Rudy, Randolph, Ayón y Kuzmic) al más difícil todavía ante el campeón de Liga.

Las primeras noticias de Doncic en el partido fueron un triple antes de la conclusión del primer cuarto y una antideportiva sobre Pleiss (repetición mediante) al comienzo del segundo, en una acción en la que el pívot del Valencia salió malparado, con la nariz chorreando sangre, por un codazo del esloveno en su desproporcionado intento de protegerse (justo la interpretación contraria a la que habían arbitrado en directo). Pleiss volvió a jugar, Doncic pronto dejó de hacerlo. El esloveno reclamó mayor fiscalización arbitral sobre el marcaje de Vives, pero lo que se encontró fue la señalización de una falta en ataque por embestir a Doornekamp en su entrada a canasta. El creciente desasosiego de Doncic y su pique con Vives desembocaron en su expulsión tras una técnica por prolongar sus protestas.

Sin el jugador más influyente en lo que va de torneo, comenzaba otro partido. A priori, una agonía para el Madrid y un filón para el Valencia. El panorama del conjunto de Laso empeoró aún más cuando, a la vuelta del entreacto, Tavares recibió su tercera falta. Pero, en su concierto de pito, los colegiados se pusieron rigurosos con Dubljevic, el mejor del cuadro taronja, y le cargaron con otras tres personales para compensar estropicios.

Sin embargo, en mitad del caos, Campazzo puso en valor su agitación, activó a Tavares cambiando su miedo por asistencias y espoleó la resistencia madridista con dos triples balsámicos (64-56, m. 28). Con Green por debajo de su producción habitual y San Emeterio como único intendente de Dubljevic, el Valencia se enredó en la voraz defensa del Madrid. Exprimiendo a un quinteto numantino (Campazzo, Causeur, Taylor, Thompkins y Tavares), Laso rearmó a su equipo, pero un triple de Van Rossom sobre la bocina del tercer cuarto agarró al Valencia al partido. Los triples de Thompkins pesaron más que otra técnica a Felipe, compensada poco después con una a Rafa Martínez, y los locales estabilizaron su colchón de ventaja. El Valencia quedó desarbolado por el coraje madridista y firmó su novena derrota consecutiva. El Madrid logró el más difícil todavía. También ganó sin Doncic. El "¡Así, así, así gana el Madrid!" atronó antes de la sonora pitada de despedida al trío arbitral.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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