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El Cordobés, arrollado de gravedad en Huesca en la temporada de su despedida

El diestro sufre una cornada en el triángulo de scarpa y fractura de un dedo de la mano izquierda

El Cordobés, arrollado contra las tablas en el saludo capotero a su primer toro.
El Cordobés, arrollado contra las tablas en el saludo capotero a su primer toro.Javier Blasco
El País

El diestro Manuel Díaz, El Cordobés, que resultó herido por el primer toro de la corrida que se celebró ayer sábado en Huesca, fue intervenido en la enfermería de la plaza de “una cornada en el triángulo de Scarpa derecho, con un trayecto superior externo y otro inferior interno de 20 centímetros, de pronóstico grave”.

También sufre “una herida contusa en el segundo dedo de la mano izquierda con una fractura conminuta (en la que el hueso se rompe en dos o más fragmentos) de la falange media, con severo traumatismo en partes blandas y lesión también en la arteria colateral radial y de la polea A2″, recoge el parte médico que firma el doctor Enrique Crespo.

El Cordobés fue literalmente arrollado en el saludo capotero a su primer toro, de la ganadería de Salvador Domecq, y lo encunó contra las tablas durante unos largos y angustiosos segundos. Rápidamente, fue llevado a la enfermería, de donde no volvió a salir.

Debido a este percance, la tercera de la feria de la Albahaca de Huesca quedó en un improvisado mano a mano entre El Fandi y el mexicano Joselito Adame, gran triunfador en la corrida de la víspera y que, precisamente por eso, fue el encargado de sustituir al lesionado Cayetano Rivera.

Este percance de El Cordobés se ha producido en la temporada de su retirada definitiva de los ruedos, anunciada en noviembre pasado, cuando se cumple el 30º aniversario de su alternativa, que celebró el 11 de abril de 1993 de manos de Curro Romero.

El Cordobés ya se vio obligado a suspender su actividad en junio de 2018 para someterse a una intervención quirúrgica, en la que se le implantó una doble prótesis de cadera para solucionar una severa dolencia de artrosis que le obligó a torear infiltrado. Reapareció el 17 de abril de 2021 en la plaza gaditana de Sanlúcar de Barrameda, y sumó cinco festejos ese año, que ascendieron a 12 en la temporada siguiente.

El de ayer en Huesca era su octavo paseíllo en 2023, y la seriedad del percance hace suponer que ha podido ser el último de su carrera como torero.

Por otra parte, Daniel Luque, gravemente herido en el abdomen el pasado viernes en la plaza de El Puerto de Santa María, será intervenido esta mañana en el hospital Macarena de Sevilla de una fractura abierta del peroné de la pierna izquierda, una lesión que sin duda retrasará su reaparición en los ruedos.

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