Cómo pasarse un año hablando de música en el trabajo

Encontrar 238 artistas con criterios de calidad, variedad y (sobre todo) paridad es la tarea de diez personas que deben convencerse entre ellos de sus elecciones. Así se confecciona el cartel del festival barcelonés Primavera Sound, que este año abrirá sede en Madrid

La artista española Rosalía. /PRIMAVERA SOUND
La artista española Rosalía. /PRIMAVERA SOUND

Seis mujeres y cuatro hombres, diez apasionados de la música, han sido los encargados de reunir a 238 artistas para conformar el cartel del próximo Primavera Sound, el festival barcelonés que este año, por primera vez, se celebrará también en Madrid, con solo una semana de diferencia. Cada uno pone su granito de arena en la programación. Que un día actúe el grupo de j-pop Perfume o la leyenda de la salsa Eddie Palmieri depende de la capacidad de persuasión que muestren en reuniones que tienen lugar durante todo el año. Y así con cada nombre del cartel. Un trabajo cada vez más especial: para cerrar la oferta del evento –que tuvo medio millón de asistentes la pasada edición–, ya no solo miran la calidad musical de los artistas. La paridad de género, la diversidad de estilos y la atracción de nuevo público son igual de importantes. Cada elección está pensada y repensada.

Asentando una nueva normalidad

Si hay un criterio que da al cartel un color especial y lo distingue de los demás es la paridad. En 2019, el Primavera Sound trató de conectar lo que sucedía en el festival con el debate feminista que ya emergía en la calle. Acuñó entonces el concepto The new normal –La nueva normalidad–, en busca de equilibrar la balanza de género. Lo explica Aleix Ibars, periodista que lleva ocho años en la organización y otros muchos hablando de música desde blogs independientes, ahora responsable de comunicación de la edición de Madrid: “Fue la primera gran cita musical europea que cambió el paradigma para ofrecer un cartel paritario”. Lo hizo con rotundidad: en aquella edición reunió a más mujeres que hombres. En la de este año, de los 238 artistas, 119 son masculinos, 93 femeninos y 26 mixtos o no binarios.

UN CARTEL PARITARIO Y DIVERSO

Artistas femeninas

El cartel del Primavera Sound cuenta con 93 artistas femeninas, un 39% del total. Entre ellos, el electroclash de Le Tigre, en plena gira de reunión, Rosalía, en las únicas dos fechas confirmadas este verano en la península, o la polifacética Laurie Anderson.

Artistas masculinos

Blur, banda de britpop que reaparece en directo tras ocho años, el rapero Kendrick Lamar o la leyenda de la salsa Eddie Palmieri son algunos de los 119 artistas masculinos del festival, un 50% del total.

Artistas mixtos

De los 238 nombres confirmados del cartel, 26 son artistas mixtos o no binarios, un 11% del total. Destacan el jovencísimo dúo de jazz Domi & JD Beck, la electrónica experimental de Yves Tumor o la reivindicativa rapera Villano Antillano.

Ivone Lesan, una de los diez integrantes del equipo de contratación, se enorgullece de cómo pinta este 2023: “Este año es muy bestia: entre artistas femeninas y mixtas tenemos el 50% de la programación. No dejamos que suceda de otra manera. Trabajamos duro para que sea así. Y buscamos la fluidez máxima: si un año hay que meter robots, los meteremos”. Representantes de esta fluidez son el artista transgénero Chris, de la banda Christine and The Queens, Villano Antillano (que se define como persona no binaria transfemenina) o Yves Tumor (que se identifica no binario y usa pronombre masculino).

En aquella recordada edición de 2019 las tote bag dieron paso a las riñoneras. Las guitarras hicieron hueco a artistas nada habituales en el circuito festivalero, como Rosalía, Solange o J Balvin, e irrumpieron géneros como el trap y el urbano. También fue el primer año que se implantó un protocolo contra las agresiones sexuales junto al Ayuntamiento de Barcelona. En 2022, la única edición hasta hoy tras el parón pandémico, el Primavera Sound constató ese cambió de color y ganó un público que ahora se siente muy suyo. “Es muy joven, muy diverso y muy divertido, y convive con el más tradicional. Es el fan de Charli XCX, Caroline Polachek, la pc music... Agradecen que el festival sea un lugar seguro donde pasarlo bien y expresarse sin ser juzgados”, entiende Ibars.

Diez apasionados para cerrar 238 grupos

Lesan pertenece al equipo de contratación, seis mujeres y cuatro hombres que tienen que justificar cada fichaje que hacen para el festival. Dice que las reuniones que mantienen –tranquilas en verano y frenéticas en los meses previos al festival– son “divertidas e intensas”. “Los 238 artistas están muy pensados. Los slots –huecos con día, escenario y hora asignados para cada artista– son limitados. Cada uno lucha a muerte por sus grupos y los defiende con pasión. Tiene que convencer a los demás, que crean en sus elecciones”, explica. Por ejemplo, uno de los slots más codiciados es el del emblemático escenario del anfiteatro del Pàrc del Forum a las nueve de la noche: “Todos quieren colocar ahí lo suyo”, ríe. Se esgrimen motivos, entre otros, como la calidad del último disco, el tirón que despierta entre un público determinado o el anuncio de una gira de reunión, como sucede con Blur o Le Tigre.

Y no solo se discute qué artistas tiene que estar, sino el encaje en la programación. “Esto no pega con lo de después, hay que respetar la progresión... Son cosas a tener en cuenta”, prosigue Lesan. En contratación hay perfiles de todo tipo: una ingeniera, una historiadora del arte, una publicista, un psicólogo... Todos apasionados por la música y la mayoría con muchos años de experiencia en el mundillo. Y cada uno con “sus cosas”: “A uno le flipa el k-pop (pop coreano) o el indie tradicional, uno quiere salsa o merengue, otro urbano... Todos son versátiles, pero todos tienen sus fuertes. Hay siempre un convencimiento. No se funciona por inercia”, retoma Ibars.

Desde fuera, el cartel puede percibirse como un lienzo en blanco, pero realmente no lo es. Se elabora de forma práctica. Los artistas seleccionados se colocan en los slots, conformando una parrilla virtual de máximos. “Si los vierais… ¡son carteles soñados!”, ríe Ibars. Empieza entonces el trabajo de negociación y confirmación. “Cuando le dices a un grupo ‘quiero que toques’, ya lo tienes colocado en un día, un escenario y una hora. Y tratas de poner en verde ese grupo. Así con todos. Y si se cae un grupo es más fácil buscar un sustituto para ese slot en particular, que puede ser de salsa o rap. No es todo tan estanco, pero este sistema te da unas guías y facilita el trabajo”, pormenoriza.

El cartel, un acontecimiento

Los chats grupales de whatsapp se encienden cuando se desvela el cartel del Primavera Sound. En parte se explica, según Ibars, porque anuncian todos los grupos a la vez: “Eso da una avalancha de cosas de las que hablar. Otros festis lo hacen en goteo y les va bien. Nosotros creemos que el cartel se tiene que ver entero para entenderse porque hay cosas muy dispares y sorprendentes”. En el de este año conviven artistas como Rosalía, Halsey, Blur, Tokischa, Caroline Polachek, Alex G o Central Cee. Y se entremezclan pop, electrónica, rap, k-pop, salsa, urbano o trap. Tanto eclecticismo puede entusiasmar, intrigar, abrumar o todo a la vez. Y abrir preguntas: ¿por qué este grupo sí y este otro no? ¿Existe un hilo invisible que recorra el cartel?

Concierto nocturno en el escenario Estrella Damm del Primavera Sound Barcelona. / CHRISTIAN BERTRAND
Concierto nocturno en el escenario Estrella Damm del Primavera Sound Barcelona. / CHRISTIAN BERTRAND

“No somos tan pretenciosos de decir que el cartel es una creación de autor, pero sí hay una intención detrás, un poner las cosas en otro contexto para que se convierta en un nuevo contexto”, argumenta Ibars. Un ejemplo: alguien ve a Calvin Harris y se echa las manos a la cabeza. “Dice: ¿qué ha pasado? ¿Se han vuelto locos? No, porque al lado de Calvin Harris está St. Vincent, The War on Drugs, Blur… Es decir, está todo lo otro. Exploramos muchas vías, sí, pero también está lo de siempre”, explica. Algo similar sucede con Skrillex, uno de los máximos exponentes del dance: “El paso del tiempo le ha colocado como pionero. Y ahora está probando cosas nuevas con nombres tan actuales como Fred Again.. o Four Tet. Es el momento de que esté en el cartel”, continúa.

Esa variedad es una de las cosas más disfrutables del Primavera Sound. Permite que dos amigos vayan juntos y el domingo sientan que han asistido a dos festivales totalmente diferentes. “Ahí está la sorpresa”, cierra Ibars, “en que habrá quién sepa quién es Eddie Palmieri y le encante la salsa, pero habrá quien lo descubra allí y se lo pasé increíble en el concierto”.

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