Muere a los 77 años Irm Hermann, musa de Fassbinder y gran dama de la televisión alemana

La actriz alemana Irm Hermann, musa de Rainer Werner Fassbinder, protagonista de algunos de sus mejores filmes y actualmente gran dama de la televisión germana, murió el martes en Berlín a los 77 años tras una repentina enfermedad, según ha anunciado su representante.

Hermann, nacida en Múnich en 1942, trabajaba en esa ciudad como secretaria de un club del automóvil alemán hasta que se presentó a unas pruebas de la Academia de Drama y allí conoció a un joven Fassbinder. Él fue quien le convenció para que dejara su trabajo, protagonizara su cortometraje El vagabundo (1966) y se lanzará a la interpretación. Por eso apareció en 24 de las más de 40 películas, además de telefilmes y documentales, que dirigió el prolífico cineasta alemán antes de fallecer a los 37 años. Para Fassbinder, Hermann encarnó a matriarcas sin corazón, a personajes autodestructivos, a mujeres complejas como solo supo construir el director de Las amargas lágrimas de Petra von Kant, Berlin Alexanderplatz, Lili Marleen., El mercader de las cuatro estaciones o Todos nos llamamos Ali, dramas en los que trabajó su musa. Hermann fue su confidente, incluso mantuvieron una breve relación sentimental, aunque a la muerte de Fassbinder en 1982, la actriz le acusó de haber abusado de ella emocionalmente. En 1975, para alejarse del cineasta, se mudó a Berlín, donde al año siguiente se casó con Dietmar Roberg, escritor de libros infantiles, y tuvo dos hijos.

Hermann, Fassbinder y otra gran actriz, Hanna Schygulla, fundaron el grupo de teatro Action-Theater. Ya antes del fallecimiento del cineasta, Hermann había empezado ya a trabajar con otros directores del nuevo cine de su país, como Werner Herzog, con quien hizo Woyzeck (1979), junto a Klaus Kinski, o Loriot, en Pappa ante Portas (1991),

Con El mercader de las cuatro estaciones y Los cinco últimos días, de Percy Adlon, ganó sendos premios del cine alemán. Fie dos veces más candidata. Con el resto de sus compañeras de reparto obtuvo el Oso de Plata a la mejor interpretación femenina en la Berlinale de 2000 por Paradiso: siete días con siete mujeres, de Rudolf Thome.

Siguió actuando en el cine hasta su muerte en títulos como Anónima - Una mujer en Berlín (2008), junto a Nina Hoss, de Max Fäberböck, pero a partir de los noventa su trabajo se concentró en producciones televisivas de todo tipo: desde comedias familiares a papeles en series policíacas, el género más popular entre telespectadores alemanes y que han encontrado gran eco en el resto de Europa, como El lugar del crimen. Hace tres años volvió a lograr cierta fama al aparecer en el taquillazo ¡Que te den, profe! 3. Irm Hermann también subió a los escenarios en innumerables ocasiones, siempre en teatro arriesgado, y participó en diversos programas radiofónicos.