Rocío Luna gana la Lámpara Minera en el Cante de las Minas
El galardón le fue entregado a la joven cordobesa por Miguel Poveda, que hace treinta años consiguió en el festival murciano un triunfo similar
La joven cantaora de Cañada del Rabadán (Córdoba) Rocío Luna, 25 años, consiguió esta madrugada del sábado al domingo la prestigiosa Lámpara Minera de la 62ª edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión. El premio, dotado con 15.000 euros, le fue entregado, junto con al alcalde unionense, Joaquín Zapata, por el cantaor Miguel Poveda, que hace justo treinta años, en una noche como esta, cuando el catalán contaba solo 20 años, obtuvo el mismo galardón y otros premios del certamen. Nacía entonces el que hoy es unos de los cantaores más prestigiosos y conocidos en el mundo flamenco y de la música en general.
Rocío Luna consiguió además otros primeros premios, como el de la minera y la cartagenera, algo parecido a lo que le sucedió a quien le entregó la Lámpara anoche. Rocío reconoció tras ganar la Lámpara que soñaba con conseguir algún día este galardón. Cantaora prematura, desde los ocho años, ya obtuvo con 12 otro importante premio en la Región de Murcia. El Melón de Oro del festival de Lo Ferro. Ya muy experimentada pese a su edad, incluso ha triunfado en programas televisivos en los que se buscan nuevos talentos.
Su cante es ortodoxo, clásico, no por ello exento de personalidad, con una voz bonita, flamenca y poderosa, aunque en la actuación se le notaba nerviosa y estuvo por debajo de sus facultades y del tono demostrado en otras ocasiones. Los nervios eran lógicos, se sabía muy cerca de triunfar en el festival, pues era la única que había pasado a la final, además de con la minera, con otros cantes de Levante, es decir, atendiendo a las bases del festival existía la posibilidad de que la Lámpara Minera quedase desierta o que fuese a parar a sus manos.
La cantaora cordobesa, también titulada oficialmente en flamenco, se reconoce admiradora de Israel Fernández porque ha conseguido triunfar entre los jóvenes haciendo un flamenco clásico, algo que también quiere ella. Desde luego es una artista con gran proyección y que sale del certamen con muchas posibilidades de triunfar en todos los ámbitos flamencos.
Otros importantes galardones del festival fueron para Juan Luis Campos, El Poti, Bordón minero, primer premio de guitarra; los premios de baile, bajo la denominación de El Desplante, fueron, en categoría femenina, para Rocío Garrido, y en baile masculino para Yoel Vargas; el premio para instrumentistas lo ganó el pianista Raúl Pérez Fernández, de Cartagena. Todos estos premios están dotados con 6.000 euros.
El tono general del concurso, sin duda el de mayor proyección del mundo dentro del flamenco, ha sido en esta ocasión mediocre. Es lo habitual, no todos los años se descubren fenómenos como fue en su día Poveda, invitado de lujo anoche. Pero el festival en su conjunto ha sido exitoso, con mucho público en las galas y muchos invitados dentro de las actividades culturales paralelas. A partir de ahora, la nueva dirección, surgida tras las elecciones autonómicas y municipales del 28-M, se prepara para impulsar cambios en el certamen, que lleva ya tiempo necesitado de ello.
