Visa pour l’Image resiste al Covid en defensa del medioambiente
El festival internacional de Perpiñán celebra su 32ª edición subrayando el alarmante deterioro medioambiental a través de una buena parte de sus exhibiciones
“En estos tiempos difíciles y de agitación donde la distinción entre los hechos y la opinión queda cada vez más difuminada, en un momento en que la información sin contrastar compone la materia prima de los debates en las redes sociales, e incluso de los televisados, creemos que Visa Pour l’Image puede ofrecer varias de las cosas que tanto se echan de menos hoy: contenido con substancia, matizado, apoyado en un contexto, y analizado con perspectiva”, escribe Jean François Leroy, fundador y director del principal certamen internacional consagrado al reporterismo, con motivo de la presentación de su 32ª edición. Una cita que este año queda en buena parte afectada por las medidas sanitarias a las que obliga la pandemia, pero que aún así no desiste en su objetivo de ofrecer a la audiencia el mejor fotoperiodismo. La programación de este año suma 20 exhibiciones distribuidas por las distintas ubicaciones históricas de la ciudad, complementadas por distintos eventos, entre ellos proyecciones y conferencias, que serán retransmitidos en directo por Internet.
Son miles de millones de toneladas de plástico las que se han fabricado durante las últimas décadas. El año pasado se destruyeron un total de 9.762 kilómetros cuadrados de la selva amazónica, una zona tan extensa como Líbano; todo un récord en deforestación. Se estima que en 2050, la subida de la temperatura junto con la alteración de los ritmos del monzón, tendrá como resultado un empobrecimiento de casi la mitad del subcontinente Indio. Las estimaciones también alertan de las consecuencias de las quinientas toneladas métricas de mercurio que han sido vertidas en la bahía de Augusta, Sicilia, desde 1958. Entre ellas el incremento en la mortalidad por cáncer de pecho, que ha aumentado un 21% desde 1951 a 1980, y la prevalencia de las malformaciones congénitas, que subió un 3,7% en 12 años, alcanzando el mayor índice de abortos espontáneos y no espontáneos de Italia. Las arenas de alquitrán canadienses son las explotaciones petrolíferas más destructivas de la tierra, dicha industria aparece frecuentemente citada en los informes sobre el cambio climático. Son estos algunos de los significativos temas a los que alude la nueva edición del festival, que comienza mañana en Perpiñán, subrayando el alarmante deterioro medioambiental a través de una buena parte de sus exhibiciones.
El cambio climático, la fiebre del oro y el envenenamiento por mercurio se dan cita en La Rinconada, Perú, una de las poblaciones más altas del mundo donde “el infierno se junta con el cielo”, tal y como describe el fotógrafo James Whitlow Delano. Los desechos de plástico se acumulan por distintos puntos de esta localidad, que carece de sistemas de fontanería y saneamiento.
“El planeta se está, literalmente, ahogando en el plástico que tiramos”, señala el fotógrafo, autor de la inquietante serie Drowing in Plastic, que muestra cómo de esta plaga medioambiental, que se manifiesta de forma más evidente en el mundo desarrollado, no se libra ningún país. De esta forma el hielo del Ártico concentra una creciente cantidad de microplásticos. Habiéndose hallado también plástico en la Fosa de las Marianas, el área más profunda de los océanos de la Tierra. “Según un estudio australiano realizado en 2015, el 90% de las aves marinas comen plástico. En algunas se ha encontrado tanto en sus estómagos que no queda sitio para la comida. Poco a poco mueren de hambre”, destaca el autor, que forma parte de la agencia Sipa Press y es fundador de la cuenta de Instagram EverydayClimateChange (ECC), donde fotógrafos de seis continentes documentan los estragos del cambio climático a lo largo de siete continentes, ampliando la visión occidental que normalmente se ofrece del tema.
“¿Cómo se puede parar el proceso de destrucción amparado por el gobierno brasileño?”, se pregunta, Victor Moriyama, quien en 2019 pasó 70 días inmerso en el corazón de la selva amazónica brasileña con el fin de elaborar un reportaje para The New York Times. Bajo el título Amazon Deforestation, el fotógrafo presenta una selección de imágenes, en el Convento de los Mínimos, que sirven de testimonio de los efectos de la prevaleciente ocupación de grandes extensiones de la selva, de forma ilegal, con el fin de aumentar el terreno de uso ganadero. La tala salvaje de árboles supone el primer peldaño de una compleja red de operaciones ilegales que incluye la venta y la exportación con documentos falsos. “También existe la actividad minera ilegal, apoyada por el presidente Bolsonaro, quien ha presentado un proyecto de ley que permitirá las operaciones mineras e hidroeléctricas en tierra indígena”, apunta el fotógrafo.
“El calentamiento global ha destruido el concepto del monzón”, escribe Raghu Murtugudde, un estudioso del clima de la Universidad de Maryland (USA). “Debemos prescindir de la prosa y la poesía escrita durante milenios para escribir una nueva”. De ahí que el fotógrafo Bryan Denton visitó distintas ciudades y zonas rurales de la India con el fin de documentar cómo el cambio climático, ayudado por la tendencia a las miras cortoplacistas de los políticos, está dejando indefensos a millones de personas que ven cómo sus vidas son significativamente alteradas por las variaciones en el monzón. Así, la exposición Drought and Deluge in India retrata un escenario donde las lluvias son cada vez más extremas y menos previsibles, con poca capacidad de permear el árido suelo, como lo hace la lluvia fina y constante, y tienen como consecuencia devastadoras inundaciones.
La fotógrafa ruso-francesa Elena Chernyshova presenta Sacrifice, un reportaje centrado en el complejo petroquímico Augusta-Priolo, donde se produce un 34% de los productos derivados del petróleo de Italia. Esta vasta área costera industrializada llegó a emplear a 20.000 personas en los ochenta y es la responsable de los altos y perniciosos niveles de contaminación que experimenta la zona, sin el debido control a causa del temido colapso económico que supondría el cierre de la empresa. De la misma forma, As Long as the Sun Shines examina otro de los proyectos industriales más destructivos del planeta: las arenas de alquitrán canadienses y su impacto en las comunidades indígenas. “El desarrollo industrial de los territorios indígenas disfrazado como “una oportunidad económica” ha ocasionado un daño ecológico en distintas comunidades a lo largo y ancho de Canadá”, apunta el fotógrafo Ian Willms. “El cáncer, los defectos congénitos, el lupus y otros tipo de problemas ocurren en niveles alarmantemente altos al tiempo que los incendios forestales, causados por el cambio climático, asolan la tierra que aún no ha sido alterada por el desarrollo industrial En Fort Chipewyan, los locales describen este proceso como un 'genocidio cultural a cámara lenta', mientras que la cercana ciudad de Fort McMurray se ha beneficiado durante décadas de un excepcional crecimiento económico”.
Wolves at the Top of the World es el resultado de las vivencias de Ronan Donovan, que pasó 30 horas junto a los lobos del ártico con el fin de estudiar el comportamiento de estos predadores de la tundra, con los efectos del cambio climático como fondo. El fotógrafo ya había pasado un año documentando el comportamiento de los lobos en el Parque Nacional de Yellowstone. “Estos animales son perseguidos y cazados fuera del parque por lo que aún se muestran temerosos de los humanos, como no podría ser de otra forma”, de ahí que cuando terminó el reportaje, convencido de que no era “un justo retrato del lobo gris salvaje”, quiso probar suerte con los solitarios lobos de ártico. “Cómo humanos tratamos de sobresimplificar lo que no entendemos. Lo hacemos de forma rutinaria con las culturas humanas, y con toda seguridad aplicamos la misma medida a los animales salvajes. Estas imágenes intentan retratar a los lobos salvajes utilizando el mismo acercamiento que adoptaría un fotógrafo documental frente a los humanos. Con la distancia propia de la intimidad, y con tiempo, el retrato queda completado”, destaca el autor.
Visa pour l'Image. Perpiñán. Francia. Del 29 de agosto al 27 de septiembre.
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