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“Soy un entrenador de diálogo y de transmitir energía a los jugadores”

Unai Emery, técnico del Sevilla de 43 años, explica las claves de su trayectoria y por qué ha rechazado las ofertas del Nápoles y el West Ham para seguir en el club de Nervión

Unai Emery, durante la entrevista.Vídeo: GORKA LEJARCEGI

Vuela una hora de conversación con un Unai Emery, de 43 años, relajado y maduro, decidido a seguir un año más de entrenador del Sevilla, una vez que ha rechazado las millonarias ofertas llovidas tras proclamarse por segundo año consecutivo campeón de la Liga Europa.

 Pregunta. ¿Qué es el éxito?

Respuesta. Los éxitos pueden ser individuales o colectivos, con una dimensión externa o interna. Pero lo importante es disfrutar del recorrido: no quedarme con el final sino con el camino. La vida se compone un 70% de trabajo y un 30% de relax. Aunque eso lo invierto en vacaciones.

P. ¿Es capaz de desconectar?

El mayor agradecimiento de un jugador es que diga que ha aprendido conmigo, por encima de conseguir cosas

R. Sí. La playa me gusta mucho. Disfruto muchísimo de un baño y de pasearme por la orilla y del sol. Me gusta pasear por el monte una o dos horas. También comer una vez al año con mis amigos y hablar de cosas fuera de las profesiones de cada cual: uno es albañil, otro es pintor, comercial, ingeniero… otro está en paro.

P. ¿Cómo se siente un vasco de Hondarribia cantando el himno del Sevilla?

R. Cuando ganamos la primera Liga Europa, lo tarareamos. Primera condición: aprenderme el himno. No podía ser que no lo supiera. Eso lo aprendí de Enrique Martín, en el Leganés, que nos ponía el himno en el autobús en el trayecto al campo todos los partidos. Al final es algo emocional y de sentimiento.

P. ¡Qué generación disfrutó en el Valencia: Villa, Silva, Mata, Jordi Alba…! ¿Le sacó el jugo?

R. El mayor agradecimiento de un jugador es que diga que ha evolucionado conmigo, por encima de conseguir cosas. Villa era un jugador contrastado y dio un salto cualitativo al Barça; Silva, al City; Mata se consagró y dio un salto; y Jordi Alba se proyectó.

P. ¿Y a Isco no lo vio?

Cuando el rival es superior, tienes que defenderte. Antes, mi ideal era querer ser superior al rival incluso cuando no lo era

R. Empezó a entrenar con nosotros con 17 años. Soy un entrenador muy de club y eso tiene peajes. Uno fue Isco. El club quería renovarle, él no quería en esas condiciones, el club decidió que siguiera en el filial, y yo lo asumí. Me reuní con él y con su padre y tracé un itinerario para el primer equipo. Además se hizo el fichaje de Chori Domínguez en esa posición. Y el jugador vio un obstáculo más. Perdí una buena oportunidad de trabajar con él.

P. ¿De dónde saca la energía?

R. Primero porque siento muchísimo lo que hago. Por eso es tan importante descansar. Es importante acostarte pensando en lo que vas a hacer mañana.

P. ¿Cómo convierte a extremos como Aleix Vidal y Jordi Alba en laterales?

Hago siestas de seis a siete o de siete a ocho para de la tarde tener lucidez a partir de las diez 

R. Aprendí en el Superdepor la importancia de los laterales de mucho recorrido. Tener laterales de proyección ofensiva y darles mucho protagonismo ha sido una de las claves de mi idea de juego, muy agresivo por fuera. Los equipos grandes atacan por fuera.

P. ¿Cómo ha evolucionado su juego: muy ofensivo en el Valencia, más rocoso en el Sevilla?

La expedición sevillista llega a la capital hispalense con la segunda Liga Europa.
La expedición sevillista llega a la capital hispalense con la segunda Liga Europa.J. M. (efe)

R. ¿Qué somos nosotros? ¿Cómo son nuestros rivales? El 80% de mi trabajo es análisis de mi equipo y de mi rival. Y en función de ello, enfrentarnos. Cuando tú eres superior al rival, tienes que ser muy ofensivo. Cuando el rival es superior, tienes que defenderte. Antes, mi ideal era querer ser superior al rival incluso cuando no lo era. He buscado siempre equipos ganadores: en Lorca, en Almería, en Valencia… Hay que medir cómo puedes ganar de diferentes maneras. Y eso es lo que conseguido con el Sevilla.

P. El eureka del que hablaba Guardiola.

R. Me he hecho un hábito: me gusta trabajar de noche, hasta las dos o las tres, me levanto a las ocho de la mañana, desayuno en la ciudad deportiva y me pongo en marcha. Y hago siestas de cinco a seis, de seis a siete o de siete a ocho de la tarde para tener lucidez a partir de las diez, es el eureka viendo a mi equipo o al rival.

P. ¿Le molesta la imagen de guardia urbano que transmite [por la gestualidad exagerada]?

Una de las claves de mi juego es ser muy agresivo por fuera, por los laterales

R. Quiero ser yo y, siendo yo, ser lo mejor para mi equipo. Empecé a entrenar estando muy activo y me ha llevado hasta aquí.

P. ¿Quién es el jugador de más creatividad de los que ha tenido?

R. Hay dos formas de ser creativo, una mentalmente y otra ejecutando. Por ejemplo, un jugador creativo, sin ser mediático, era Ramos, en el Lorca; y luego Silva.

P. ¿Y el más difícil de llevar?

He rechazado ofertas del Nápoles y del West Ham muy importantes económicamente

R. Nuestros futbolistas tienen que dedicar un 70% al fútbol y hay un jugador como Banega con unas condiciones muy buenas, pero hay que estar encima para que las ejecute constantemente.

P. ¿Qué buscó en Rusia?

R. Al Spartak fui a ganar un título. El presidente me dijo: “Si ganas la Liga, te hago rico”. Las dificultades empiezan cuando llegas allí: con los jugadores, para hacer fichajes... No me arrepiento de esos seis meses, pero no volvería en esas condiciones. Soy un entrenador de diálogo y de transmitir energía a los jugadores y eso allí no podía.

P. Ganó mucho dinero.

R. No era la motivación. Ahora he tenido ofertas doblando económicamente a la del Sevilla.

P. ¿Por qué ha rechazado la oferta millonaria del Nápoles?

Si no hay química entre las jugadoras de la selección femenina y el entrenador tiene que haber alguien que haga de juez

R. Pensé si tenía suficiente motivación para seguir en el Sevilla y eso contrastarlo con el crecimiento que pudiera tener fuera. ¿Qué entrenador o jugador tiene la posibilidad de jugar finales? Pocos. Empiezo a entrenar el día 6 y tengo ya la Supercopa de Europa contra el Barça en un mes. Una final que nos la hemos ganado nosotros. Y luego jugaremos la Champions. El Sevilla me lo da. Además conseguimos crear una cultura de trabajo a todos los niveles. El Nápoles me ofrecía un proyecto de una fortaleza económica pero sin Champions. Y tuve una opción bonita del West Ham, una oferta económica importantísima.

Cuatro generaciones y un balón

Son ya cuatro las generaciones de Emery unidas por un balón. “Mi hijo, de 12 años, vive en Valencia y juega en los alevines del Valencia. Aunque vivimos en ciudades diferentes, la pasión al padre la transmite a través del fútbol”, explica Unai, que perdió a su progenitor poco antes de proclamarse campeón de la Liga Europa en Varsovia.

“El primer vínculo con el fútbol”, añade el técnico del Sevilla, “fue por parte de mi abuelo, portero del Real Unión campeón de Copa. Cuando falleció, en el 82, llegaron telegramas de todos los equipos de Primera. Y mi padre también fue portero, jugó en el Huelva, el Granada, el Sporting, el Depor y en el Real Unión. De mi hijo no he querido que viva el fútbol como lo vivo yo, sino que él elija. Y él, que es zurdo como yo, eligió ser portero, como recuerdo de su abuelo. Mi padre cuando venía le decía: ‘Venga, te echo unos tiros’. Quiero que el fútbol sea para él un lugar donde adquiera valores, amigos y aprenda a competir”.

Emery, durante la última final de Europa League.
Emery, durante la última final de Europa League.C. Recine (Reuters)

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