Sharon Corr: “He hecho limpieza profunda, ya no necesito un hombre en mi vida”
La hermana mayor de las mujeres de la mítica banda The Corrs estrena ‘The Fool and The Scorpion’, un disco donde desnuda su alma tras la traumática ruptura con su pareja y padre de sus hijos. “Estoy como nunca”
Guapísima. Delgadísima. Simpatiquísima. Sharon Corr, la mayor de las tres hermanas chicas de The Corrs, el grupo irlandés que encandiló al mundo con sus armonías vocales y ritmos celtas hace un par de décadas, refulge en la sede de su discográfica en Madrid. Aquí reside y ha compuesto, desde las tripas, confiesa, The Fool & The Scorpion, su nuevo álbum en solitario, escrito tras la traumática ruptura con su marido y padre de sus hijos, actual pareja y padre de la hija recién nacida de Telma Ortiz, hermana de la reina Letizia. En su trabajoso español bromea, muerta de la risa, con que su última palabra aprendida es “cierrabares”, y pide perdón por sus lapsus y tropezones lingüísticos. No es preciso. Lo que calla, lo dice con los ojos. Ha pedido, por favor, no hablar de su vida privada. Tampoco hace falta. Se le entiende todo.
¿Sabe quién fue Lola Flores?
Me suena, sí, una artista española.
Ella decía: “Estoy como nunca” como autoafirmación. ¿Se siente así tras su duelo?
Totalmente, eso es perfecto para mí. Estoy como nunca porque he cambiado mi vida y, de cosas malas, he sacado buenas. He tenido que pasar muchos exámenes en la vida, ¿entiendes? Ahora estoy contenta, disfrutando de la música, de mis hijos, y de la buena gente alrededor. Aceptando lo que ha pasado, siendo fuerte y vulnerable. En este disco hay lamento del amor perdido, pero también alegría. Hay de todo porque ha pasado de todo en seis años.
¿Qué pasó hace seis años?
La muerte de mi padre. Desde entonces, algo cambió en mi cabeza. Me pregunté: ¿Quién soy, qué quiero hacer? He cambiado todo, estoy divorciada, he hecho limpieza profunda. Soy mujer, ya sabes: la gente piensa, pensamos, que necesitamos un hombre. Pero me he dado cuenta de que no lo necesito. Para mí lo mejor es que haya respeto y amor, pero primero de todo es el respeto.
¿Antes sí necesitaba tener pareja?
Antes llevaba gafas color rosa. Miraba el mundo, pero evitaba ver las cosas, las pasaba por alto. Yo veía cosas hace tiempo, desde 2008, y pensaba que eso no era bueno, pero no tuve bastante respeto por mí misma, y me faltó un poco de autoestima también. He tenido que trabajar con ella.
¿Con ayuda profesional?
No voy a hablar de eso. Pero pasan dos cosas. Soy fuerte, hago cosas, pero hay dos versiones de ti, la de fuera y la de dentro, y yo me estaba diciendo cosas malas a mí misma cuando solo estaba cuidando de todos demasiado, menos de mí. Tuve que empezar a pensar en mí, también para estar mejor con los demás.
¿Qué ve cuando mira las viejas fotos y vídeos de The Corrs?
Oh my god, más colágeno, menos arrugas y, no sé, inocencia. Pero no quiero volver a los 20, es mucho más fácil ser a los 51. He aprendido mucho y no quiero volver a tener que pasar los exámenes. Por fin he elegido y vivo como quiero, no quiero mirar atrás. Tengo muchas ganas de vivir y descubrir cosas nuevas.
¿Vive una segunda juventud?
Sí, estoy renaciendo. Estoy conociendo personas muy interesantes, artistas con quienes puedo crear cosas, puede ser pintar, fotografiar, componer, diseñar moda. Cuando estás single, soltera, es que wow, qué libertad. Puedo hacer lo que quiero. Puedo mirar lo que quiera en la tele, no debo mirar el fútbol, puedo ir sola por la noche con amigos y no tengo que decir nada a nadie.
¿Quién la examinaba antes?
Uf, gente. Es raro, pero con los años ves que los peores exámenes vienen de las personas que tienes más cerca. Y son exámenes difíciles pero tienes que pasarlos para cambiar tu vida, si no, te quedas en un ciclo y no puedes salir.
Su canción ‘The Fool & The Scorpion’, donde recrea su ruptura, parece un estallido de rabia.
Sí, yo estaba en un avión rumbo a un concierto que no salía por una tormenta, y yo tenía otra tormenta dentro. El día anterior había sucedido algo muy doloroso, lo peor de mi vida. Estaba muy enfadada, llorando, y me salió de dentro. Cuando las mujeres están enfadadas, pueden llorar a la vez. Es una canción rabiosa, llena de dolor, pero es la verdad.
The Corrs es un emporio musical. ¿Podría vivir de las rentas?
Esa no es una opción, porque tengo ganas y soy música. No quiero vivir sin trabajar, sin cantar, sin tocar. Vivo para mis niños, pero no quiero vivir sin la música.
Toda su familia es música. Si hubiera hecho otra cosa casi hubiera sido la oveja negra.
Bueno, había opción de no hacerlo, si no querías, o no tenías talento, pero todos hemos tenido talento, o habilidad de hacer música. Nunca he pensado en ser o no ser música. Simplemente, lo he hecho, no quería hacer otra cosa.
¿Canturrea cuando suena una canción suya en un taxi?
Depende. Me da mucha felicidad y se me queda una sonrisa tonta en la cara porque estoy muy orgullosa de todo lo que hemos hecho. Aunque de vez en cuando, me llevo una sorpresa, porque reconozco las voces pero puede ser una canción de la que me he olvidado completamente.
O sea, que ahora, en Madrid, es usted una ‘cierrabares’.
Yo no, jajaja. Esa palabra la oí el otro día sobre otra persona de la que hablaba y me encantó esa cosa española tan divertida. Cada día aprendo algo. Ahora, cada vez que me pregunten, diré que estoy como nunca.
AJUSTE DE CANTOS
Cantante, violinista, pianista, compositora. La música forma parte del ADN de Sharon Corr (Dundalk, Irlanda, 51 años) desde la cuna. Tras conquistar el mundo con sus hermanos con el grupo The Corrs, emprende ahora con el disco The Fool & The Scorpion una personalísima etapa en la que, una vez ajustadas íntimas cuentas con su pasado y recuperada su autoestima, se muestra como una poderosa y libre mujer madura. Divorciada de su marido de décadas, el abogado Robert Gavin, Corr vive ahora en Madrid con sus dos hijos adolescentes y se confiesa fascinada con una ciudad en la que "por fin", dice, puede ser ella misma.
Babelia
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